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✓ “Dia de las Internacionales”.

—No es por decir que te apresures, pero estamos a tiempo límite para llegar al teatro, Se-on. —dijo Sungmin, tocando suavemente la puerta.

El grupo esperaba con mucha impaciencia a lo largo de el pasillo del hotel. Algunos decidieron no prestar mucha atención a su entorno para dedicar tiempo a sí mismos, necesitaban prepararse mental y físicamente para lo que se aproximaba.

—En realidad, te estamos diciendo que como no salgas-... —ahora hablaba Haneul, quién fue interrumpida por Eun-young sujetando su hombro.

—Estás nerviosa, ¿no es cierto? —preguntó mirándola con comprensión.

La pelirroja encontró su mirada por unos segundos, antes de que sus ojos bailarán de aquí para allá de manera intranquila. Sungmin les dirigió la mirada expectante, este no podía lidiar con los nervios de todo el grupo, así que agradecía a su líder y a Eun-young.

—Es sólo que me imaginé este día demasiadas veces en mi cabeza, y ahora que está sucediendo me siento rara...

Eun-young sabía perfectamente como se sentía, pero no quería demostrárselo demasiado a su grupo, tenía que ser quien apaciguara los nervios.

—Esos son nervios, Haneul. Y está bien tenerlos, es un día importante para todos nosotros, queremos hacerlo tan perfecto que sentimos la presión sobre nuestros hombros.

—Si... —soltó en un aludido susurro.

—No será fácil pero confío en nosotros, sea cual sea el resultado que logremos, estaré orgullosa de haber podido llegar a este nivel. —dijo la castaña, pasando su brazo por los hombros de su amiga.

Haneul le sonrió con sinceridad, demostrando su agradecimiento con un gracias en voz baja.

Luego de un rato, finalmente Se-on salió del cuarto. Algunos no pudieron evitar dedicarle una miradas llenas de malicia, al mismo tiempo que se encaminaban al ascensor.

 Algunos no pudieron evitar dedicarle una miradas llenas de malicia, al mismo tiempo que se encaminaban al ascensor

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—Hola.

Saludó el japonés dirigiéndose a su enamorada. Ella se encontraba recargada en una pared, mirando a la nada.

—Hola... —contestó con una pequeña sonrisa en cuanto lo vió acercarse.

Él se paró frente a la castaña, observando su semblante.

—No hace falta que pregunte para saber lo que sucede, ¿qué puedo hacer al respecto? —preguntó con una mueca.

—No lo sé, ha sido difícil apaciguar los nervios de los demás, fingiendo que estoy despreocupada cuando no es así.

—Si que es complicado, debes estar cansada...

Ella lo miró fijamente, conteniendose las ganas de soltar un suspiro de cansancio, sabía que no era la única sufriendo por ello.

˚˖𓍢ִ໋🦢˚ 𝗟𝖾𝗍'𝗌 𝗗𝖺𝗇𝖼𝖾 ♬ | Nιʂԋιɱυɾα Nι-ƙι ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora