En ese instante se sonrojo Orihime por el sorpresivo beso de Ulquiorra. Miró sus ojos esmeralda, perdiéndose en ellos. Después de un momento aquellos labios negros se fueron volviendo más y más agresivos. Era impaciente, quería sentir más la ternura de la mujer. Su lengua jugaba mordaz con la de ella. Pará la doncella aquello era demasiado rápido, todo era nuevo, no era que le disgustara experimentar esas sensaciones, solo que no las procesaba con la misma velocidad que su compañero.
El ojiverde se hundió en esos besos, fue por un poco más, con sus manos fue quitando cada prenda, sin perderse de sentir la tersa piel de la dama, las yemas de sus dedos repasaron esa suave superficie. Inoue se sintió abrumada por aquellas preciosas caricias. En algún punto quería detener aquel juego se emociones, pero le fue imposible decir una palabra. En su cabeza pasaban miles de preguntas absurdas, mientras que el calor de su deseo le pedía seguir con aquella locura.
Era demasiado tímida e inexperta para intentar hacer con Ciffer lo mismo que él lograba, temblaba entre sus manos del caballero. Sin dudas de lo que debía pasar, el mago les retiró a ambos las últimas barreras, dejando únicamente sus dos cuerpos desnudos. El hombre tenía una manera peculiar de aprovechar todo momento para explorar ese precioso cuerpo de la chica. Los gemidos finos que salían de la voz ahogada de Orihime le exitaron al ojiverde. Ella era tímida pero no ponía resistencia, era extraño que su cuerpo fuera tan dócil y entregado, mientras que su mente era una guerra de ideas entre sus pros y contras. Sin darse cuenta había llegado muy lejos, el falo de Ulquiorra acariciaba provocativo los labios bajos de la pelirroja, apenas contenido por la razón del caballero.
El cuerpo de Inoue tenía una emoción agridulce, entre el miedo y la curiosidad, aquellas profanas caricias eran una tentación innegable. Se estremeció por completo cuando sintió un líquido escapar entre sus piernas. Por un momento pensó que se trataba del gozo de su amante, pero al poner un poco de atención a su sentir notó que provenía de su interior. La lujuria del hombre llegó a su máximo extasis, por lo que empezó a internarse en el cuerpo de la mujer.
Era una explosión de experiencias y sensaciones en una carrera a un placer que parecía intangible. Es hasta ese momento en el que el movimiento rítmico de le regalo el mayor estímulo que jamás había vivido por lo que en lugar de sólo aferrarse a las sábanas, Orihime se abrazo a los hombros del caballero. En la euforia por sentir aún más adentro ese dulce y embriagante extasis, con las piernas se sujetó a la cintura del ojiverde.
En esa locura se fundieron ambos sin medir el tiempo o las consecuencias, solo querían más ese roce de su piel, sus labios los unos en los otros, cupenetrados, en una sincronía de lujuria abrazadora. El calor sofocaba sus respiración agitada, entre besos que apenas dejaban entrar el aire a sus pulmones. Sus corazones latían tan rápido que parecía iban a estallar. Fue hasta que cada fibra de su cuerpo no tenía más energía que ambos cayeron rendidos sobre la cama.
Ulquiorra estaba extremadamente feliz, aún en su rostro serio. Tenía tanto tiempo que no disfrutaba de ese calor, de ese deseo, de ese placer, de sentir la lujuria llenar su cuerpo, que haberlo vivido con su tan ansiada amada lo tenía extasiado. Cada uno estaba en una nube flotando entre sus fantasías y sus sensaciones. Inoue aún temblaba, sujetaba con fuerza la sábana a sus senos. Al ver esto el de cabello blanco respiró hondo y se recostó sobre el pecho de la dama. Ella se puso completamente roja por la pena además de la respuesta de su cuerpo ante el sólo olor del ojiverde.
- Ahora ya conoces la diferencia entre una virgen que solo siente un anhelo y una mujer que ha probado el pecado de la lujuria... - dijo el hombre
- Ahora entiendo lo que se siente ser una mujer... jamás había experimentado algo similar... sinceramente no puedo quejarme... ha sido espléndido... - dijo avergonzada la dama
ESTÁS LEYENDO
Silencios
FanficUlquiorra Ciffer, ¿quién es?, nadie sabe su verdadero nombre, hace cosas extrañas, tiene muchos secretos, habla con personas aún más misteriosas, ¿de dónde ha salido?, no existe, pero ¿cómo tiene tantas cosas?, dinero, propiedades, ¿por qué le inter...