Alatz I ||Larry Stylinson|| Omegaverse

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Harry cerró otra caja con cinta y suspiró. Llevaban dos días empacando cosas y ropa. Los muebles serían movidos por profesionales y Niall no dejaba de sacarle fotos a la casa.

El Alfa rizado se movió hasta la habitación de Alatz, la cual estaba intacta. El cachorrito no estaba para nada contento con lo que iba a suceder.

Así que ahí estaba, discutiendo con el cachorro otra vez.

-Alatz no tendremos esta conversación otra vez. Soy tu padre y harás lo que yo diga, punto.

-¡No! Tú me vas a llevar lejos de casa.

Harry caminó hasta los cajones de Alatz y comenzó a sacar la ropa. Mientras tanto Alatz había comenzado a llorar. Cuando el Alfa tuvo toda la ropa sobre la cama comenzó a doblarla.

-P-papá. ¡Ba! -el Alfita tomó la pierna de su padre mientras dejaba salir lágrimas gruesas y empezó a tirar de ella. Harry se puso a su altura.

-Ali basta. Vamos a viajar. Tendremos una casa nueva y una gran, gran habitación para ti ¿No quieres una habitación más grande, para poner todas tus pinturas?

El cachorrito siguió llorando y entre sus lagrimitas e hipidos intentaba hablar.

-N-No. No quiero. M-Me quiero quedar aquí, en casa. Con m-mis cosas y-y nuestro nido.

-Ali... ¿No quieres ir a ver a tus abuelos? Ellos te extrañan mucho.

-S-sí. Pero... mis güegües s-son Omegas. No me gusta, ba.

-Alatz debes entender que los Omegas también existen y no puedes estar apartados de ellos siempre.

-Pero tengo que encontrar... -Harry lo interrumpió.

-Eso puede pasar en cualquier parte, corazón.

Alatz lo observó a los ojos, con un pucherito y una expresión triste. El Alfita asintió y se dio media vuelta para caminar al otro lado de la habitación donde estaba su nido personal.

Alatz estuvo acurrucado dentro de él todo lo que resto del día. Ni siquiera dejó entrar a James en su forma física, Alatz solo se quedó ahí en silencio

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Alatz se encontraba profundamente dormido en los brazos de Niall, llevaba un jardinerito de jean con una camisetita blanca.

El Alfita babeaba el hombro de su tío un poco y su respiración tranquila era acompañada por ronquiditos bajitos.

Harry conducía en dirección al aeropuerto, quizás apretaba de más el volante y su mente estaba en la carretera, a la vez no...

-Harry. -el Alfa parpadeó varias veces y desvío apenas unos segundos la vista para observar a su amigo. Indicándole que podía continuar.

-Dime.

-¿Que va mal? ¿No estás seguro de viajar?

-No, digo sí.

-Harry...

-Si. Si quiero viajar. ¿Por qué no hacerlo? ¿Uhm?

-Algo te preocupa. ¿Qué es? -Niall se removió en su asiento y Alatz apretó el agarre de su puñito en la tela de su pecho.

-No mevas... -murmuró entre sueños Alatz, restregando su naricita en la camisa de Niall, su respiración se hizo lenta otra vez y supieron que estaba dormido otra vez.

Harry dio un largo suspiro.

-Alatz no tolera a ningún Omega aún... Eso es lo que me preocupa.

-Oh. Eso... No deberías sacar conclusiones, Alatz es muy pequeño para pensar que esto es permanente.