Zeitgeist 🍂 Porco Galliard

🍂 7. Festival

Tn llegó a casa de aquel militar de alto mando, tomó aire y llamó a la puerta. Esperó unos segundos, hasta que aquella fue abierta por una mujer con algunas arrugas en su rostro.

– ¿Señora Leight?

– Sí. ¿Puedo ayudarla?

– Soy Tn König. Mucho gusto –sonrió.– El Comandante Leight me pidió hacerle el vestido de novia a su hija.

– ¡Oh, sí! –sonrió.– Mi esposo llamó diciendo que vendrías a dejarlo –se hizo a un lado.– Pasa, por favor.

– Muchas gracias. Con permiso –entró.

La mujer cerró la puerta en cuanto al joven entró, y llamó a su hija para que viera el vestido. La joven eldiana saludó a la futura novia y abrió la funda donde traía el vestido, para enseñarlo.

– Woah... –murmuró, con las mejillas sonrojadas.

– Es muy bonito –miró a su hija.– Pruébatelo.

– ¡Sí!

La chica tomó el vestido y se dirigió al baño para cambiarse; al estar lista, salió y regresó a la sala para enseñárselo a su madre. La mujer sonrió, emocionada.

– Te queda perfecto.

– ¿Verdad~? –rió.

– Es hermoso –miró a la rubia.– Muchas gracias, señorita König.

– Fue un placer –sonrió.

La mujer buscó el dinero que su esposo había dejado para pagar el vestido, se lo entregó a la guerrera y volvió a agradecerle. Tn agradeció, tomando el dinero, y se despidió de ambas, para luego salir de aquella residencia e irse al cuartel militar, pues ya estaba llegando tarde.

[Cuartel]

Al llegar, Tn se dirigió con prisa a las escaleras y las subió rápidamente, con cuidado de no tropezar y caer pues llevaba zapatos con algo de tacón. Una vez arriba, se sobresaltó al ver a su novio esperándola, con dos tazas de café en sus manos.

– Gal...

– Buenos días.

– Hola.

– Llegaste tarde. Me preocupé al ver llegar a Colt y Falco sin ti.

– Lo sé, lo siento. Es que tuve que ir a dejar ese vestido.

– Ya veo –extendió una de las tazas.– Vamos, la reunión comenzará pronto.

– Sí –la tomó.– Gracias –le dio un rápido y pequeño beso.– Vamos.

– Adelante –sonrió.

[Noche]

Esa noche se llevó a cabo una elegante fiesta organizada por Willy Tybur, a la cual asistieron personas importantes de todas las naciones, tanto aliadas como enemigas.

Los cuatro guerreros cadete habían asistido también, pero para fungir de mayordomos.

– ¡Es increíble! –exclamó Udo.

– Los vi en los periódicos –dijo Falco.

– No hablen –regañó Gabi.– Hagamos lo que nos enseñaron a hacer –señaló.– Hay copas vacías. ¡A trabajar!

El cuarteto comenzó a correr, para levantar platos y copas vacías, llenar las copas de quienes seguían bebiendo, y demás.

[Residencia König]