🍂 3. Tren a casa

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Los altos mandos del ejercito de Marley se habían reunido en aquella sala hecha escombros, la cual estaba tan destrozada que no tenía techo; entre ellos estaba Zeke, quien se mantenía callado, y Colt, quien también se mantenía callado y de pie a un lado como si fuese un guardia...o un florero.

El General Calvi era quien tenía la palabra en aquel momento:

– Perdimos cuatro años en la guerra por la autonomía de la península, y nuestros dos titanes casi son eliminados al tratar de acabar con la flota enemiga –se quejó.– "La sabiduría humana quebró la armadura de Marley" –arrojó el periódico sobre la mesa con los demás, y se sentó.– Eso reportan todos los países, alabando a la Alianza de Medio Oriente. ¿De verdad puede considerarse que ganó Marley? –recargó su rostro en una de sus manos.– ¿Qué significa esto, Magath?

– Que llegó ese momento, General. La humanidad superó el poder de los titanes –se levantó.– Mientras nosotros confiábamos en él y manteníamos una política colonial –caminó hacia la ventana.–, el extranjero se centró en desarrollar armas contra ese poder. Estamos experimentando los resultados de ese hecho. Aun así, los titanes seguirán reinando en combate terrestre por un tiempo –se acercó otra vez a su silla.– Pero si continúan desarrollando las naves aéreas, no tardarán en llover bombas –miró el cielo.

Todos miraron hacia el cielo también, atraídos por la sombra de un ave que en aquel momento voló sobre sus cabezas.

– Y entonces, los demonios de la Tierra sólo podrán mirar al cielo impotentes.

– ¿...No había ningún titán con alas?

Magath volvió a sentarse y miró a aquel superior.

– General, el poder de los titanes-

– Lo sé –interrumpió.– En un futuro próximo perderemos nuestra ventaja en la guerra. De hecho, ya vamos atrasados. Marley, el país de los héroes que derrocó a los demonios de Eldia, ya no es lo que era.

Zeke levantó la mano de pronto.

– Si me lo permite, General –habló, llamando la atención de toda la mesa.– Solicito su permiso para dar mi opinión.

– Habla, niño prodigio Zeke.

El rubio se puso de pie, miró nuevamente al General, y habló:

– Deberíamos retomar el plan de la Isla Paradis y recuperar al Titan Fundador –todos abrieron los ojos con sorpresa.– Como dice el Capitán Magath, Marley debe centrarse en desarrollar armas comunes. No obstante, dudo que otros países lo permitan sin más. Lo que necesitamos es tiempo para reorganizar nuestras fuerzas. Y para eso, Marley debe conquistar la Isla Paradis y proclamar que posee el poder de los titanes.

Calvi llevó una mano a su cabeza, tocándola con su dedo y mirando hacia otro lado, pensó un momento y miró de nuevo al niño prodigio.

– Sólo te queda un año de servicio, ¿Verdad?

– Sí. Pero me preocupa que Colt no herede todas mis habilidades como Titán Bestia –el nombrado lo miró.

El General volvió a recargar su cabeza en una mano.

– Ya veo. Quieres terminar en un año lo que no pudiste hace cuatro, ¿No?

– Así es, señor. Quién mejor para poner fin a los actos de Grisha Jaeger que aquel que fue su hijo una vez.

[Más tarde]

Tn entró a aquella habitación, se acercó a su novio y pasó sus brazos sobre los hombros de él, dejándole delante una taza de café y un plato con un sándwich. Galliard sonrió, tomó los brazos de la joven y los acercó a él para que lo abrazase.

Zeitgeist 🍂 Porco GalliardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora