19

1.3K 140 25
                                    

—Eun-Young... -susurraron a su oído-

La castaña acomodó su rostro entre sus brazos mientras trataba de volver a su pacífico sueño.

—Que es esto, es el profesor Spinster. -expresó horrorizado el australiano-

Aquello si llamó la atención de la menor, quien se exalto recobrando la postura.

—Oye, porque mientes. -se quejó-

—En fin, ¿Vas a desayunar?

—No.

—¿No? -frunció su ceño- Anda vamos.

Eun-Young recordó cuando el rubio le dijo que no se saltara ninguna comida.

—Bien -contestó de mejor humor-

—¿Quieres leche de fresa? -le preguntó el mayor ya conociendo los gustos de la castaña-

Ella asintió fascinada con la memoria del australiano, pocas veces lo había mencionado pero el lo recordaba con exactitud.

Ella asintió fascinada con la memoria del australiano, pocas veces lo había mencionado pero el lo recordaba con exactitud

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Haz vuelto a ver a Ni-Ki? -preguntó Jake-

La menor negó ligeramente dando un sorbo a su bebida. Debido a las prácticas más intensas en la Academia y los abundantes exámenes en la escuela se le era imposible ir a ver al japonés.

—Iré a verlo hoy.

—¿Puedo ir contigo? -preguntó el chico en un tono raro-

—¿Quieres ver a Ni-Ki? -la chica lo miró con ternura-

—No, sólo quiero hacerte compañía.

Jake le dio una linda sonrisa a la menor, aquella acción provocó que las mejillas de la chica ardieran. Para Eun-Young cuando Jake sonreía se asemejaba a un lindo golden retriever, la debilidad de la chica eran los caninos.

—No sonrias así. -murmuro desviando la mirada con vergüenza-

Jake pareció sorprenderse por la actitud de la castaña, pero comprendió enseguida la situación. Una sensación cálida inundó su pecho. —¿Por qué? -preguntó juguetón-

La castaña volvió a mirar al australiano con atención, justo cuando iba a contestar sonó la campana salvandola.

—Ve a tu clase. -le dio un leve empujón-

El chico fruncio el ceño de mala gana. —Vendré por ti a la salida, esperame aqui e iremos a la casa de Ni-ki.

La menor sólo asintió dándole una cálida sonrisa. El chico se despidió de igual forma agitando su mano y saliendo del salón.

 El chico se despidió de igual forma agitando su mano y saliendo del salón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
˚˖𓍢ִ໋🦢˚ 𝗟𝖾𝗍'𝗌 𝗗𝖺𝗇𝖼𝖾 ♬ | Nιʂԋιɱυɾα Nι-ƙι ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora