Savanna Líncon.
Dios mío lo estoy besando.
Lo había tomado por sorpresa cuando estampé mis labios contra los suyos, solo le costó segundos para corresponder aquel beso con desenfreno.
— ¿Por qué lo has hecho? — pasa un mechón cabello por detrás de mi oreja.
— Ahora quién pregunta eres tú — me burlo nerviosa.
— ¿Me vas a dar una respuesta? — insiste.
— Quería hacerlo — le digo.
Ladea la cabeza.
— Eres increíble — sonríe.
Acuna mi rostro entre sus manos y me besa. Sus labios se posan sobre los míos, juega con mi lengua y suelto un jadeo inevitable.
— Yo también quería hacerlo — se encoge de hombros. — Debo confesarte una cosa, bueno en realidad son dos.
— Dime.
— La primera — se empieza a reír — Yo sé que eres Anónima25.
Me muero.
Serio creo que me estoy muriendo lento y dolorosamente.
— Yo... bueno es que...mira — Joder.
— Cuando tu teléfono cayó al suelo el día que chocamos en el instituto, reconocí el user en tu móvil, pues até cabos y me di cuenta que eras tú.
— Por favor no le digas a nadie.
— Tu secreto está a salvo conmigo. Lo prometo.
— ¿Lo segundo?
— Me pediste sexo sin pensarlo el día en que hablamos, debo admitir que me sorprendió bastante.
— ¿A dónde quieres llegar?
— Al principio era solo eso pero...
— Eres un mierda — le interrumpen — Una apuesta, que estúpido.
Samuel llega hasta nosotros con los dientes y nudillos apretados.
— ¿De qué hablas?
— Hablo de que esté imbécil les contó a todos que le pediste que estubiera contigo y después apostó que te enamoraría.
— Puedo explicarlo — el castaño intenta hablar.
— Es irónico yo te envidiaba, ojalá y ella sintiera por mí la mitad de todo lo que siente por tí.
Me quedo callada procesando todos lo que está pasando y ahora no se que hacer.
Charles me toma de las manos y doy un paso hacia detrás.
— ¿Tú estás enamorada de mí?
Las palabras no me salen y siento un nudo en mi garganta.
— Claro que lo está — vuelve a hablar — Lleva toda una vida enamorada de tí.
— No hablé contigo — el castaño le ladra — Esto no es asunto tuyo.
— Me meto porque Savanna es mi amiga.
— Te metes porque estás enamorado de ella, el papel de amigo protector no te queda bien.
— ¿Samuel eso es verdad? — es lo único que puedo decir — ¿Tú estás enamorado de mí?
— Savanna yo...
— Admitelo — Charles lo reta.
— Cállate.
Todo ocurre tan rápido que logro reaccionar cuando los veo a los dos en el suelo lanzándose fuertes golpes.
— Paren ya — les grito — Se van a hacer daño, joder.
Rompo a llorar sin poder evitarlo y no hago más que correr sin rumbo mientras las lágrimas se deslizan por mis mejillas, intento escapar de toda esta mierda por unos segundos.
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Entre Ellos ✓
Teen FictionAntes "No quiero ser Virgen" - Que quiero acabar de perder la virginidad ¡ya! -le hablé a mi mejor amiga. - Yo puedo hacerlo -respondió una chica de pelo azul, vestía de negro y llevaba perforaciones en su rostro-, tengo la casa solo hoy. - ¿Si m...