cap. 11

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Cap. 11

Estamos a tres cuadra de la casa, es ahora o nunca. El semáforo está en rojo, abro la puerta y me bajo, mi hermano me grita.

-¡Diana vuelve aquí!- no digo nada, solo empiezo a correr lo más rápido posible. Solo llevo mi bolso, deje los zapatos en el auto.

Llego al portal, abro y me dirijo al ascensor.

Las puertas se abren, me dirijo a la puerta de Justin, toco varias veces. Me miro los pies, están asquerosos, pero eso no me importa, lo que me importa en estos momentos es en no perder a Justin. Ryan me abre la puerta. Me mira de arriba abajo.

-¿Qué te paso?- abre los ojos como plato.

-nada, necesito hablar con Justin.- entro al departamento, los chicos están hablando entre ellos, se sorprende al verme.

-él está durmiendo. Hablas mañana con él.- me dice Ryan.

-no, ahora.- sigo mi camino a su habitación. Escucho gemidos, mi corazón se acelera. Abro la puerta y lo primero que veo es a Justin montado encima de una chica, besándola con lujuria. La chica lo toca por todas partes, las lágrimas bajan otra vez, niego con mi cabeza.

-¡JUSTIN!- grito entre sollozos. Los dos descarados voltean, Justin frunce el ceño y se baja de la chica media desnuda.

-¿Qué haces aquí? Tu y yo, ya hemos terminado.- me quedo muda.

-vamos, Diana. Ya es tarde, debes irte a tu casa a descansar.- me dice Chris. Ya estoy cansada que me digan lo que debo hacer, no soy una niña de cinco años, lo deje de ser hace doce años.

-no, no me iré, hasta que Justin me dé una explicación.- me limpio las lágrimas, aunque tenga todo el deseo de seguir haciéndolo.

-no tengo nada que explicarte. Ya vete, no tienes nada que hacer aquí.- sisea.

-y todo el amor que me tenías, todo lo que me prometiste. ¿Dónde quedo? ¿En la basura?- frunzo el ceño.

-sí, se quedó ahí, ya olvídame. Supéralo.- dice. Mis lágrimas salen nuevamente.

-no, yo sé que me amas, yo te amo... Justin.- digo.

-ya, niñata. Deja de vivir en una telenovela, el amor aquí, nunca existió, solo te utilice, solo quería un polvo contigo. ¿Qué no lo entiendes?- mi corazón se rompe en miles de pedazos, no puedo creer que haya dicho eso. Bastardo. Me limpios las lágrimas.

-vale, ya lo entendí. No te molesto más. Te prometo que no volverás saber nada de mí. Espero que te vaya bien, y quiero que sepas que yo: si llegue amarte de verdad, yo no te engañe. Y dejare de ser una niña. Que la pases bien con tu amante.-

-sí, ya vete.- cierra la puerta de un golpe.

-adiós. Ryan, Chris, Chaz y... Ya que, no me sé tu nombre. Adiós.- salgo de ahí lo más rápido posible. Este fue el peor día de mi vida, por eso no creo en la gente, son puros compromiso y educaciones, para quedar bien, para dejarse ver bien con la gente de su alrededor. Son puras malditas mentiras. Y yo caí en su juego tonto, tenía quedarme de cuenta hace tiempo. Él nunca me amo, solo me tuvo hasta que le di mi cuerpo, di mi vida, me enfrente a mi padre por él, ahora como yo le doy la cara, aunque él también se merecía toda esa basura, ya esto no tiene sentido, mejor que me vaya a casa a dormir, y mañana seguir llorando y lamentándome por todo.

es corto, lo siento. comente y voten. no ignoren

Perfect CrimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora