cap. 29

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Cap. 29

Narra Justin

Miro la televisión, mi mente vaga en lo que ha pasado en estos cuatro días. Estoy frustrado, quiero que por arte de magia, todo desaparezca. Pienso en Diana y como se veía y todo por mi culpa, pero por otra parte, quiero saber quién era esos hombres y porque Diana no se inmuto en pedir ayuda. Estoy que me quito todo mi cabello, en solo saber que no tengo respuesta alguna de lo sucedido hace días. Mi celular me saca de mi trance.

-alo.- contesto de golpe.

-hey hermano, acuérdate que hoy es la dichosa cena.- ¡maldición!

-gracias por recordármelo, Ryan.- digo secamente.

-otra cosa.-

-dime.-

-¿llevaras… ehm… a Diana?- pregunta con rodeos, suspiro.

-no lo sé. Se lo voy a preguntar.- ¿Cómo hago para que Diana valla? ¿Cómo? Puede ser que en la cena le saque la verdad, de quienes son esos tipos.

-vale. Nos vemos.- con eso cuelga. Bufo y me paro del sofá para abrir la puerta e ir a preguntarle a Diana. No perderé preguntándole. Toco varias veces, espero. Escucho unos pasos, veo a Diana no muy bien, establemente.

-dime- dice solamente sin ánimos, algunos. Un vacío se apodera de mí. ¿Qué me pasa? Cálmate y pregúntale.

-te quería preguntar algo.- susurro.

-pregunta.-

-¿quieres ir conmigo a una cena? Irán los muchachos.- digo rápidamente. Entre cierra los ojos y bufa.

-¿Dónde es? ¿Cuándo es?- pregunta como si quiere liberar de mí. Me frustra su actitud, hace días que… Días no. Desde que rompimos, ha cambiado y tengo miedo, de que la culpa se esa… Lesbiana.

-hoy, a las ochos. En la casa de mi jefe.- digo calmadamente.

-vale. Nos vemos en planta baja.- un gran peso se me ha quitado encima. Acepto ir, puede ser que hay le saque información.

-está bien, a las siete y media.- asiente y cierra la puerta sin decir más nada. Me quedo como un bobo, analizando su actitud y sus palabras secas. Tomo aire, y me voy a la casa.

*

Listo para la cena, miro al espejo por última vez y salgo de la casa. Tomo el ascensor y bajo. Diana me dijo que la esperara en el portal. ¿Por qué soy tan imbécil? Perdí a la chica que me ha querido de verdad. Voy a tratar salir de este mundo, voy a estudiar, voy a cambiar para que ella me vea con esos ojos brillosos de alegría, llenos de amor. Lo intentare por ella y nada más por ella.

Diana abre la puerta del portal y sale. Se ve muy linda con ese vestido color ciruela. Ella se ve bien con lo que sea. Es mi princesa, es mía a pesar de todo. Sigue siendo mía.

-hola- dice. Buscos sus ojos, son fríos como la noche. Su rostro no demuestra expresión ninguna. Como lamento ser el causante de sus problemas. Ella estaba bien sin mí, sin conocerme, pero por el egoísta que soy tenía que entrar en su vida a la fuerza. Ahora no quiero salir, no lo quiero hacer. Quiere que este conmigo el resto de nuestras vidas.

-hola. Te ves bien.- sonrío de lado.

-gracias, tu igual.- respiro profundo. Como me duele que este distante. Quiero besarla pero sé que no es el momento para hacer algo así. Las posibilidades que me mande a volar al infierno, son bastantes altas.- ¿nos vamos?- asiente. Le abro la puerta del copiloto y sube. Me monto y enciendo el auto.

El trayecto es silencioso, es muy incómodo. El semáforo da en rojo y freno.

-si quieres, enciendes la radio.- la miro. Sus ojos están en la carretera. No dice nada, señala a delante y volteo que es lo que señala, es semáforo cambio, piso el acelerador y nos movemos otra vez.

Perfect CrimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora