Aquella noche terminó demasiado bien, los cuatro jóvenes que asistieron la pasaron increíble. En el momento de irse Ni-ki se fue por su parte y los otros dos se ofrecieron a dejar a Eun-Young en su casa. La castaña preocupada le pidió al rubio que avisará al llegar a su casa, esa misma noche habían intercambiado números.
Sin embargo, ese mensaje nunca llegó.
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—Confió en que Ni-Ki sólo quiso faltar a clases. -hablo el australiano mientras se dirigian a la salida-
Eun-Young lo miro y apretó sus labios con angustia. —Le pedí que avisará, no lo hizo. ¿Y si le ocurrió algo?
—¿Porque tanta preocupación de repente en el? -Jake parecía bastante curioso-
Heeseung quien se encontraba a un lado de este lo codeo.
—Es normal sentir preocupación por alguien. -habló entredientes-
Eun-Young se limito a asentir sin soltar ni una palabra, seguía pensando en el japonés, que en este momento era su principal preocupación.
Tal vez Ni-Ki estaba bien y ella lo estaba exagerando, tal vez en verdad el rubio solo quiso faltar a clases. Pero tenía un presentimiento de que era más que eso.
—¿Saben donde vive?
Ambos chicos la miraron en silencio y después compartieron miradas que hablaban por si solas.
—No. -contestaron al unisono-
La chica soltó un suspiro derrotada y dejo que aquellos pensamientos malos salieran de su cabeza.
—¿Qué harán? -pregunto esta vez-
—Tenemos que ir a la práctica de fútbol. -contesto Heeseung-
Jake está vez se notaba más distante, su mirada iba pérdida en el piso mientras recorrían el largo del pasillo. La menor de estos camino más lento hasta quedar a la par del australiano y sostuvo su muñeca para llamar su atención, pues al parecer este estaba perdido en su propio mundo.
La castaña logró su objetivo cuando el chico la miro, pero para su sorpresa su mirada era opaca, ya no parecía tener el mismo brillo de hace unos instantes, antes de la mención del japonés.
—¿Sucede algo? -los grandes ojos de la chica lo miraron con curiosidad-
El sonrió ligeramente ynegó.—No sucede nada...
Eun-Young se puso algo sería mirando a su amigo, en el poco tiempo que ya llevaba conociendo a Jake podría saber con exactitud cuando es que este mentía o no, sus ojos eran su detector de mentiras.
—Algo sucede. -habló segura la menor-
Heeseung notó la tensa situación y no parecía querer ser partícipe de ella.
