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Epílogo

23 de diciembre de 2022.

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Una fina capa de color blanco comenzaba a cubrir la ciudad de Seúl, al igual que las familias adornaban sus moradas dando la bienvenida a la fría época del año. Era época de vísperas navideñas, el invierno venía tomándole de la mano.

Eun-young caminaba distraídamente junto a Heeseung después de salir junto a dos de sus nuevos amigos. Luego de que Jake viajara a Australia y Ni-ki se quedara en Japón ellos dos se habían quedado solos. Aunque eso no duró demasiado, pues pronto conocieron a un dúo realmente encantador, sus nombres eran Sunghoon y Jungwon. Eran chicos bastante amigables con un sentido del humor similar al de ellos, por lo que era imposible aburrirse con sus ocurrencias.

La castaña sonreía nostálgicamente mientras se detenía en la vereda de su casa, finalmente habían llegado al final de su recorrido.

—¿Sucede algo? —preguntó Heeseung extrañado por su semblante triste, quería saber que tenía a su amiga así.

—No, solo pensaba en lo bonito que sería que los chicos conocieran a Ni-ki y Jake, creo que podrían congeniar bastante bien... —ella suspiró mientras sonreía, provocando un cálida sonrisa del mayor.

Heeseung la observó por un largo rato en silencio, recordando algo importante.

—He estado hablando con Ni-ki.

Ante la mención, ella prestó toda su atención a Heeseung, esperando escuchar buenas noticias.

—Creo que pasará las fiestas en Japón junto a su familia, parece que le va bien en la academia, los medios publicaron algunas cosas sobre él, poco a poco se está haciendo conocido, pronto podrías se novia de un bailarín talentoso.

La menor suspiró un poco decepcionada, más no dejó que eso le afectará demasiado. —Ni-ki ya es un bailarín talentoso, solo hace falta que le den una gran oportunidad para que las mentes maestras  puedan reconocer su talento.

—Es verdad, he visto a Ni-ki esforzarse por mucho tiempo como nadie, está donde merece estar pero también podría irle mejor, espero que tenga ala oportunidad pronto...

—Si...

—¿Y qué tal tú en la academia? —preguntó el peliazul mirando a su amiga quien tenía su mirada perdida.

Heeseung sabía de la decepción que tenía Eun-young consigo misma. Ver triunfar a Ni-ki la hacía feliz, pero también al haberlo considerado alguna vez su rival en el baile le hacía pensar que se había quedado estancada. Muchos de sus amigos recibieron algunas propuestas, algunos las aceptaron, otros las rechazaron, pero ella no tenía nada, nadie se había fijado en ella.

—Creo que me va bien, pero solo un bien a secas. El entrenador siempre trata de levantarme el ánimo diciéndome que en cualquier momento podrían llegar buenas oportunidades, pero no sé si para cuando lleguen sea demasiado tarde... —ella lo miró con una notable tristeza— Estoy empezando a perder la fe que tenía en mi...

El corazón de Heeseung se encogió en su pecho al escucharla decir eso, él que había visto ese brillo en sus ojos cada vez que la escuchó hablar de sus sueños, era su amiga y no quería verla que sufrir al no conseguir alcanzar sus sueños.

—No lo hagas, no digas eso Eunnie. Eres una de las mejores bailarinas que he conocido. ¿Viste los comentarios de la transmisión en vivo de su presentación en Las Internacionales? Fue subida a internet y su vídeo está lleno de comentarios preguntándose quién eres. Eres relevante para muchos y como tú has dicho con Ni-ki, solo falta que te den una oportunidad para que puedas brillar.