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Chan jugaba felizmente con unos bloques de construcción en el descanso de media mañana del colegio.

—Tojo.— Dijo el pequeño mientras agarraba una pequeña pieza roja. —Asul.— Agarró una azul. —Y rosa.

Terminó de unir todas las piezas que necesitaba y se levantó de la alfombra en la que estaba sentado para ir a buscar a su señor profesor y poder enseñarle su obra maestra.

—¡Señor profesor!

Jeonghan, que estaba vigilando a los niños que jugaban en el patio de fuera, giró a ver al dueño de aquella aguda voz.

—¡Channie!— Exclamó el mayor mientras se ponía de cuclillas en el suelo.

—¡Señor profesor, mira lo que hice!— Chan le tendió su construcción de bloques con toda la emoción del mundo.

—¡Wow, Channie! ¡Eres todo un artista! ¿Es una flor?— Preguntó Jeonghan, intentando dar uso a su imaginación.

—¡Chí! ¡Es una flor asul!— Respondió el pequeño, levantando los brazos en el acto para dar más emoción a sus palabras.

Jeonghan iba a seguir hablando, pero un llanto de alguno de los niños le interrumpió.

—Dame unos minutos, Channie. Ahora vuelvo contigo.— Se apresuró a decir el mayor antes de ir a consolar a aquel niño.

—¡Valep!— Chan se quedó mirando su flor de bloques. —Se la daré a mi mami.— Sonrió.

Pasaron un par de minutos, aunque fueron como horas para Chan, y aquel niño molesto seguía llorando. El pequeño frunció el ceño. Ese niño no dejaba al señor profesor volver con él.

Esa pequeña indignación pasó a segundo plano cuando Chan vio a un niño jugando solo en el arenero del patio. Con pasos dudosos se acercó hasta aquel pequeño espacio de arena y paró frente al otro chico, sujetando aún su flor de bloquecitos.

—Hola.— Sonrió Chan. —Me llamo Chan. Kim Chan.— Dijo el pequeño con orgullo.

Pero el otro niño, sentado sobre la arena, no le contestó. Ni siquiera le miró. Solo entraba y sacaba arena de un pequeño cubo con una pala.

—¿Cómo te llamas tú?— Insistió Chan.

No obtuvo respuesta, una vez más.

—¿No sabes hablar? Yo antes tampoco sabía.— Negó con la cabeza. — Pero mi mami me enseñó.

—Channie, ya veo que has conocido a tu nuevo compañero de clase.— Intervino Seokmin.

—Sí. Pero no habla.— Chan hizo una mueca con la boca.

—Es un poco tímido, Channie. Dale un poquito de tiempo.

—Pero yo quero que me hable ya.— Chan infló los mofletes a modo de protesta. —¿Cómo te llamas?— Volvió a preguntar al chico nuevo.

—Se llama Seungkwan.— Respondió Seokmin.

—¿Le caigo mal?— Chan hizo un puchero.

—No, claro que no. Solo está nervioso porque es su primer día y no conoce a nadie.

🍭🍭🍭🍭🍭🍭🍭🍭

—¡MAMIIII!— Chan corrió hasta su madre, que le esperaba con los brazos abiertos a la hora de salida del colegio.

—¡Mi bebé!— Wonwoo le abrazó antes de llenarle la carita de besos y besos. —¿Qué traes ahí?— Cuestionó al ver como su hijo intentaba esconder algo entre sus pequeñas manitas.

—¡Es un regalo para ti, mami!

—¿Sí?— Sonrió. —¿Y qué es?

—¡Tachaaaán!— Exclamó Chan mientras abría sus manos y dejaba ver la flor que había construido esa mañana. —¡La he hecho yo, mami!

—¡Me encanta, bebé! Eres todo un artista, ¿lo sabías?

—El señor profesor tambén me lo ha dicho.— Dijo Chan con orgullo.

—¿Tienes hambre? ¿Nos vamos ya a casa?— Preguntó Wonwoo tras guardar el precioso regalo que su pequeño le había dado.

—¿Y papi?— Cuestionó el pequeño mientras agarraba la mano de su madre para empezar a caminar.

—Papá ya está-

El sonido del claxon de un coche interrumpió lo que Wonwoo estaba diciendo. Ambos giraron a mirar la procedencia de aquel sonido, resultando en ver a Mingyu bajarse del coche.

—¡Es papi, es papi!— Chan soltó la mano de su madre para correr en dirección a su padre.

Mingyu le cogió en brazos y también le llenó la cara de besos.

—¿Qué tal hoy el cole, cariño?

—¡Muy bien, papi!

—¿Qué haces aquí?— Cuestionó Wonwoo al acercarse a los otros dos con las manos metidas en los bolsillos de su abrigo.

—Hace frío y no iba a dejar que os fuerais andando a casa.— Respondió Mingyu antes de dejar un rápido beso sobre los labios de Wonwoo. —Vamos, sube al coche. Aún tengo que hacer la comida.

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EL DEBATE SOBRE SI LOS BEBÉS DE WONU SERÁN DOS NENAS O UN NENE Y UNA NENA SIGUE IGUALADO, ASÍ QUE HAREMOS LO SIGUIENTE: SOLO ELIJAN UN NÚMERO ENTRE UNO Y DOS (1-2) Y CONFIEN EN MÍ. Dejemos que el azar lo decida.

SI SIGUE HABIENDO EMPATE HASTA CON ESTO, YO TOMARÉ LA DECISIÓN FINAL.

Bittersweet • {Meanie}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora