🍂20🍂 Tierra

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La segunda semana había llegado.

Louis estaba encerrado en el baño de su casa, negándose a salir.

-Louis, no debes temer. Cuando aceptaste el cortejo sabías que este día llegaría. -explicó Shawn con suavidad.

-¡No quiero!, ¡no pensé que llegaría tan pronto!

-Omega, tu-

-¡No me llames así!

-Bien... Louis. Tu Alfa te espera, cielo. -. Shawn agudizó su oído, lo escuchó sollozar bajito del otro lado de la puerta-. ¿Quieres parar el cortejo?

Shawn no obtuvo respuesta. El Alfa bufó, tenía que avisarle a Harry que Louis no iría. Cuando se estaba por alejar de allí, la puerta se abrió con rapidez.

-Quieto ahí. -murmuró el Omega, Shawn volteó a verlo. Tenía los ojos hinchados y su labio temblaba-. No quiero parar.

-Pero no estás listo para esto. Tú lo dijiste, no debes hacer nada que no quieras. -. Shaw se acercó y tomó las manos de su hermano-. Un cortejo es algo importante, cielo. Está diseñado para que aprendas a confiar en el otro. Si sientes que aún no está preparado para lo que sigue, para ahora.

-Estoy listo. C-confío en él, pero no en mí. Yo... sé que él me ayudará a superarlo. Creeme, Susu. -. Shawn suspiró y dejó un besito en las manos del Omega-. Puedo hacerlo...

-Te creo.

🍂🍂🍂

Louis llevaba media hora en el auto, con los ojos vendados, Harry dijo que lo que venía tenía que ser sorpresa.

-Alfa, ¿falta mucho? -. Louis se mordió los labios-. No me gustan las sorpresas, Harry.

-No falta casi nada. -respondió el Alfa, sonreía al ver como Louis jugaba con la ventana, su dedo apretaba el botón de esta. El vidrio bajaba y subía, como casi todo el viaje.

El auto se detuvo, Harry pidió paciencia a su Omega y bajó, en busca de sacarlo del auto. Abrió su puerta y lo guio fuera, dejándolo frente a lo que quería que vea. La venda fue retirada.

Louis abrió sus ojos, parpadean para acostumbrar su visión a la luz. Se quedó embobado contempló el campo de girasoles frente a él. Sintió las manos de Harry sobre sus hombros y respiró profundo.

Se tomaron las manos y caminaron a través de un sendero, por en medio de los girasoles. Al final del sendero había una silla de madera y mesa preparada: donde reposaban sus pertenencias, era cubierta por un mantel verde.

Ambos se pararon junto a ella, Harry tomó la manta que estaba sobre la mesa y cubrió la silla con ella, tomó la mano del Omega y este se encamino hasta la silla, sentándose allí. Harry fijó su vista en el anillo con una piedrita verde, que reposaba en una almohadita de tele sobre la mesa. Lo levantó con cuidado y se movió hasta estar frente al Omega.

Harry cayó de rodilla frente a él.

-Una semana pasó desde que aceptaste unirnos. -comenzó Harry, mirando a su amor a los ojos-. Llegó la hora de afirmarnos en nuestras promesas. La tierra es: fuerza. Fuerza es lo que buscamos, lo nuestro resistirá, seremos persistentes en nuestro lazo.

-Prometo mantenerme fuerte, por ti..., por mi..., por lo nuestro.

Harry le sonrió.

-La manta que hoy te entrego simboliza la fertilidad, Omega. Debemos cuidar de nuestro compromiso, como si este fuera una planta. Tú, darás vida a nuestra familia. Darás vida a un hogar muerto. Serás la madre de mis cachorros, y el dueño de mi mente desde este momento.

Alatz I ||Larry Stylinson|| OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora