Cap. 47

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Mis Gasparines! Vivo últimamente pidiendo disculpas, ya deben estar odiándome y dejándome de querer XD. La verdad, es que tengo tarea y cuando no llego a descansar ya que vivo a dos hora da la universidad en la que estudio, o sea que es un viaje largo y sin carro propia en casa, toca ferrocarril. Así entiendame un poco, entiendo que también los capítulos son cortos pero llego cansada. 

Le digo esto, porque siento que le debo una explicación porque tanto la tardanza en subir, no es para excusarme todo el tiempo y poner una excusa nueva, esta es la verdad. Les quiero, disfrútenlo, voten y comenten. No me ignoren! 

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– Déjate de tonterías – sus palabras son bien pronunciadas con rabia. – Ellos te están manipulando para que digas eso, ¿verdad? – Aprieta la mandíbula, la cara esta roja por la furia que carga - ¡Eses el famoso trabajo que tienes! – Golpea la mesa haciéndola temblar – ser una de ellos – sisea - ¡¿Qué te paso por la cabeza?! – frunce el ceño, sus ojos se tornan negro. Su rabia crece, mientras que yo sigo estática viéndolo.

Frunzo el ceño. Me monto en la mesa y empiezo a patear cada plato, cada vaso, cada copa, utensilio, todo a mi paso lo voy partiendo con odio. Me detengo al frente de Justin.

– Mi querido Justin – intento sonar sensual pero su ingenuidad, me irrita. – Soy la líder, grábatelo – susurro para que solo él me escuche. Sigo mi camino rompiendo lo que hay en la mesa. Llego a Parker y saco mi falcata. Me agacho, le apunto con el arma blanca. – ¿sorprendido? – Mi boca se forma una sonrisa burlona – ¿te acuerdas que vine siendo la novia de Justin? – Toco su garganta con la punta de la falcata – ahora vengo como líder, vengo a enseñarte como un hombre se debe defenderse a cuerpo – empujo más la punta a su cuello – ¿te gusta la idea? – los ojos de Parker me gritan miedo, eso lo que quiero.

Saco una sonrisa burlona y alejo la falcata. La guardo y me bajo de la mesa.

– Diana, deja de jugar – con tan solo oír su voz grave y fuerte, me hace imaginarme que lo que está sintiendo. – Este no es tu mundo, esta no eres tú – sisea. – Le harás daño al bebé – me giro en un nanosegundo al escuchar aquello. Lo enfrento, Justin me mira preocupado y a la vez con rabia.

– ¿Quién eres tú para decirme que debo hacer y qué no? – suelto las palabras con rabia. Justin sorprendido frunce el ceño de manera exagerada y me toma de los brazos.

– Soy el futuro padre de ese bebé – sisea. – Y te digo que no te quiero ver estas cosas – mis ojos se cristalizan, nunca en mi vida había visto a Justin así, en sus ojos me muestra su rabia. Su mirada tan ida y fría.

Un escalofrío recorre por mi espalda y trago gordo. Los cierro y puedo escuchar al fondo de esta escena entre él y yo, a Raúl diciendo que esto será nuestro fin. Eso para mí fue un detonante. Este no será nuestro fin, me ha costado mucho llegar aquí y no voy a dejarme dominar por una rabieta de este. Abro los ojos y lo miro directamente a sus ojos marrones.

– Suéltame – susurro – Suéltame Justin, es lo mejor para ambos – mi voz es suave. El hombre hace caso y me río como loca desquiciada. – Viste como soy la líder. Me hiciste caso, que más que eso para que se te grabe.

– Esta loca – intenta agarrarme pero soy más rápida y estoy fuera de su alcance.

– Otro loco reconoce a otro loco – sonrío burlona. Toco la punta de la falcata con la yema de mi dedo índice, subo la mirada divertida. – ¿Eres loco Justin? – pregunto con tono suave y ronco. Me doy vuelta y lanzo el arma al cuadro que está al frente de nosotros. Se clava al centro de este, sonrío. Me volteo – Hice una pregunta – alzo la ceja derecha seriamente.

– Ya deja el juego – aprieta los dientes y traga fuerte. Frunzo el ceño.

– ¿Quién dice que estoy jugando? – me acerco a Jeremy. – Jeremy, por favor mata a Ryan. – digo en voz alta y dulce. Puedo sentir su cuerpo tensarse a tal orden, sabe que no vamos a matar a nadie. Porque no es parte del plan, pero quieren juego, lo tendrán.

Jeremy obediente. Se acerca a Ryan, saca una daga y se va detrás del chico de ojos azules. Coloca el frio metal en la garganta de la víctima presionando, tentando a mi orden y a la muerte. Sonrío.

Alzo la mano – Detente – ordeno. Giro la mirada a mi amado. – ¿Crees ahora que estoy jugando? – pregunto inocente, como si fuera una dulce niña. – Justin, está en ti si tu amigo vive o no. – le aclaro. Sé que no va permitir que maten a su amigo.

¡Por favor! Es su amigo, la persona que lo apoyado en todo, que es como su única familia. Sé que sedera.

– No estoy jugando. Mira como ese hombre acato mi orden – su mirada va hacia Jeremy. – El sigue mis órdenes, él ya saben quién soy. – me siento para tratar esto con paciencia.

La mirada de Justin esta ida, fuera del espacio puedo imaginar que esta su mente. Deduzco que debe aclarar su mente con todo, su amigo, su novia, su familia, su vida. Todo nuestro mundo es un desastre, vamos aceptarlo. Nuestra relación desde un principio empezó hacer toxica, esto solo otra cosa para añadir y quitar. Una pequeña piedra en el zapato... Qué ironía.

– Tic tac, tic tac – pronuncio con aburrimiento – el tiempo corre – eleva su mirada y me mira con odio. Frunce el ceño y aprieta las manos en puños.

– Entendí, da la orden que lo suelten – su orgullo no deja que hable bien, suelta cada palabra entre los dientes. Me regala todo su odio.

– Suéltalo – ordeno. Se retira y en los ojos de Ryan vuelven a la vida. – Se terminó el juego – volteo a Parker. – hora de los negocios. – le miro fría y seria. Parker asiente.

– sentémonos – se resigna y se sienta.

Eso es, todo sale a pedir de boca. 

Perfect CrimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora