Harry Potter, El Espíritu del Lobo

20 Un Samhaim Inolvidable

Advertencia: habrá sexo explicito, léanlo bajo su propia responsabilidad.

Dedicado a @YukiCelestialCaos y @china_loca29 , aquí tienen su capítulo, par de locas.

Es con amor.

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Las semanas posteriores al encuentro de Harry con Oliver, para el azabache fue un total drama que divirtió a toda la comunidad estudiantil del castillo. Desde ese día, el híbrido pasó en total abstinencia que solo logró poner cachondo al azabache.

Sus parejas tenían que huir del azabache por su olor que provocaba, el pobre azabache tenía que ir a su habitación para bajar su erección que tenía durante las clases, provocando un aumento de agua gastada antes, durante y después de cada clase.

Actualmente es 31 de octubre y Harry se encontraba corriendo en su forma lobo a través del bosque prohibido, desde hace algunos días se hizo amigo de un centauro llamado Firenze y este fue entregado como una "ofrenda de paz" hacia el azabache, el centauro podía ser un feroz guerrero o un increíble profesor, pero su actitud sumisa fue lo que encantó al híbrido, quien solo veía a Firenze como un buen amigo que lo ayudaría siempre, alguien de su manada.

Ahora solo corría hacia el límite de los terrenos del castillo con el bosque, la noche anterior la paso celebrando el ritual mágico para Samhain y quedó totalmente encantado, la magia del lugar quitaba todo lo malo y tenebroso del lugar.

Cuando vio el castillo asomarse por entre los árboles inició el cambio de lobo a humano, algo totalmente controlado y que ahora está tratando de enseñárselo a Helio, quién aún tenía un poco de problemas con su lobo interno.

Con una sonrisa se fue acercando al primer árbol que iniciaba el senderó hacia el interior del bosque y no se preocupó, total, su abuela Minnie había puesto barreras de No-me-notes en la zona, por lo que podía caminar desnudo unos cuantos metros para poder cambiarse con tranquilidad.

Lo que no esperó fue ver a un niño de la edad de su hermano sentado bajo el árbol donde dejaba sus cosas, entiéndase como ropa y varita, y lo más que lo extraño fue que estaba con su musculosa ocultando su rostro, y por lo que oía, el chico estaba totalmente dormido.

Suspirando, se acercó hacia el chico y comenzó a vestirse lentamente, primero sus ajustados boxers que tenían un encantamiento de expansión indetectable proporcionado por Fenrir desde hacía más de dos años, pantalón y calcetines fueron lo siguiente, para ese entonces se encontraba sentado en el suelo junto al chico, una vez con los zapatos puestos decidió que era hora de sacar su camiseta del rostro del chico.

Levantando lentamente su prenda pudo observar el rubio cabello arenoso que caía hacia un lado, cejas un poco pobladas fue lo que siguió, unas pestañas castañas casi rubia fue lo que recibió después, ocultando los orbes que sin que se diera cuenta lo cautivarían.

La nívea piel del chico ya era algo que se notó desde que quitó su camiseta, una pequeña nariz y boca fue lo último que vio, junto a unas casi imperceptibles pecas que solo le daban una mayor belleza en opinión de Harry.

Levantándose lentamente, tomó su camisa que se encontraba en una de sus ramas, evitando que se ensuciara, luego la corbata bien ajustada y, por último, su túnica de colegio, con el escudo de Slytherin bordado en el lado derecho de este. Estirándose, volvió su atención el niño, sabía que debía de despertarlo, pero una pequeña parte de él solo quería verlo durmiendo.

No tuvo que hacer nada porque el niño se movió un poco, lo suficiente para que los rayos del sol cayeran sobre su rostro y molestándolo en el proceso. Lentamente vio cómo esos parpados dejaban ver una de las cosas que lo cautivo, sus marrones y brillantes ojos reflejaban una inocencia que provocó que Fenrir-Loki rugiera en su interior.