Zeitgeist 🍂 Porco Galliard

🍂 Epilogo

[3 años después]

❝Han pasado tres años del día que se llamó la Batalla entre el Cielo y la Tierra.

Se perdieron muchas vidas. Y a los sobrevivientes aún los atormentarán heridas que no sanarán.

Tal y como temía, en un mundo que lamentaba sus pérdidas, los Jaegeristas formaron un ejército en Eldia que va ganando fuerza a diario. Temen el castigo de los sobrevivientes al otro lado del océano, por lo que la isla está unida.

Si ganamos, viviremos.
Si perdemos, moriremos.
No ganaremos si no luchamos.
Luchen.

Los titanes desaparecieron, pero los conflictos no.

Eren me contó el futuro que él conocía. Aunque no pudiera ver más allá, esto lo vio claramente. De seguro, el resultado no se debe sólo a las decisiones de Eren. Este mundo es el resultado de todas nuestras decisiones.

Hemos de luchar para evitar más luchas. Aunque nos alejemos de la paz de nuevo. No es la vida que él quería para nosotros, pero lo quisiera o no, ahora está en nuestras manos.

¿Cómo viviremos lo que nos queda? En este...mundo sin titanes.❞

Armin acabó de leer aquella carta. Reiner tomó una de las hojas.

– La letra de Historia es preciosa –olfateó el papel.– Y qué buen aroma.

– Ya lo dije, pero no desees a una mujer casada –regañó Jean, mientras peinaba su cabello delante del espejo.– Da repelús.

Pieck recargó los brazos sobre la mesa, para mirarlo.

– Tú pareces muy preocupado por tu cabello, Jean. ¿Quién te lo verá?

– Una estudiante que lee libros de historia –sonrió.

– ¿No querrás decir fotos de caballos?

– Es una pena que se te haya alargado la vida, Reiner.

Tn soltó una pequeña risa, mientras dibujaba en un cuaderno algunos diseños de ropa que se le ocurrían. La puerta se abrió, llamando la atención, y Annie ingresó a la sala.

– Ya se ve Paradis –cerró la puerta y se acercó a ellos.– ¿De verdad crees que salga bien, Armin? Destruimos el muro, traicionamos a la isla, y matamos a Eren, a quien adoraban. ¿Podemos ser embajadores en negociaciones de paz?

– A mí no me sorprendería que nos hundieran –comentó tomando la taza de té.

– Lo sé. Lo raro es que el barco siga a flote.

– Este es el papel de héroes que nos dejó ese idiota –los miró.– "Vivan mucho tiempo".

– No es tan divertido ser un héroe –comentó la rubia que dibujaba.

– ¿Es que subiste al barco pensando que regresarías con vida, Annie? –preguntó Connie.

– Obvio que no. Ustedes tampoco vinieron con la idea de suicidarse, ¿No?

Hubo unos segundos de silencio, hasta que Tn levantó un poco una mano.

– Yo sí –los miró.– Si me muero, me reuniré con mi prometido –sonrió.

– Deja de decir que quieres morirte, Tn –regañó el castaño. Ella rió.

– Nos dirigimos al infierno de nuevo. La Legión está llena de soñadores que no saben cuándo rendirse.