No pisar las líneas de la calle, seguramente todos lo hemos intentado alguna vez en nuestras vidad. Como ahora mismo lo hacia Eun-Young, nadie podía negar lo tierna que se veía la chica dando pequeños pasos sobre las líneas mientras hacia su camino a la escuela.
Cualquier otro adolecentes se sentiría cansado de estar llendo a la escuela temprano, pero Eun-Young trataba de darle más ánimo a la vida levantándose con el mayor de los humores, su tierna sonrisa adornaba su rostro mientras tarareaba una canción.
Pero no se dio cuenta de lo muy profundo que estaba volando en sus pensamientos hasta que se dio un bastante fuerte golpe contra un poste, y para su mala suerte ya habia había llegado a la escuela. Sus compañeros de otros cursos y el suyo la miraban con burla, pero simplemente no le tomó importancia levantándose y sacudiendo su falda.
—Buena caída Eun-Young -se burlo uno de sus compañeros-
Ahogo las ganas de responderle mal y le sonrió —¿Verdad que si?
Mostró una sonrisa ladina antes de bufar y entrar a la escuela con la frente en alto, no le gustaba que la tratarán como el bicho raro.
—¡Oye tu!
Escucho a sus espaldas el llamado de alguien y supo que era a ella a quien se referían en cuanto sintió una mano en su hombro. Heeseung y Jake del equipo de fútbol escolar de encontraban enfrente de ella con un semblante preocupante.
—¿Que sucede? -pregunto con calma, ellos no eran los tipicos chicos que harian bullying-
Antes de que estos pudieran contestar sintió algo caliente sobre su cabeza y sin dudarlo llevo su mano a su cabeza viendo horrorizada el líquido rojo que salía levemente de su cabeza.
—Estas sangrando, ve a la enfermería urgentemente. -ordeno el más alto; Heeseung- Deja te llevamos.
El chico estironeo la mano de la chica puesto que esta estaba en un estado de Shock, ¿y quién no? Cualquiera se pondría así en su lugar.
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—Ella está bien chicos, no deberían asustarse por su amiga. -indico el medico-
—Ella...No es nuestra amiga. -recalco el australiano algo incomodo-
El doctor hizo caso omiso a sus palabras y guardó todas sus herramientas las cuales había usado anteriormente para desinfectar la herida de la chica. Luego se fue de allí dejando solos a los 3 jovenes.
—¿Porque me ayudaron? -preguntó Eun-Young sin mirarlos-
—¿Quien más crees que te quisiera ayudar? -pregunto el Australiano siendo callado enseguida por el mayor-
