Chan, un niño de tres años de edad, esperaba sentado en una silla. La jornada escolar ya llegó a su fin por hoy y su madre (*) tenía que ir a buscarle.
Yoon Jeonghan, uno de los profesores de Chan, esperaba al lado del pequeño. No podía dejarle solo.
—¿No guardas las galletas, Channie?— Preguntó el mayor.
Chan negó varias veces con la cabeza. Tenía en sus manitas una cajita con tres galletas con pepitas de chocolate.
—Se las daré a mamá.— Sonrió el niño.
—Espero que le gusten.— Jeonghan sonrió también.
Mientras tanto, Wonwoo corría por las concurridas calles de la ciudad.
—¡Lo siento! ¡Perdone! ¿¡Me puede dejar pasar, por favor?!— Iba diciendo Wonwoo mientras corría y chocaba con algunas personas sin querer.
Miró su reloj. Ya llegaba quince minutos tarde.
—Jeonghan hyung.— Chan dijo.
—¿Sí?
—¿Dónde está mi mamá?— Chan hizo un puchero. Su mamá no solía tardar tanto en llegar a por él.
—Seguro que habrá salido tarde del trabajo. Enseguida llegará, ya verás.— Jeonghan acarició la cabeza del pequeño niño.
Dos minutos después, Wonwoo entraba corriendo en el colegio.
—¡Mami!— Chan sonrió y bajó de la silla dando un pequeño salto. Corrió con los brazos abiertos hasta llegar a su madre.
—¡Mi bebé!— Wonwoo cogió a Chan en brazos y le llenó la carita de besos. —Te eché mucho de menos.— El mayor acarició las mejillas de su pequeño.
—Yo también te eché de menos, mami. Mucho, mucho, mucho.
Wonwoo miró hacia Jeonghan.
—Gracias por esperar. Me entretuvieron en el trabajo y-
—No te preocupes.— Jeonghan le interrumpió. —No es ninguna molestia. Lo entiendo.— El rubio sonrió levemente.
Wonwoo asintió.
—Dile adiós a tu profesor, Channie.— Wonwoo dijo mientras peinaba el pelo del pequeño con su mano, sin bajarlo de sus brazos.
—¡Hasta mañana, señor profesor!— Dijo alegremente mientras movía su manita de un lado a otro.
—Hasta mañana, Chan~
Después de despedirse de Jeonghan, Wonwoo empezó a andar hacia su casa.
—¿Qué tal te fue hoy en el cole, bebé?
—¡Mira, mami! ¡Nos dieron galletitas!— Chan le enseñó la cajita que tuvo en las manos todo este tiempo.
—¡Qué ricas!— Wonwoo sonrió.
—Son para ti, mami.
—Oh, no. Son tuyas, bebé.
Chan negó con su cabecita.
—Estas las he guardado para ti, mami.
🍭🍭🍭🍭🍭🍭🍭🍭
—¿Qué hay que hacer ahora?— Preguntó Wonwoo mientras entraban en casa.
—¡Quitarme las zapatillas!— Chan se sentó en un pequeño escalón que había en la entrada de la casa y desabrochó los velcros de sus zapatillas para después dejarlas a un lado. —¡Listo, mami!
Wonwoo también se quitó sus zapatillas y las dejó al lado de las de Chan.
—¿Y ahora qué hay que hacer?
—¡Lavarnos las manos!— Chan se levantó de un salto del suelo y fue corriendo al baño, seguido de su madre.
Wonwoo le ayudó a subir a un pequeño banco para que Chan pudiera llegar bien al grifo del lavabo.
Después de lavarse las manos, fueron a la cocina.
—Mami, ¿qué vas a hacer hoy?— Chan se puso de puntillas, intentando ver qué había en la encimera de la cocina.
—Un poco de arroz y carne. Un cuenco de sopa también, ¿te parece buena idea?— Wonwoo sonrió.
—¡Sí, mami!— Dijo Chan emocionado mientras daba pequeños saltos. —Mami, ¿puedo ver dibujos mientras?
—Claro que sí.— Wonwoo encendió la pequeña televisión que tenía en el salón.
La casa no era muy grande. Era un pequeño departamento que consiguió alquilar antes de que Chan naciera.
Wonwoo no ganaba demasiado. Trabajaba como limpiador en varias casas, oficinas de vez en cuando, y cobraba por horas. Por eso mismo, apenas tenía para comprarle algún juguete a Chan de vez en cuando. Una vez que Chan se hizo un poco más mayor, tuvo que vender su cuna para poder tener algo de comer hasta final de mes. Y, desde entonces, los dos duermen en el mismo colchón en el suelo.
No eran las mejores condiciones para criar a un hijo, Wonwoo lo sabía, pero hacía todo lo que podía.
—Bebé, vamos a comer.— Dijo Wonwoo mientras colocaba varios cuencos y platos en la pequeña mesa del salón. Siempre ponía más comida en los platos de Chan. A él le daba igual pasar un poco de hambre con tal de que su hijo comiera bien.
Chan cogió su cojín favorito y se sentó frente a la mesa.
—Huele muy bien, mami.— Chan sonrió.
—Come con cuidado, bebé. Mastica bien.
Chan asintió mientras masticaba un trozo de carne.
—¡Mami!— Exclamó el pequeño de repente.
—¿Qué pasa?
Chan corrió a por su mochila de bob esponja para sacar un papel de ella y llevárselo a Wonwoo.
—El señor profesor me dijo que te diera esto, mami.
Wonwoo cogió el papel.
Excursión al parque de bomberos.
—Oh.
—Jeonghan hyung dice que vamos a un sitio muy guay y que tenes que escribir aquí.— Chan señaló a una parte del papel donde ponía firma.
—Cuando comamos lo escribiré. Ahora a comer.
Chan volvió a su sitio para terminar su ración de comida.
Después de comer llegaba la hora de la siesta.
—Hora de dormir un ratito, bebé.— Wonwoo le quitó el uniforme a Chan para ponerle el pijama.
—Pero mami, no tengo sueño.— El pequeño lloriqueo mientras su madre le cambiaba.
—Si no duermes ahora, tendrás sueño a la tarde y no podremos ir al parque.
—Pero mami.— Chan hizo un puchero.
—Intentemos dormir, ¿vale?— Wonwoo cogió a su hijo en brazos y empezó a mecerlo.
En cuestión de minutos, Chan ya estaba profundamente dormido. Wonwoo le dejó con cuidado en la cama y le arropó. Él no durmió. Aprovechó para limpiar la casa y colocar varias cosas, con cuidado de no despertar a su bebé.
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(*) Sí, Wonwoo es un chico. Sí, Chan le llama mamá. ¿Por qué? Porque me gusta y fin 🤠👍🏻
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Bittersweet • {Meanie}
FanficTener un hijo da la vuelta a toda tu vida. Y ese es el caso de Jeon Wonwoo. ◻️M-preg. ◻️Historia de mi autoría. 🚫NO ADAPTAR NI RESUBIR SIN MI CONSENTIMIENTO. 🥇#1 - seventeen 2021.09.28 🥇#1 - joshua 2021.10.20 🥇#1 - minghao 2021.11.23 🥇#1 - jun...