Chapter 30

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Expulsó el humo por sus labios hacia el reflejo frente a él y al fin apagó el cigarro contra el mármol del lavabo para luego tirar la colilla en el bote de basura. Abrió con cuidado la puerta, asegurándose de que no hubiese nadie por ahí y simplemente salió del sitio para regresar con tranquilidad al cuarto de karaoke. Lo único que quería hacer era irse a su departamento, pero como Jackson ya se había retirado, necesitaba quedarse un rato más para no lucir sospechoso de alguna manera por su larga desaparición.

Podía escuchar la música moderna junto a unas voces jóvenes al acercarse, así que sacó su celular del bolsillo de su saco para fingir que revisaba algo antes de entrar a la habitación, revisó la hora, dándose cuenta de lo tarde que era, y una vez cruzó la puerta volvió a guardarlo para dirigirse a su sitio. Todo parecía estar igual, excepto que habían tres presencias menos en lugar de sólo una, que aunque no le importara, le causaba cierta curiosidad.

Oh, como un ataque al corazón, ella es una bruja —Cantaba Ji Sung al costado de Hyun Jin

Me estás volviendo loco

¿Oh? Se rio

Late mi corazón

—Director-nim —habló Hyun Ah, una vez se sentó, mirando a sus costados

—¿Dónde están los demás?

—Al parecer Min Hee-ssi bebió mucho, así que la mandamos a su casa —Jae Beom asintió, esperando una respuesta así—. De hecho Jackson-ssi se ofreció a acompañarla para asegurarse de que llegara bien

—¿Jackson? —Frunció ligeramente el ceño

—Sí. Como su prometido no respondía el celular creyó que sería peligroso que se fuese sola

—Ah, claro. Eso es bueno

—Director-nim, ¿dónde estaba? —De pronto habló Young Bae al percatarse de su presencia, pues había estado muy ocupado vitoreando a los menores junto con Ryu Jin

—Ah, me ocupé con algunas llamadas —La azabache torció ligeramente sus labios, mostrándose comprensiva

—Es una lástima que no pueda disfrutar la salida

—Oh no, lo importante es que ustedes pasen un buen rato. Se han esforzado tanto —Sonrió con levedad

—¡Sabonim, sabonim! —llamó Ji Sung—. Venga

Aunque quiso negarse no podía hacerlo, ahora todos le miraban, sonreían y aplaudían para que fuera al frente con sus menores y cantara junto a ellos, así que no le quedó más opción que levantarse con su mejor sonrisa, al menos la canción le gustaba y se sabía un poco la letra. Todos lucían tan felices con un poco de alcohol y música para cantar sin ninguna pena, era algo demasiado simple pero que valía mucho para ellos después de todas las horas trabajadas. Qué montón de fracasados.

 Qué montón de fracasados

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Good Thing [IJB x JW]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora