🍂 12. Antes de la tormenta

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[Día siguiente]

Galliard despertó, se removió un poco mientras abría los ojos, y miró a su novia. Tn exclamó sorpresa y se le abalanzó encima, abrazándolo fuertemente.

– T-Tn...

– Estás bien...Qué alivio... –murmuró.

– Estoy bien, tonta –sonrió, correspondiendo a su abrazo.– Soy un titán, me regenero rápido.

– Aún así estaba preocupada...Creí que el Usurpador te devoraría a ti también...

– No te preocupes, no dejaría que ese maldito me devore.

– Pock...

– ¿Tú estás bien?

– Sí –se separó un poco para mirarlo.– La bala me rozó, así que tengo un vendaje –tocó su brazo derecho, cerca de su hombro.– Tal vez me quede cicatriz, pero nada más.

– Es un alivio –sonrió.

El chico se incorporó, tomó a su novia por la cintura para atraerla hacia él, sentándola en su regazo, y la besó; la rubia correspondió, abrazándolo por el cuello.

– Pock... –rió, tomando la mano que él deslizó por su muslo.– Quieto.

– Pero... –hizo un puchero.

– Aquí no, bobo. Estamos en un hospital –lo besó.

– ¿Me puedo ir ya?

– Tonto –rió.

Él sonrió y le dio un pequeño beso.

– ¿Cómo están los demás?

– Pieck se encuentra mejor, se recuperó rápido. Reiner todavía está inconsciente, supongo que despertará pronto. Y...

– ¿Y...?

– ...Falco y Gabi persiguieron el dirigible. Gabi le disparó a uno de sus soldados que todavía estaba colgando, y usó su cuerpo para subir. Falco saltó con ella. Colt lo vio todo.

– ¿Quieres decir que...?

– Sí. Falco y Gabi están ahora en la isla...si es que no los han matado todavía.

– ...Maldita sea –suspiró, frustrado.– Lo siento mucho, Tn –sobó su espalda.– No te preocupes, seguro que siguen vivos...Traeremos a Falco de vuelta, ¿Si?

Ella tomó aire y asintió.

– Sí...él debe estar bien...

[Más tarde]

[Residencia Galliard]

Galliard salió de la ducha, colocándose una toalla alrededor de la cintura, se observó en el espejo, echó su cabello hacia atrás con una mano y suspiró; tomó otra toalla para secarse brazos y torso, secó luego sus piernas y se vistió con sus boxers y pantalón.

Colocó una toalla sobre su cabello, frotándolo para secarlo mientras se dirigía a su habitación, donde su novia lo esperaba sentada en la cama.

– Me siento refrescado ahora.

– Genial.

– Vamos a tu casa, deberías darte un baño también y cambiarte.

– Sí... –miró su ropa.– Llevo esta ropa desde ayer que fuimos al festival, luché con ella e incluso dormí. Me gusta, yo la diseñé, pero...siento que la uso hace meses –rió, mirándolo.– Vamos.

Zeitgeist 🍂 Porco GalliardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora