cap. 12

102 8 1
                                    

Cap. 12

-hija, levántate. Llegaras tarde a clase.- mamá me mueve, perezosamente me volteo. Veo a mi madre sorprendida.- ¿Qué te paso?- en su voz noto su preocupación. Suspiro.

-tuve un accidente.- no quiero que se entere de la verdad, eso implicaría la verdad de Justin.

-¿en el auto?- eso si es lejos y hasta peor.

-no.- me levanto y me siento en la cama.- me caí por las escaleras, mi hermano me trajo.- ¿en qué mentirosa me he convertido?

-¿y Justin?- ¡demonios! ¿Lo tenía que nombrar?

-ah… eso. Hemos terminado- bajo la mirada.

-lo siento, mi niña- se sienta a mi lado y me envuelve en sus brazos. Suspiro.- tenemos que ir al médico y sin peros.- se levanta, me quejo. Me duele el pecho, que raro.

-tienes que tener reposo, la costilla solo sufrió una fisura. Sobres tus morados, vas echarte una crema, tomen. Aquí tienen los nombres de las medicinas para la inflamación y el dolor. Por lo menos debes de tener quinces días de reposo, cero fuerzas Diana.- bla, bla, bla. Estas son unas de las razones que no me gusta venir al médico.

-gracias, y claro que tendrá reposo.- dice mi madre, se levanta y se despide del doctor. La sigo, salimos de aquel infierno.

-¿y ahora?- pregunto.

-vamos a la farmacia. Tenemos que comprar los medicamentos.- asiento, nos montamos en el auto. El camino se hace largo, me pongo mis audífonos, “red” de Taylor Swift, invade mis oídos, pero es lo único que puedo hacer. Tengo que olvidarme de todo esto, necesito irme a otro lugar, lejos de todo el mundo. Quitarme esta nueva tristeza que me invade. Pero que rabia me da, caí en su juego, en su tonto juego; Salí herida, salí lastimada y el gano el premio, solo estaba esperando una excusa y la encontró. Llegamos a la farmacia.

-vamos- se desabrocha el cinturón.

-no, ve tú. Te espero.- digo mirando al frente.

-vale. No inventes tonterías.- asiento, sigo mirando al frente. No quiero hablar con nadie, no quiero ver a nadie, quiero estar sola en mi burbuja. Nunca debí salir de ella, nunca debí salir de mi mundo de fantasía. Mi mundo era: terminar mis estudios de secundaria, pasar las vacaciones aquí e irme a una universidad de otro país, ser exitosa en lo que me gusta, y si el destino me cruzaba con alguien especial, no dejaría la oportunidad pasar… Pero creo que me enamore de la equivocada, que patética soy. ¿Ese no es Justin y Ryan? Miro bien… Si, son ellos, ¿Qué hacen en la farmacia? Oh, sí. Es capaz que Justin con tanta emoción, se le olvido ponerse el preservativo, ruedo los ojos. Me pongo mis audífonos y cierro los ojos, nos los quiero ver y no quiero escuchar mis pensamientos. Oigo un golpe. Abro los ojos, es mamá que entro al auto.

-adivina a quien vi.- dice, se pone su cinturón.

-a Justin y a Ryan.- digo sin ánimos.

-¿Cómo lo sabes?- pregunta. Me encojo de hombros.

-los vi salir de la farmacia.-

-sí, Justin no me dijo nada, en cambio Ryan me saludo.- enciende el motor. La miro y bufo.

-mejor.- sigo mirando al frente, el auto de Justin se ha ido. Qué bien, mucho mejor.- vámonos madre, quiero descansar, me duele algo la costilla.- me toco la costilla, sí que duele, ayer no me dolía, me dolía era otra cosa.

Llegamos al edificio, abro el portal para que mi madre pase y luego yo, pulso el botón para que baje el ascensor. Entramos y marco para que nos lleve a nuestro piso.

-debes cuidarte mejor. Nos puedes hacer ninguna fuerza, lo que hiciste no lo puedes hacer, esa puerta del portal pesa mucho para que la sostenga.- me regaña mi madre, solo la mantuve para que ella pasara. No puedo creerlo, si esto va hacer así, entonces me encierro en mi cuarto durante las dos semana de reposo. Llegamos al piso.

-lo sé, no empieces, solo lo sostuve, no lo cargue. No estoy invalida.- al mirar al frente, me encuentro con Justin y Ryan, ¡mierda! Lo que me faltaba.- fin de la discusión.- digo y salgo del ascensor rápido, sin mirar atrás abro la puerta de la casa y entro. ¿Por qué no se busca otro departamento? Es mejor.

 comente y voten, no sean malos o malas

Perfect CrimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora