Chapter 22

104 19 9
                                    

Acomodó torpemente su cabello y la camisa mientras caminaba por el pasillo hasta la puerta, pues quien se encontraba ahí afuera seguía tocando como si fuese una urgencia. Era extraño, si alguien quería visitarlo debía avisar antes, odiaba que llegaran de improviso, peor aún si estaba ocupado en algo importante. Echó un vistazo por la mirilla e inconscientemente frunció el ceño. ¿Qué hacía ahí?

—Oh, Seul Gi-ssi —habló al abrir la puerta

—¿Por qué no querías abrir? —Se quejó

—Hm, quizás porque ya es tarde y ni siquiera avisaste que vendrías —Recargó uno de sus brazos en el marco de la puerta—. ¿Qué necesitas?

—La última llamada que tuvimos no fue muy buena. Creo que no supe expresarme

—Oh, no. Te expresaste bastante bien aquella noche —La castaña bajó la mirada

—Por favor, oppa, no seas cruel conmigo —Jae Beom negó suspirando suavemente

—Deja de hacer esto —Seul Gi le miró

—¿Hacer qué?

—Esto. Insistir tanto, llamarme y incluso venir a mi departamento

—Sólo quiero que me perdones —Sus ojos se cristalizaron

—Te perdono —Soltó sin más—. Ahora puedes continuar con tu vida

—¡Pero oppa...! —En cuanto se acercó para tomar su mano, se escuchó el sonido de algo cayendo al suelo en el final del pasillo seguido de un "oh, qué torpe" muy bajito y algo agudo—. ¿Estás con alguien? —Le miró, dándose cuenta al instante de las manchas en el cuello ajeno

—Es mejor que vayas a casa

—Tú… ¡Sabía que mentías! —Le empujó—. Seguramente estás con esa tal Wan Ji ¿cierto?

—Deja de inventar cosas

—¡Tu cuello y camisa están manchados de colorete, ya no puedes negarlo! —Aunque aquello confundió al joven, sólo frunció el ceño

—¡Tu cuello y camisa están manchados de colorete, ya no puedes negarlo! —Aunque aquello confundió al joven, sólo frunció el ceño

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—No tengo porque darte explicaciones —Comenzaba a molestarse

—Todo este tiempo estuviste saliendo con alguien más. ¡Agh! Y ahora continúas como si nada

—Si ahora estoy con alguien más ya no es de tu incumbencia —Sonrió, ciertamente burlón

—¡Ah, Jae Beom! Eres un desgraciado — Intentó golpear de nuevo su rostro, pero esta vez, el azabache la detuvo de la muñeca, cambiando su expresión por completo

—Detente de una vez. Tuvimos nuestra oportunidad pero se acabó —Hizo que retrocediera y la soltó—. Ve a casa, necesitas descansar —Y sin más, entró cerrando la puerta—. Maldita zorra —murmuró, para regresar por el pasillo

—¿Pasó algo malo? —preguntó Jackson en cuanto giró hacia la sala, recargado de brazos cruzados en la pared

—Lo hiciste a propósito —Siguió de largo hasta un mueble para tomar una cajetilla de cigarros

—¿Eh?

—Solamente tenías que esperar, no crearme problemas —Encendió el tabaco y con molestia dio una bocanada

—Sólo jugaba, creí que así se iría más rápido —Torció ligeramente sus labios

—¿Tienes una idea de…? —Suspiró—. Olvídalo —Caminó hacia la enorme ventana que daba al balcón, sin salir a este

—Jae Beom —pronunció de forma juguetona, acercándose a abrazarlo por un costado—. No dejes que este asunto afecte lo que teníamos

—No es eso

—¿Entonces? —Trasladó sus dedos por los botones de la camisa ajena—. ¿Acaso esa persona es más importante que yo? —Le miró con esa expresión para simular ternura

Aunque quisiera no podía tratar de manera tan ruda al hongkonés en ese momento, Seul Gi había tratado de controlarlo de la peor manera y por ello ya no la necesitaba en absoluto, Jackson al contrario se mostraba tan dispuesto con él a pesar de todo. Lo extraño es que no tenía el impulso de alejarlo al fingir esa actitud, seguramente porque su cuerpo aún quería la acción prometida.

—Por supuesto que no —Expulsó el humo que había tomado y le miró—. Sólo me puso de mal humor

—Quizás pueda hacer algo para arreglarlo —Le quitó el cigarro para darle una bocanada antes de arrojarlo por el balcón

Jae Beom no dijo nada, le parecía interesante la manera en que soltaba aquel humo por sus labios. Entonces sus miradas se encontraron nuevamente y una suave sonrisa se posó en la boca ajena, él simplemente acercó su mano libre hasta el mentón del menor para acariciarlo con sutileza, llegando hasta el labio inferior. Sólo entonces le regresó una sonrisa de costado antes de inclinarse a besarlo.

—Vamos a mi habitación, entonces

Desabrochó por completo su camisa mientras veía al hongkonés dar un brinquito a la cama para luego recostarse de una manera un tanto provocadora; con sólo los últimos botones de la camisa cerrados y sus brazos a los costados, incluso si su vista no le fallaba, podía notar un suave rubor en las mejillas y orejas. El alcohol al parecer era bueno cambiando su percepción de las cosas, pues le gustaba esa imagen.

Así que se acercó para colocarse encima, sin embargo, Jackson sonrió e intercambió lugares, colocando las piernas a cada costado de su cadera. Aunque quiso decir algo, la vista que tenía enfrente del menor mirándole divertido pero seductor, se lo impidió. Por ello simplemente se sentó, pasando los brazos alrededor de la estrecha cintura ajena, y lo besó con cierta desesperación.

El castaño le abrazó por el cuello, siguiendo lo más que podía el ritmo de sus labios. Jae Beom paseó sus manos por toda esa cintura hasta bajar a los muslos y glúteos para apretarlos con poca suavidad ya que los sonidos del menor en su boca lograban excitarlo de sobremanera. Pronto aquel cuerpo caliente se meneó con suavidad sobre su regazo, acercándolo al límite. Quería follarlo pero era tan placentero tenerlo de esa manera.

Entonces subió poco a poco una de sus manos, por toda la espalda, hasta llegar a los cabellos traseros del contrario para tomarlos y jalarlos hacia atrás, no demasiado fuerte. Jackson jadeó, separándose del beso, pero en lugar de quejarse o incluso molestarse, sonrió, como si con aquella acción lo hubiese complacido de alguna manera. Maldijo en su mente por lo bien que se veía así, con su espalda contorneada, haciéndole pensar en las posibilidades de aquella flexibilidad.

—Así que… —Apenas pronunció el menor, con los ojos cerrados mientras un camino de besos bajaba por todo su cuello—. ¿Quién era esa persona?

—Nadie importante —murmuró contra su piel, mirándole brevemente sin detener lo que hacía—. Sólo alguien molesto

—Ah ¿sí? —Jadeó ante los apretones en sus muslos—. Parecía que me conocía

—¿De qué hablas?

—Es una maleducada, ¿cómo podía llamarme Wang-ssi? —Jae Beom quiso reír

—Fue una confusión. Te dije que nadie puede saber lo que tenemos ¿no? —Regresó el tacto a la cintura—. Esa perra creyó algo completamente diferente —Una suave sonrisa se dibujó en los labios del hongkonés

—Oh, bien —Al fin se irguió, aunque finalmente llevó su peso hacia adelante para recostar al azabache

Good Thing [IJB x JW]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora