Bittersweet • {Meanie}

☂️ FINAL ☂️

[AÑO Y MEDIO DESPUÉS]

Mingyu y Wonwoo estaban ocupados preparando a sus pequeños para ir a comer a casa de Jeonghan y Seungcheol

Pero, primero una pequeña introducción a Hansol y Hyejin.

Hyejin es una niña inquieta, juguetona y con carácter. Sus padres se pasaban el día pendiente de que no se subiera a los muebles, de que no rompiera nada y de que no pegara a sus hermanos cuando se enfadaba.

Por otro lado, Hansol, que fue el último en nacer, era todo lo contrario a su hermana. Hansol era un niño muy tranquilo, cariñoso, puesto que no se despegaba de sus padres, especialmente de Wonwoo; no era tan juguetón como su hermana, pero sí era muy exquisito para la comida. Era difícil conseguir que Hansol comiera al primer intento, cosa que, por suerte, con Hyejin era al revés. La pequeña comía todo tipo de alimentos sin quejarse. Le gustaba todo.

Ahora sí, Wonwoo se encargaba de vestir a Hyejin mientras Mingyu vestía a Hansol.

—Hija, por favor. Estate quieta un momento.— Wonwoo frunció el ceño mientras sentaba correctamente por enésima vez a Hyejin sobre la cama

—Eso.— La pequeña señaló un coche de juguete tirado en el suelo.

—Un momento, ahora te lo doy.— Respondió Wonwoo mientras terminaba de ponerle una faldita blanca.

—Esoooooo.— Siguió insistiendo.

—Yo ya terminé.— Mingyu sonrió victorioso cuando terminó de vestir a Hansol. Le bajó de la cama y el pequeño caminó al lado de su madre. —Ahora voy con Channie.— El más alto salió de su habitación para ir a la de su hijo mayor, que le esperaba frente al armario, mirando la ropa.

—¡Papi, quiero esa!— Chan señaló a una sudadera que colgaba de una percha. Una sudadera azul con un dibujo de un dinosaurio verde en el centro.

—¿Esa? Está bien.— Mingyu sonrió mientras le alcanzaba la sudadera. —¿Y qué más?

Chan ya tenía cinco años, así que, como el niño mayor que él decía ser, elegía la ropa que se iba a poner. Aceptando, de vez en cuando, los consejos de sus padres para combinar bien los colores.

Cuando ya los tres pequeños estaban vestidos, era el momento de cargar una mochila con la que tenían que salir siempre de casa. En ella metían pañales, toallitas húmedas, botellitas de agua, algunos juguetes... Y, lo más importante, los chupetes. Hansol siempre los necesitaba, pasaba casi todo el día con un chupete en la boca. Su favorito era uno con forma de ballena, el que llevaba ahora mismo.

—Bien, ¿está todo listo ya?— Cuestionó Wonwoo mientras echaba un vistazo a sus pequeños y a las cosas que debían llevar.

—¡Estamos listos, mami!— Respondió Chan con entusiasmo.

—Pues vámonos.

—Guau guau.— Dijo Hansol. —Guau guau.— Repitió mientras señalaba a la cama donde dormía Bobpul.

—¡Muy bien, Nonie! Te has acordado. Estaríamos perdidos sin ti.— Mingyu acarició la cabeza de su pequeño antes de coger a Bobpul y meterle en su caseta de viaje. Él también estaba invitado a la comida en casa de sus amigos.

—¿Estamos listos ya?— Volvió a preguntar Wonwoo.

—¡Ahora sí que sí, mami!— Respondió Chan, aún con la misma emoción de antes.

—Hyejin, dale la manita a tu hermano.— Dijo Wonwoo.

Y la pequeña obedeció, agarrando la mano de Chan.

—Nonie, tú también.

Pero el pequeño Hansol estaba concentrado buscando su peluche favorito en la caja de juguetes.

—Mami.— El pequeño abría y cerraba la mano en dirección a su madre, indicándole que fuese a ayudarle a buscar.

—Vamos nosotros al coche mientras.— Mingyu agarró la mano de Chan, que seguía agarrando la pequeña manita de Hyejin, y les fue sentando a cada uno en su sillita correspondiente.

—A ver, Nonie.— Wonwoo cargó a su pequeño en brazos y buscó el peluche por todas las habitaciones de la casa. Resultando que al final estaba en el suelo del cuarto de baño.

—¡SHIIIIIII!— Hansol dio palmitas de la felicidad antes de coger su peluche y abrazarlo con fuerza.

—¿Nos vamos ya, cielo?— Besó la mejilla, blandita y suave, de su bebé antes de salir de casa.

—Guau guau.

—Bobpul ya está en el coche, Nonie.— Explicó Wonwoo antes de sentar a Hansol en su sillita del coche.

En el asiento trasero izquierdo estaba Chan; en el del medio, Hyejin; y en la derecha, Hansol.

—Guau guau.

—Mío.— Hyejin tiró del brazo del peluche de Hansol.

—No, no, no.— Hansol negó con su dedo índice.

—Mío.— La pequeña seguía insistiendo, tirando un poco más fuerte del juguete esta vez.

—¡Mami!— El pequeño Hansol pidió por ayuda.

—Hyejin, deja ya a tu hermano.— Mingyu frunció el ceño. —Es su turno de tener el peluche, luego lo cogerás tú.

Y así eran todos sus días, con riñas, lloros, estrés... la familia es preciosa.

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Muchas gracias por leer y espero que les haya gustado ❤️

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