Especial: Futuro

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1 de septiembre del 2000

Ese era un día muy especial en la comunidad mágica británica, los niños de las islas británicas iniciarían su camino al castillo de Hogwarts de Magia y Hechicería.

Con la muerte de Dumbledore todo cambió para bien, las criaturas mágicas fueron aceptadas en el colegio, se les daba ayuda cuando ocurría algo fuera de ellos, como la luna llena para los hombres lobos o la sed de sangre en loa vampiros.

Es por ello que Conrí estaba allí, iniciaría su camino en la magia junto a su hermanito Lyall, quien aveces era un poco tímido.

Conrí era un lobo completo mágico, al ser sus padres dos hombres lobos ayudó al control en luna llena, Lyall por su parte era mitad lobo, como el abuelo Remus, así que se le complicaba las lunas llenas.

Pero él pequeño de pelo plateado estaba feliz, estaría junto a su hermanito y nadie se lo impediría...

[...]

Se retractarba, si pudieron separalo de su Lyall. Primero fueron unos niños que le robaron la atención de su hermanito, luego los clasificaron en casas diferentes, lo único bueno era que podía hablar con su tía Lily de sus problemas.

[...]

31 de julio del 2006

Era el cumpleaños número veintinueve de su padre y el verano anterior a su último año. Desde su distanciamiento con Lyall nunca volvió a ser el mismo, incluso su mamí Fenrir le decía que se parecía mucho a su padre Harry.

Estaba muy frustrado, su lobo aullaba por estar con su hermanito pelirrojo, a quien lamentablemente debía ver esa noche.

Se vistió con ropa muggle y salió de su cuarto, allí vio como su corazón se rompía en dos. Su amor, su Lyall estaba besando a un chico que compartía cuarto con él en Slytherin, no se acordaba del nombre, pero solo sintió una mano en su hombro y lo próximo que supo era que estaba en el regazo de su padre.

-Pequeño, ¿qué ocurre?

Conrí hacía años que no estaba en ese lugar, pero ahora lo necesitaba más que nada.

-Mi amor... mi soulmate... yo... -no pudo seguir a causa de las lágrimas-.

-Tranquilo, peque. ¿Quién es el afortunado?

Conrí volvió a sollozar en el pecho de su padre, no quería recordar todas las veces que su hermanito besaba a cada que tenía.

La puerta se abrió dejando ver a Fenrir que tenía la mirada preocupada en su hijo, los sollozos podían escucharse hasta la sala si tenían los oídos mejorados.

-Hijo, ¿que ocurre? -preguntó preocupado el lobo de pelo plateado-.

El adolescente no respondió a la pregunta de su mamí. Los mayores compartieron una mirada que dijo todo entre ambos. Fenrir salió del despacho y lo cerró con magia, la única forma de saber quien era la pareja de Conrí era que él o ella lo buscara.

Harry tomó el rostro de su hijo entre sus manos y susurró un: "Lo siento" antes de juntar los labios de ambos.

No era un amor amoroso, sino fraternal, Harry amaba a su hijo, pero no de esa forma. En eso la puerta fue golpeaba fuertemente y la voz de alguien se escuchó muy bajo.

-¡Padre! ¡Aléjate de Conrí!

El azabache se separó de su hijo y le secó las lagrimas.

-Perdón por eso, peque, pero tu pareja acaba de aparecer.

Harry Potter, El Espíritu del LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora