«Lo único que vale la pena en la vida es la belleza y la satisfacción de los sentidos»
Im Jae Beom es un joven que trabaja en una prestigiosa empresa. Es un buen ciudadano, responsable, educado y muy bien parecido.
Es prácticamente perfecto ante los...
—Te daré todas mis miradas. Una serie de muchas caricias. Mi único y verdadero amor, mi amado —Cantaba Ji Sung con emoción al lado de Hyun Jin
—Desde mi cabeza, bbom bbom, hasta mis pies, bbom bbom bbom bbom
Sostuvo la botella de alcohol para servirse en su vaso, pero al ver que Min Hee también se inclinó hacia la mesa, le vertió un poco. La chica le sonrió y él intentó corresponderle, antes de regresar a su sitio y tomar casi de golpe el líquido. Su intención no era beber mucho, pero su estadía se estaba extendiendo más de lo esperado y necesitaba relajarse un poco, sobre todo porque se arrepentía de llevar a Jackson con él.
No había causado problemas hasta el momento, al menos no para los demás presentes, pero por alguna extraña razón se seguía sintiendo incómodo por encontrarse así. Ya ni siquiera tenía ganas de levantarse a cantar alguna canción por temor a que el hongkonés quisiera hacer lo mismo y terminara con más halagos. Estaba con todo su equipo de trabajo, lo menos que necesitaba era hacer una tontería que lo dejara mal parado.
Miró brevemente a Young Jae, que se encontraba al principio de todos, junto al pequeño escenario, pero era el más callado en esa noche. Aunque nunca le interesaba demasiado el estado de los presentes, no podía evitar preguntarse por qué ahora se encontraba así el castaño claro. Usualmente era uno de los más participativos por su gran voz, pero en esa ocasión se veía diferente.
—Woah, no estuvo mal —Los aplausos lo sacaron de sus pensamientos
—¿No estuvo mal? Estuvo perfecto —Rio Ji Sung, regresando a su asiento
—Has mejorado —Se encogió de hombros Ryu Jin, bromeando
—Jackson-ssi —habló Hyun Ah—. ¿Crees que podrías cantar una canción? —Jae Beom respiró profundo, pero en silencio. Justo tenía que pensar en eso
—No soy bueno cantando —Hizo leves movimientos con sus manos
—¡Por favor! Sólo una —Esta vez insistió Ryu Jin
—Tu puedes, Jackson-ah —Le miró, Jae Beom, ya sin otra opción
—Ah, bien —Se puso de pie, seguido de aplausos—. Pero hazlo conmigo
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—¿Eh?
—¡Sí, sí! El director-nim tiene una hermosa voz
—Ah, yo...
—¡Director-nim, director-nim! —Comenzaron a alentar y el azabache sonrió, también levantándose
—¿Qué canción? —preguntó, una vez estuvieron frente a la mesa
—Day and night —Jae Beom frunció un poco el ceño
—¿Por qué?
—Me gusta —Le sonrió levemente antes de poner la canción, Jae Beom sólo suspiró y tomó su micrófono, envolviendose en la melodía—. Me pregunto si sabes que, mi corazón está siendo pintado contigo poco a poco
—Pensar en ti, se ha vuelto un hábito al que me he acostumbrado
Su mente maldecía una y otra vez, pensando que tal vez no habría sido tan malo que Jackson se hubiese molestado con él, sólo se habría ido a su casa, probablemente esperando una disculpa y todo estaría en paz. No se encontraría ahí, llevándose la atención que le correspondía por la voz que al parecer se guardaba muy bien. Sabía que las miradas debían estar sobre él, al ser la primera vez que asistía.
—Cuando te veo a mi lado así como ahora, me vuelvo feliz repentinamente como si tuviera un sueño placentero
¿Por qué lo miraba al cantar? Eso era extraño, le resultaba embarazoso, sin embargo debía disimular la situación, regresandole la sonrisa antes de continuar con sus líneas. Al menos los presentes parecían sólo disfrutar el espectáculo con normalidad, ellos no podían notar algo fuera de lo usual ¿verdad? No demostraban en sus caras que fuese así, sólo observaban a su manera.
De nuevo sus miradas se encontraron, y no pudo evitar detenerse un poco más en aquel rostro. Las luces de colores cambiantes reflejando en sus facciones cuidadas, aquellos ojos grandes que lo veían casi con admiración y esos labios gruesos moviéndose por la letra de la canción. Jackson tenía una voz relajante al cantar, aún más si parecía dedicárselo a él.
Así que su atención poco a poco se fue alejando del pequeño público y se centró en el castaño a su costado, pues quería demostrar que tenía un mayor talento y pasión para cantar, a pesar de que Jackson sólo quería disfrutar el momento. Sin darse cuenta ya se estaban mirando mutuamente, perdiéndose por completo en la canción, tanto que comenzaba a ignorar todo lo demás a su alrededor.
—Mi día, mi noche. Tú, quien se convirtió en mi todo. Cuando estoy contigo me siento abrumado
—Si te tomo a mi lado de esta forma, como si todo el mundo fuera mío. Tú me haces muy feliz
—Estoy lleno de ti
Lo tenía justo enfrente, poco menos de un metro de distancia con esa mirada que le hacía sentir tan raro por dentro. Pero los aplausos y gritos alabandolos le hicieron regresar a la realidad, girándose hacia el equipo con una gran sonrisa como agradecimiento. Dejó el micrófono mientras aclaraba su garganta, sin siquiera mirar de nuevo al hongkonés y salió de la habitación hacia el pasillo.
Sentía su cara caliente e incluso se había mareado un poco al encontrarse fuera, por ello rápidamente recargó la espalda en la pared mientras llevaba una de sus manos a su cabello, peinándolo hacia atrás. No se había dado cuenta de cuánto alcohol había ingerido y ahora que le daba un poco de aire fresco lo estaba afectando levemente. Seguro que por eso tenía aquellos extraños pensamientos.
—Director-nim —habló alguien a su costado, y miró que era Min Hee—. ¿Se encuentra bien?
—¿Eh? Sí. Sólo quería un poco de tranquilidad —La chica asintió, pero igual se acercó un par de pasos
—No sé si ya lo había dicho, pero me gusta mucho su voz —Se abrazó a sí misma, deteniéndose enfrente—. Casi parece un idol cuando canta
—No es para tanto —Sonrió con levedad—. Pero agradezco las palabras —La chica acomodó su cabellera tras su oreja
—Incluso ahora, esa canción transmitió tantas cosas —Le miró, como si buscara algo, y se atrevió a tomarle con una mano del borde de su saco—. Quizás sea algo repentino, pero en verdad necesito decirlo —Jae Beom frunció ligeramente el ceño
—¿Qué sucede?
—Me gusta —confesó, sorprendiendo al azabache—. Me gusta desde hace tiempo y… —Bajó un poco la mirada, probablemente por el mareo del alcohol
—Ah, bueno, esto sí es repentino —Sonrió
—No importa si acepta o rechaza mis sentimientos —Se acercó hasta recargar la cabeza en el pecho ajeno—. Solamente quería hacérselo saber
—Min Hee-
—¡Oh! —La repentina voz le hizo voltear, pero la joven ni siquiera se inmutó por lo mareada que estaba—. Lamento interrumpir, Jae Beom hyung —Aunque sonreía, podía notarse esa extrañes en su mirada
—No interrumpes nada —Llevó sus manos a los hombros de la muchacha, para alejarla un poco—. Parece que no se siente muy bien
—Ah ¿sí? —Dio un par de pasos y se inclinó levemente, mirando a la castaña clara—. Agassi, ¿se encuentra bien? —Min Hee lucía como si estuviese dormitando
—La llevaré al baño, por si acaso —La tomó el brazo, caminando por el pasillo
—Claro. Cuídala bien —Aquel tono le hizo detenerse un momento para verle
—Sólo soy amable, no te pongas celoso —Sonrió y continuó su camino, sintiendo una fuerte mirada en su espalda