cap. 36

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Cap. 36

Narra Justin.

Salgo de mi departamento como nuevo cuando me doy cuenta que las puertas del ascensor se abren y aparece la silueta de Parker y sus hombres... Esto no va bien, cuando hace visitas así, hay que temer.

-Justin, ¿hombre, vas de salida? - asiento. - bueno, devuélvete que tenemos que hablar. - lleva su puro a la boca, ruedo los ojos y abro la puerta nuevamente.

- siéntate, ¿te traigo algo de tomar? - pregunto.

- algo suave. - asiento y me voy a la cocina en busca de algo "suave". Sirvo un poco de whisky con hielo, es lo más suave que conseguí, se lo doy y me siento al frente de él.

- suelta - hablo serio. Respira profundo y deja el vaso lleno de alcohol en la mesita y me mira con paciencia.

- es grave, alguien nos está pisando los talones. Ayer nos dimos de cuenta que te persiguen Justin. - Abro los ojos sorprendido - Justin, ¿sabes en que trabaja tu novia? O mejor dicho: ¿sabes quién es ella? - se levanta. Hago lo mismo. - yo como tú, no me fio de ella. Ayer, vimos como un hombre te perseguía, el carro llego atrás tuyo y luego se largó. - camina hasta la puerta y lo sigo. Toma la perilla y abre la puerta. Antes de irse me mira y dice: - tienes que tener más cuidado, las cosas no están bien, Justin. - con eso se va, dejándome con una gran duda.

¿Persiguiéndome? ¿Quién? No creo que mi novia este tras de todo esto, ella es muy dulce e inocente, confío en ella más quien a nadie en la vida. Ella no me traicionaría a pesar de todas las cosas que le he hecho. Más bien yo soy la que no la merezco, casi por culpa mía ella no está viviendo con su madre, su padre la odia más, sus amigas la han abandonado y unas de ellas se acostó conmigo en una noche de copas, no sé cómo decirle eso, no sé cómo hacer que Diana perdone a Jennifer. Parker, no es nadie para juzgarla así, él no sabe quién es ella, él no la conoce como yo la conozco...

Esto es un infierno de vida, no tengo más opción en cuidarme, estas visitas él no las hace por hacerlas, pero descarto toda posibilidad en que Diana este en este mundo.

Respiro profundo, tomo las llaves de la Ducati y busco el casco en el cuarto de Ryan, ese hombre está algo perdido con su noviecita, tendré que jalarle las orejas cuando lo vea. Salgo del departamento y cierro la puerta. Pulso el botón del ascensor, espero unos minutos. Al abrirse las puertas me encuentro con Diana, me sorprendo cuando la veo... No sé qué decir.

-hola - dice con una sonrisa.

- hola - sonrió como un estúpido. - me imagino que no me vienes a visitarme, ¿verdad? - ríe.

- estas en lo cierto. Vengo hablar con mi madre. - hace una mueca.

- oh - hago una fina línea con mis labios y la dejo pasar. Ahora soy el que está en el ascensor y ella en el hall.

- deséame suerte. - me dice con una gran sonrisa. Sonrío también.

- suerte y espero encontrarte cuando regrese. - le guiño el ojo. Niega con la cabeza, piso el botón de planta baja y antes que se cierre las puertas, ella dice:

- suerte con eso. - y lo que veo es que se da la vuelta y camina a su antigua casa. El ascensor me lleva hasta el destino que tiene que llevar a los pasajeros y yo salgo muy contento silbando una canción. Voy hasta el estacionamiento y me monto en la Ducati roja con negro me pongo el casco y hago que vuelva a la vida. Salgo a la calle y me encuentro en la esquina con un Audi R8, negro y un chico apoyado en el carro fumándose un cigarrillo. Eso me recuerda lo que me dijo Parker y cuando Diana y yo terminamos, sin mal no recuerdo creo que la vinieron a buscar y dejar con mismo modelo de carro como esto.

Perfect CrimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora