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Más allá de la sorpresa de la chica, Eun-Young supo comprender a su compañero, pues no tenía a nadie más, se puso en sus zapatos y pensó que era realmente horrible. Así que no se pudo negar a su petición.

Después de dejar un mensaje a su madre para avisar que se quedaría en casa de una compañera de la Academia, cosa que inventó para que le dejará, emprendieron viaje a la casa de Ni-Ki.

—Llegamos, -hablo el rubio abriendo la puerta-, pasa.

El chico se hizo a un lado para que su acompañante ingresará a su hogar. La menor le sonrió ante su acto de caballerosidad y entró a la casa del japonés, siendo seguida por este.

—Siéntete como en casa, ¿Tienes hambre? -preguntó Ni-Ki-

—Un poco, no he comido desde el almuerzo... -sonrió apenada-

—No te saltes comidas, podrías llevar algunas barras de cereal para mantener la energía en las prácticas. Suele pasar que te debilitas por no comer suficientes carbohidratos.

—Y tu deberías cumplir tus horas de sueño. -le contesto siguiendo a su compañero a lo que sería la cocina-

El chico sonrió divertido.

—Extrañaba discutir contigo. -confesó-

Ella sólo le dio una sonrisa de boca cerrada, observando al chico. Ni-ki comenzó a sacar algunas cosas y un montón de ollas.

—¿Que haces?  -preguntó confundida-

—Cocinar, ¿No es obvio? -su comentario fue bastante ironico-

Eun-Young chasqueo la lengua y se cruzó de brazos sobre el mesón.

—Se paciente por favor, se que la paciencia no es lo tuyo pero bueno.

—Mira quien habla. -murmuro con gracia-

La compañía que se brindaban ambos joveñes era agradable, Ni-Ki cocinaba acompañado de la presencia de la castaña, entre bromas, pequeñas discusiones y risas.

—La comida está lista, ¿Choi, podrías sacar dos platos de la alacena?

Eun-Young hizo caso al rubio, haciendo la mesa, sólo para ellos dos.

—Voy a degustar su comida Chef Nishimura. -la menor tomo una cuchara y le dio un sorbo a la sopa de fideos del japonés- 

La castaña miro por unos segundos a su compañero, para después volver a mirar la comida.

—Está horrible...

La ilusión que tenía el japonés desapareció, sus cejas se curvaron con duda y miedo.

—¿De verdad? -preguntó decepcionado de si mismo-

El chico bajo su cabeza, apretando sus manos sobre su regazo y mordiendo sus labios en un intento de sacar el sentimiento amargo que sentía, el quería darle una buena impresión a su compañera acerca de su comida. Había escuchado tantas veces de su madre que su comida era deliciosa, ¿No era así? Creía incapaz a Eun-Young de mentir. Entre tantos pensamientos no se dio cuenta de que la castaña extendía su plato hacía el, para su sorpresa; vacío.

—Estaba deliciosa. -habló un vez termino de comer- ¿Podrías darme un poco más?

Los ojos del rubio volvieron a desprender ese brillo tan peculiar, parecía un niño pequeño. Aunque esa era la imagen que tenía Eun-Young de el, un niño pequeño, pero a pesar de serlo, este afrontaba sus problemas como un adulto, era algo que ella admiraba de Ni-Ki.

—¿Podrías dejar de bromear? Casí me matas del susto. -refunfuño el rubio, tomando el plato de la menor para servirle más-

—Disculpa. -musito soltando una risa silenciosa-

Recibió una mala mirada de parte del chico, pero después de eso pudieron comer en paz.

Después de comer, Ni-Ki le prestó algo de ropa a Eun-Young para ducharse, pues la práctica la habría dejado sudando

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Después de comer, Ni-Ki le prestó algo de ropa a Eun-Young para ducharse, pues la práctica la habría dejado sudando.

—¿Volverás? -le preguntó la chica, parada en el marco de la puerta-

—Esperaré que mi madre este en mejores circunstancias, no te desharás de mi tan fácil. Claro que volveré, ahora ven a dormir.

—¿Vamos a dormir juntos? -preguntó Eun-Young aterrada con la idea-

—Si, que hay de malo. Oh, tal vez te tiré de la cama, pero después no hay nada de malo. -el chico hizo una expresión de confusión-

La menor observó al japonés por un instante, no le quedó de otra más que aceptar. Eun-Young del lado derecho y Ni-Ki del lado izquierdo. Se quedaron dormidos después de una larga charla nocturna, tenían mucho que decirse, ponerse al corriente, etc. También que ambos estaban cansados y pudieron dormir bien en la compañía del otro.

[...]

Tenía que asistir a clases, mamá podría enojarse si se entera que no fui a clases. Espero también que hayas descansado, se nota que estabas cansado, también espero volver a verte~
Buen provecho.

Atte:Choi Eun-Young.

El japonés sonrió feliz al ver que la menor le había preparado el desayuno, aunque la hora ya variaba entre las 11 a.m y 12 p.m, lo disfrutaría demasiado.

El chico se sentó en la mesa y comenzó a comer su desayuno, siendo sus principales pensamientos su madre y la chica, desde que Eun-Young apareció en la vida de Ni-Ki está había dado un enorme giro.

De ahí en más, sus días mejoraron bastante. Haciéndole caso a la castaña, comenzó a hacerse tiempo para descansar y ver a su madre, las ojeras que habían dejado el cansancio comenzaron a desaparecer, también comenzó a practicar por separado y su madre se encontraba mucho mejor.

Desde aquel día en el que se abrió más con Eun-Young, se sentía mejor, más libre.

Pero algo que le desagradaba era que, la menor ya no había frecuentado en ir a verlo, también temia por como llevaba su relación con el australiano, el sabía bien lo que sentía el chico y de alguna forma le causaba terror.

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To Be Continued...

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