Bittersweet • {Meanie}

☂️ 20 ☂️

—Perdón por tardar.— Dijo Wonwoo al sentarse en el asiento delantero del coche.

—¡Mami!— Saludó Chan alegremente al ver a su madre.

—¿Qué tal hoy en clase, bebé?

—¿Por qué has tardado tanto?— Interrumpió Mingyu. Cuando su jornada laboral llegó a su fin fue a recoger a Chan al colegio para después ir a por Wonwoo. Pero estuvieron esperando por el de pelos rizados casi treinta minutos.

—Lío en el trabajo.— Wonwoo se encogió de hombros.

—Está bien...

Tras llegar a casa y comer, Chan insistió en ir a ver a Jeonghan.

—¡Quero ir, quero ir!— El pequeño daba patadas al suelo.

—Primero tienes que dormir, Chan.— Explicó Mingyu. —Ahora no son horas de visitar a nadie.

—¡No quero dormir!— Chan empezó a llorar.

—Ya tiene sueño.— Sonrió Wonwoo mientras cargaba a su hijo en brazos. —Vamos a dormir un ratito, ¿vale?

—Ño...

—Está bien.— Dijo mientras caminaba a la habitación.

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—Mami, ¿ya hemos llegado?— Preguntó un muy emocionado Chan.

—Aún no, bebé.

—¿Y ahora?

—Nooo.

—¿Y ahora?

—Chan, ya te dije que no.— Wonwoo frunció levemente el ceño.

—¿Y ahora?

En situaciones como esas es en las que a Wonwoo le daban ganas de haber nacido sordo.

Por fin iban camino a la casa de Jeonghan y Seungcheol, aunque quedaba un poco lejos de la suya. Pero, eso no fue problema. No necesitaron música para entretenerse, puesto que Chan ya hizo de DJ con su "¿y ahora?" durante todo el trayecto.

—Ya hemos llegado, Channie.— Resopló Mingyu tras aparcar el coche.

—¿Quieres llamar tú?— Preguntó Wonwoo una vez estuvieron frente a la puerta de la casa.

—¡Chí!

Mingyu le cogió en brazos para que el pequeño pudiera pulsar el botón del timbre.

—No puede ser...— Jeonghan suspiró. Habían llamado a la puerta justo cuando acababa de sentarse en el sofá. Un acto muy normal, ¿verdad? Pero todo cambia cuando cargas una barriga con un bebé de casi nueve meses dentro. —Ah... está bien.— Con resignación, el rubio se levantó de donde estaba sentado para caminar hasta la puerta y proceder a abrirla, no sin antes ver quién era. —¡Channie!

—¡Señor profesor!— Chan se abalanzó a las piernas del contrario, para abrazarle.

Jeonghan hubiese estado encantado de agacharse para poder abrazarle bien, pero se le hacía un poco complicado, así que solo acarició la pequeña cabecita del niño.

—Te eché mucho de menos, Channie. Oh, hola también.— Sonrió al percatarse de la presencia de los padres de Chan.

—Buenas, Jeonghan.— Dijeron ambos al unísono.

—Pasad.— El rubio se echó a un lado para dejar paso a sus invitados.

—¡Señor profesor, hoy he ido al cole!— Explicó Chan con entusiasmo mientras caminaba hacia el sofá agarrando la mano de su profesor.

—¿Sí? ¡Qué guay! ¿Y qué has hecho en el cole?— Preguntó el rubio mientras se sentaba en el sofá nuevamente.

—¡Hemos pintado!— Contestó el pequeño alegremente.

—¿Estás solo?— Interrumpió Mingyu. Recibiendo un asentimiento con la cabeza por parte del contrario. —¿Seungcheol está trabajando?

—No, salió a comprar. No creo que tarde mucho en llegar.

Cuando por fin llegó el de sonrisa de hoyuelos, Mingyu se entretuvo a hablar con él mientras Wonwoo y Jeonghan jugaban con Chan.

—Mami, tengo hambe.

—Oh, te traeré algo para comer, Chan. ¿Te gustan las galletitas de chocolate?— Preguntó Seungcheol mientras se levantaba del sillón.

—¡Chí, chí!— Chan dio pequeños aplausos de la emoción.

—Te acompaño.— Mingyu caminó tras el más mayor hasta la cocina.

—Oye, Jeonghan...— Wonwoo habló en un tono un poco más bajo, pero sin llegar al susurro.

—¿Hum?

—Bueno, creo que tú y Seungcheol sois los únicos a los que puedo considerar amigos, así que... ¿puedo decirte una cosa?

—Claro.— Sonrió. —Soy todo oídos.

—Verás... yo... creo que... estoy embarazado...

—¿Cómo?— Dijo abriendo los ojos un poco más de lo normal.

—Bueno... en verdad no estoy seguro. Compré un test de embarazo esta mañana.

—¿Y qué resultado dio?

—No lo sé... no lo hice aún.

—¿Y a qué esperas, Wonu? Tienes que saberlo cuanto antes.

—Lo sé, pero... tengo miedo.

—¿Miedo? Si es por ser madre, no deberías tenerlo. Ya has visto lo bien que has sabido cuidar de Channie.— Sonrió el rubio mientras acariciaba la cabeza de Chan, que estaba felizmente coloreando unos papeles.

—No es por mí, es por Mingyu.

—¿Por Mingyu? ¿Por qué?

Wonwoo giró a mirar a Mingyu y Seungcheol, que se habían entretenido hablando en la cocina, antes de volver a hablar.

—¿Y si se vuelve a ir?