🍂 20. Cielo y Tierra

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Mikasa observó a sus compañeros derrotados, Connie cargaba a Levi quien había sido herido y Jean colgaba sujetando la mano de Reiner para no dejarlo caer; frunció el ceño y gritó:

– ¡Venga! ¡Soy fuerte! ¡No importa cuántos sean!

Un ave voló a sus espaldas, extendiendo sus alas tras ella, y Gabi le gritó:

– ¡Estás en medio, Mikasa!

La pelinegra volteó, viendo una gigantesca ave, y subió a su lomo, sujetándose de la red que llevaba.

– ¡Sujétense!

Falco voló entre las costillas del enorme Titán de Ataque, esquivando los otros titanes que saltaban atacarlo, hasta que logró salir del esqueleto y se elevó en el cielo, alejándose.

El grupo miraba con sorpresa a las guerreras que habían venido a su rescate.

– Yo tampoco esperaba volar de verdad –confesó Annie.– Pero como funcionó, debíamos hacerlo...Me alegro de haber venido –esbozó una pequeña sonrisa.

– Esto es increíble... –sonrió Tn.– Colt estaría impresionado, dijo que el General Calvi había dicho algo de un titán volador –se agachó.– Bien hecho, Falco.

– ...Creí que no querías luchar más –le dijo Reiner.

– Sí, bueno...Prácticamente fui arrastrada –lo miró.– Pero estos enanos tienen razón –revolvió el cabello de la niña.–, no puedo dejar que el esfuerzo de mis compañeros y superiores queden en la nada...mucho menos el de Porco, Colt y el General Magath.

– ¿De dónde sacaste el equipo de maniobras? –señaló Connie.

– Es el que usé antes. Me lo saqué en el camarote del barco en que dormí, y se quedó ahí. Y bueno, ya que iba a venir...necesitaba algo que me ayude a moverme ya que no tengo un titán.

– Buen punto.


– Un ave... ¡Y la monta alguien! –señaló alguien.

Lenz y Leonhart voltearon, viendo aquel titán volador.


– ¿Por qué viniste tú también, Gabi?

– ¡Nos abandonaste, Reiner! Yo también puedo luchar.

– ¡Annie! ¡Tn! –las regañó.

La de ojos azules lo miró y regresó la vista adelante.

– El barco Azumabito se hundió –informó. Mikasa exclamó sorpresa.– No pudo soportar la transformación de Falco. Nada nos aseguraba que volara, pero Kiyomi nos dejó ir.

– Hemos de parar el Retumbar para pagárselo.

– Gabi...

– Se lo debemos –sonrió la de ojos grises.

– ¿Dónde está Ar...digo, Pieck?

– Los titanes apresaron a Armin y corre peligro –aquella exclamó sorpresa.– El que lo tiene debería estar por el coxis. Ayúdanos, Annie.

Ella sonrió algo nerviosa.

– A tus amigos de la infancia siempre los atrapan –miró hacia adelante.– Lo recuperaremos.

– ¿Y Pieck?

– Por el cráneo. Aunque quería hacer explotar la nuca, el Warhammer se lo impide.

– ¿Una explosión?

– Haremos ambas cosas al mismo tiempo –dijo Levi. Todos lo miraron, algo sorprendidos.

Zeitgeist 🍂 Porco GalliardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora