˚˖𓍢ִ໋🦢˚ 𝗟𝖾𝗍'𝗌 𝗗𝖺𝗇𝖼𝖾 ♬ | Nιʂԋιɱυɾα Nι-ƙι ✔

26

Una jóven de cabello castaño se encontraba caminando hacía la escuela, su mente estaba en otro lado. Estaba pensando en la llamada que había tenido con el japonés la noche anterior, habían hablado hasta tarde y al parecer se habían quedado dormidos en el momento, ya que al despertar esa mañana su celular seguía en una llamada de unas aproximadamente 6 horas.

—Buenos días, Eun-young. -saludó un chico de cabello azul-

Heeseung y Jake llegaban a su lado por atrás, le había sorprendido un poco el repentino saludo pero después respondió de la misma forma.

—Buenos días chicos. -les dio una sonrisa-

—¿Quieres que salgamos después de clases? -preguntó el australiano mientras acariciaba la cabeza de la menor en forma de saludo-

—Seguro.

—Sólo tu y yo.

—¿Qué pasa con Heeseung? -preguntó la castaña confundida mientras volteaba hacía el chico-

—Tengo que ocuparme de algunas cosas. No se preocupen vayan sin mi.

Respondió Heeseung esbozando una linda sonrisa. Eun-young sólo asintió ligeramente, si su amigo lo decía estaba bien.

Jake también sonrió satisfecho, había planeado algo en caso de que todo saliera bien. Ambos chicos cruzaron miradas y chocaron los cinco, habían logrado su cometido.

—Apresurensen que vamos llegando tarde. -apuró el mayor de los tres, caminando con rapidez y siendo seguido por los otros dos-

[...]

—Choi, ¿Dormiste bien?

Preguntó Ni-ki llegando al salón con una pequeña sonrisa, tiró de la silla hacía atrás y tomó asiento en su lugar.

—Lo hice, por cierto. ¿En qué momento nos quedamos dormidos para que la llamada durará hasta la mañana?

—La verdad es que quién se quedó dormida eres tú. Yo sólo no quería colgar, mamá y Konon volvieron a Japón de antemano y estaba asustado de quedarme sólo, cuándo recibí tu llamada pude sentirme menos solitario. -confesó el japonés-

Las mejillas de la menor se tornaron en un ligero rojo al descubrir que había sido a propósito. Apartó la mirada de inmediato, fingiendo prestar atención a sus apuntes.

—¿Por que te sonrojas? -la miró con diversión-

—No me sonroje.

—¿Estás segura? -preguntó el chico con burla-

—Sólo cállate, el profesor va a empezar con su clase.

Y era cierto, en lo que estos habían estado hablando, un profesor de la asignatura de "Matemáticas" ingresó al salón, dejó su bolso en su lugar correspondiente y se paró en medio del salón con intención de comenzar con su clase.

—Está bien, te hago caso sólo porque eres tú...

Murmuró el rubio esperando una respuesta de la castaña, quién sólo le dio una rápida mirada con su rostro completamente rojo, aquéllo dejó satisfecho al japonés.