Cap. 46

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Frente a frente me encuentro con Parker. El odio a él fluyó como el agua, quiero matarlo. Con su aura de arrogancia, tan prepotente y creerse el rey del mundo, es tan poco hombre. No sé cómo Justin cayó en esta trampa de mentiras. Pero, quien soy yo para juzgar la vida de Justin. Miren la mía, similar a la de él.

Nos sirven la comida, marisco con ensalada, vino tinto. Y otras cosas complementaria. Miro a Justin y el corazón se me estruje, es como si el tic tac del reloj se burlara de mi a cada segundo que pasa, trago fuerte he intento pensar en mi objetivo. El tintineo de una copa me saca de mi trance.

– Quiero decir unas palabras antes de empezar el banquete – su sonrisa me repugna, su voz es lo peor que he escuchado, odio a Parker. Asiento con rabia. – un día como hoy, cometí un error. En enfrentarme a este hombre que tengo al frente – sonrío con malicia, si supieras que hay detrás de esta mascara. – En traicionarle su poco confianza que había depositado en mí y en mis hombres; ahora está aquí, regalándome una segunda oportunidad y tendré el honor de conocerlo. – alzo una ceja. Incrédulo, muy incrédulo.

Debería agregar esto en mi lista negra de Parker.

– Salud – bebe de su copa, alzo la mía sin quitar la vista en él.

– Salud – susurro.

– Disfruten de la comida – termina de decir. Asiento y miro mi plato, se ve bien. Algo bueno de Parker, le gusta comer bien.

Todos empiezan a comer, mientras que yo sigo viendo mi plato. No quiero nada de este hombre, sería comer basura. Suspiro, tratando de no salirme del plan. Paso a paso Diana, no te vayas de cabeza.

Todos gozan, bueno él y su gente haciendo bromas pesadas hacia nuestras personas. A veces Justin me mira con recelo, yo solo intento controlarme, pero no aguanto quiero terminar con todos esto. Tomar el mando.

– Creo que hemos disfrutado de una buena cena – eleva la voz Parker haciendo que los murmullos se calme y un silencio se apodera del comedor. Mira mi plato lleno e igual mi copa está llena. – aunque alguien no disfruto de la comida. – me mira a los ojos. Trata de descubrir quién soy, lo veo en la mirada. Muchos de mi gente se quitaron la mitad de la máscara para poder comer, también lo podía hacer, pero no me apetecía. – ¿la comida no fue de tu agrado? – alza una ceja tratando de ser bromista conmigo pero, esa sonrisa burlona se esfuma al ver que no señal de vida. Se echa hacia tras y suspira. Frunce el ceño y me mira fijamente, retándome. – Bueno, vamos a los negocios. – sus palabras son acompañadas con rabia, cada silaba es de irritación a mi persona.

– Bien – asiento. Esa es mi señal. Marcos que está a la esquina de la derecha de Parker, se quita la máscara. – Sabemos que tú eres el que todavía manda en la ciudad – Parker se sorprende a tal acto de mi hombre. Viene después Carla dejando su rostro al descubierto. – Y yo apenas o mejor dicho – dos de mis hombres se quitan la máscara – somos nuevos – intento sonar como una niña inocente pero es acto fallido. – Así que no te sientas grande, porque no lo eres – Amber junto a Zara se dejan ver y Justin mira a Amber, la reconoció.

– Yo te conozco, eres la amiga de Diana – sisea. Amber lo mira con rabia y luego a mí.

– Deja de meterte donde nadie te incumbe – aprieta los dientes al hablar, y fulmina a Justin con la mirada.

– Tu chico debe aprender modales – anuncio. Zac se la quita. Los cuatros que quedan lo hacen al mismo, solo quedamos Raúl y yo. – pueda que yo le enseñe como tener modales.

– ¿Quién eres? – frunce el ceño. La curiosidad se la veo en sus ojos, una ansiedad grande está en él, tensa la mandíbula. Raúl que está a mi derecha, se quita la máscara y Parker se toma un vaso de vino de golpe. – ¡TÚ! – sorpresa, decepción, no es buena combinación para un hombre que es hipertenso. Sonrío.

– Deja de mirar a mi hombre así, Parker – me levanto y me quito la capa, dejando en visto mis armas. – deberías dejar de sorprenderte de las cosas, eres un mafioso. Las situaciones de la vida no deberían sorprenderte. – Camino despacio por todo el comedor – una vez, me dijeron que era una persona extraña, rara, que pensaba muy diferente a los demás; que tenía ser una persona más sociable – doy la vuelta y me ubico otra vez en mi lugar, frente a frente. La mirada se me desvía a Justin y en sus ojos veo deseo de matarme, la ansiedad de conocer lo que hay detrás de esta mascara, le está secando los labios por esa razón se pasa la lengua repetitivamente por los labios.

– ¿Quién eres? – pregunta Parker.

– No te desespere – sonrío. – El cansancio no da frutos. – Como te decía, ser sociable no es lo mío. Tengo temperamento odiado por muchos, amado por otros. – me encojo de hombros. – en fin, vengo hacer negocios contigo y tus hombres.

– Ya déjate de juegos y dime quien eres – sisea. Frunzo el ceño. Estática me quedo observándolo, impaciente tendría que ser. Trabajare en eso, personas así dañan todo el trabajo hecho. - ¡Joder! – golpea la mesa, haciendo que la copa se caiga y se parta. Suspiro.

– Ese carácter no te llevara a ningún lado – me río seco. – Si tanto me quieres conocer, te complaceré. – Le hago una seña a Jeremy – Ven – le ordeno y el muy obediente camina a mí. – Ponte esto – le doy mi capa y se la pone. Observo las caras de cada uno. Que juego más divertido y desesperante. Desabrocho la correa de la máscara y me la quito. Un frio golpea mi rostro, la máscara está en mi mano y la dejo caer en el piso, rompiéndose en mil pedazos. Tomo la máscara de Raúl y se la doy a Jeremy – Póntela – la toma y se la coloca.

– Diana – mis ojos vuelan rápida a esa voz, Justin me mira sorprendido. En sus ojos hay una mezcla de sentimientos y emociones. Y mi corazón se estruje, pero no puedo ser una tonta dejándome llevar por mis sentimientos.

– Dime – mí voz suena fría y distante.

– ¿Trabajas para ellos? – frunce el ceño, de mi garganta sale una risa seca y macabra.

– No, soy el líder – sus ojos se abren sin creerse aquella barbaridad.

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Hola gasparines! Disculpa si me tarde MUCHO pero, es que se me complico con tantas tareas... Lo siento, me la estoy dando de diva otra vez XD. Espero que hayan disfrutado del capitulo.... s 

Perfect CrimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora