Entre Ellos ✓

Capítulo 12

Savanna Líncon

— ¿Dónde estamos? — Charles avanza por el sendero con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón. Hace unos diez minutos nos bajamos de su auto y ahora nos rodeaban árboles y pequeñas florecillas silvestres.

— Hemos llegado — entrelaza nuestros dedos y trago en seco por el calor que emana su piel contra la mía. 

— ¿Es un hospital?

Miro el enorme local que está ante mis pies. Personas de diferentes edades con la misma ropa color gris pasan el tiempo en un jardín, mientras enfermeros los vigilan a distancia todo el rato.

— Algo así — se encoge de hombros y el aire juega con su oscuro cabello — Es una institución para aquellas personas que tienen algún que otro trastorno e incluso a intentado acabar con su vida.

No entiendo a esas personas, yo aprovecharía hasta la última bocanada de aire para agradecer al universo por mi instante en este mundo.

— ¿Por qué estamos aquí?

—  Quería pasar el día contigo, pero también tenía que verlo a él.

— ¿Él?

— Mi hermano está internado aquí.

— Yo no sabía que...

— No tendrías porque saberlo, está desde muy pequeño aquí. Nunca me ha gustado hablar sobre él, muy pocos saben de su existencia. 

— ¿Por qué me lo cuentas?

— ¿Dejarás de preguntar algún día?

— No lo creo — ladeo la cabeza — La curiosidad es mi pasión.

El teléfono me vibra en el bolsillo y lo apago cuando se ilumina el nombre de Samuel en la pantalla.

— Dígamos que eres especial.

— Yo creía que solo querias... hacerme el trabajito.

— Eso también Savanna, pero me transmites confianza.

Quiero besarlo, es lo único que pasa por mi cabeza y de seguro a él le da igual. Esto no puede ser real.

Joder.

— ¿Tu hermano... — me callo, no sé cómo preguntar.

— No asimiló muy bien la partida de papá.

Se que ya no quiere hablar más del tema, así que me mantengo en silencio y pasamos recepción. Me quedo sola un tiempo esperando por Charles que se va con la doctora que supongo que es la de su hermano.

#

Charles frena el auto de repente, miro a través de la ventanilla y estamos en un pequeño parque, cerca de mi casa. Se baja rápidamente y no hago más que seguirlo. 

— ¿Cómo está tu hermano? —rompo el silencio que había desde que regresó de verlo.

— Mucho mejor — camina a mi lado.

— ¿Por qué nos detuvimos aquí?

— Quería caminar y hablar un poco.

Caminamos en dirección a mi casa.

— Cada vez que voy mis esperanzas aumentan — me dice — y siempre la respuesta es la misma: Está mejor, pero aún no es suficiente. ¿Cuando será suficiente?

— Por primera vez en la vida no sé que decir.

— No tienes que decir nada — me interrumpe — Tu presencia me ayudó bastante.

Estoy conciente que su único interés para conmigo es ser mi primera vez, pero como evito sentir todo lo que me provoca este chico con una sola sonrisa.

— Charles yo...

— ¿Qué?

Me mira y me pierdo, yo que se lo que iba a decir, cuando él está cerca mi cerebro no reacciona, así que como la estúpida que soy lo tomo del cuello de su camisa y lo beso.