Alatz I ||Larry Stylinson|| Omegaverse

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Opsi, se me olvidó la dedicación jajajs, aleburga27 te dedico este capítulo ♡, gracias por darle amor a esto.

Harry volvió a observar lo lindo que era el consultorio donde estaban, paredes decoradas con dibujos y stikers de dibujitos animados.

Alatz volvió a respirar hondo, llamando la atención de Harry. El cachorro estaba con los ojitos entrecerrados, le habían suministrado un calmante leve para su lobo; para poder controlarlo, en lo que el medico se desocupaba. Un chico, que dijo ser residente, le aseguró que Alatz no tenía nada grave.

El Alfa movía su pierna de arriba abajo, no había extrañado tener que dar explicaciones sobre su cachorro, al final decidió ahorrase todo para el pediatra. Niall le había alcanzado la carpeta con la historia clínica de Alatz, cada detalle estaba en ella, Harry quería saltarse las respuestas.

Edward gruñó: La puerta se abrió, dejando ver a un muchacho que, evidentemente, era un Alfa. El médico le sonrió, con sus manos metidas en los bolsillos de su bata, se acercó a Harry.

-Buenas tardes, señor Styles. Soy Shawn Payne, voy a ser el encargado de su cachorro el día de hoy. -se presentó. El chico extendió su mano, Harry la observó y rechazó el saludo desviando la mirada.

-Harry Styles. -. Harry centró su mirada en Alatz.

Conocía a los pediatras, ellos solo veían a su hijo como un individuo «que sirve para avanzar en la ciencia», no empezaría a confiar en ellos ahora.

-Lo sé, tranquilo. No eres el primero que no me quiere aquí. -habló animadamente Shawn-Ahora..., voy a proceder a revisar a este hermoso cachorrito. -. El medico caminó a paso lento hasta la camilla donde descansaba Alatz, afinando su oído: buscando algún indicio de gruñido o movimiento-. Hola, cielo.

Alatz lo observó con rapidez y le sonrió apenitas, alzando su manita en forma de saludo.

-Vaquita... -soltó Alatz bajito, sin levantar la cabeza de su almohada. Shawn le sonrió, se miró su propia bata, señalando la pintura de una «vaca» que le habían hecho ahí sus sobrinos-Unicornio.

Shawn soltó una risita y ladeó su cabeza con una sonrisa. Asintió varias veces, alzó sus cejas y dijo:

-Sí, Cielo. Eso son, o eso dicen mis sobrinos. -. Shawn movió con lentitud las manos hasta el infante. El rumor de un gruñido lo hizo enderezarse y sonreír-. Ahora voy a moverte, para poder examinarte... -. Lo tomó por debajo de sus bracitos y lo sentó-. Eso... eres un buen cachorro.

-Si. -susurró el rubio, desviando su mirada cansada hasta su padre. Harry aun estaba recargado en la pared a unos pasos de la camilla, tenía los brazos cruzados, Alatz le sonrió suave y devolvió la mirada hasta su doctor.

-Voy a revisar tu cuello, cielo. -anunció el pediatra, observando de reojo los rasguños en la nariz del cachorro. Shawn bajó apenas la remera de su paciente, suspiró al encontrar lo que esperaba-. Muy bien... Vamos a escuchar tus latidos, ¿hmm? -. Alatz asintió con una sonrisa.

-Heles como Alfa. -murmuró Alatz, ganándose la mirada de los dos adultos en la habitación.

-Porque lo soy, Campeón. -contestó Shawn, al tiempo que se descolgaba su estetoscopio del cuello, se lo enseñó a su paciente-. Con esto voy a escuchar tus latidos... -explicó. Harry puso los ojos en blanco y bufo enojado.

-Él sabe para qué es, ¿sabes? No es la primera vez que lo chequean. -espetó el rizado. Shawn volteó a mirarlo, solo tardó unos instantes en volver a sonreír.

Edward quería saltarle al cuello, morderlo hasta que no respire. Esa sonrisa tatuada en su cara le provocaba ganas de gruñir. La resiente ausencia de su cachorro y lo acontecido horas atrás, no hacían de ese el día correcto, para que un Alfa cualquiera este tan cerca de su hijo.