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La relación con mi hermano pasó de ser regular a ser la mejor, poder desahogarme con Peter era lo mejor, y que él pudiera contarme sus hazañas me agradaba, podía ver en su cara la alegría de poder hablar con alguien al respecto de ser el hombre araña.

Ya era más de media noche y el sueño todavía no llegaba a mí, estaba hablando con Harry por teléfono y le propuse algo.

—¿Y si nos vemos en el parque?—Dije en voz baja.

—¿A esta hora?—Me preguntó Harry al otro lado de la pantalla.

—Sí, ¿O tienes miedo?—Solté una pequeña risa.

—¿Miedo a verte?, ese es un regalo, te veo allá.

Colgamos y me cambié para ir a ver a Harry, mis sentimientos hacia él no eran demasiado claros, o quizás yo no quería verlos claros, pero no podía ocultarme a mí misma el gran cariño que le tenía.

Salí por la ventana evitando hacer demasiado ruido, la calle estaba demasiado sola, yo sabía que mi barrio no era nada privilegiado, pero no era tan peligroso.

Caminé hasta llegar al parque y me quedé sentada en la banca donde siempre me siento con Harry, sabía que iba a llegar después porque el parque le queda un poco más lejos a él.

La verdad tenía algo de frío, era de madrugada y la temperatura era baja, cerré los ojos un momento para olvidar el frío, pero en un momento sentí que algo se aproximaba a mi espalda, entonces iba a soltar un golpe pero al abrir los ojos me di cuenta que era Harry.

—Casi me matas del susto—Suspiré.

—A mí igual—Rió—Juraba no hacer ningún ruido y aún así me oíste.

—Sí, supongo que pisaste alguna rama—Sabía que no era eso—¿Por qué no te sientas?

—¿Sentarme?—Reach, es de noche, tenemos que ver las estrellas, nunca he visto las estrellas contigo, a decir verdad con nadie.

—¿Nunca has visto las estrellas con nadie?—Pregunté mientras me recostaba en el césped junto a Harry.

—Yo no, con las novias que tuve—Hizo una pequeña pausa—Creo que solo íbamos de compras, ¿y tú has visto las estrellas con alguien alguna vez?

—Alguna vez—Respondí viendo las constelaciones tan preciosas.

—¿Y fue así?—Me preguntó viéndome recostado a mi lado.

—Definitivamente no—Respondí sin dudas—Me siento bien viéndolas contigo—Dije girando mi cabeza con una sonrisa.

Me quedé viendo a los ojos a Harry unos segundos y creí que me iba a besar, pero solo me veía, entonces dije algo para romper el hielo.

—¿No nos recostamos para ver las estrellas?—Reí un poco.

—Yo estoy viendo a mi estrella favorita—Me sonrió con esa mirada tan dulce que tiene.

Fue bastante cursi, pero eso igual era mi gusto culposo, entonces sin más, besé a Harry, estábamos recostados en el fresco césped del parque, no había nadie y no había ni un ruido, solo éramos él y yo, solo eran nuestras mentes y nuestros labios unidos fuertemente, quizás estuvimos unos tres minutos solo besándonos, pero para mí el tiempo se detuvo, en ese momento solo quería estar con él y con nadie más.

—Eres mía—Me dijo Harry separando nuestros labios un momento y viéndome a los ojos.

No me gustaba ese término de ser propiedad de alguien, pero con Harry viéndome con esos ojos mi respuesta salió en automático.

—Lo soy—Le dije en susurro.

Me recosté en su pecho donde podía oír los latidos de su corazón, no iban rápido, pero tampoco lento.

—¿Crees que podamos llegar a ser algo?—Me preguntó y en ese momento pude oír como sus latidos iban más rápido.

—No lo sé—Respondí, y de esa forma los latidos de Harry se aceleraban más.

—No te entiendo Reach—Dijo haciéndome verlo a los ojos—Solo llegas y me haces parecer que sí, y luego no estás segura, ¿qué tengo que darte? 

Vi a Harry unos segundos, y sabia que podía ser sincera con él.

—Sé que puedo ser sincera contigo Harry—Dije tomando su mano y viendo a las estrellas—En el pasado mis relaciones no me dejaron muy bien, y no digo que tú hagas lo mismo, pero sabes, a veces uno se queda con el miedo.

Harry me tomó la cara con sus manos y me hizo verlo a la cara muy de cerca.

—Te juro por mi nombre que yo quiero darte todo lo que quieras, necesito que me dejes amarte—Me dijo a pocos centímetros de mi cara—¿Estás de acuerdo?

—Sí lo estoy—Respondí sin poder dejar de ver sus bellos ojos.

Entonces Harry me dio un pequeño y tierno beso en los labios y dándome su sudadera.

—Pude notar que tienes frío—Me sonrió y me ayudó a levantarme—Creo que es hora de que vuelvas a casa.

—Acompáñame Harry—Dije tomando su mano.

—Es lo que voy a hacer—Respondió caminado a mi lado mientras estábamos tomados de la mano.

Tomados de la mano en medio de la noche en la calle totalmente solitaria, parecía una película o un sueño, pero sentir el calor de la mano de Harry me recordaba que era la realidad, la bella realidad.

Llegamos a mi casa y estaba a punto de despedirme de Harry.

—Te juro que no tengo nada de sueño—Le dije dándole un pequeño beso en los labios.

—¿Y si me quedo contigo un rato?—Me preguntó.

—Podemos ver una película, o como quieras—Le dije tomándole las dos manos.

—Hecho—Me respondió con una sonrisa.

Subimos con facilidad a la ventana de mi habitación por unos botes de basura que hay detrás de mi casa.

Al entrar a mi habitación cerré la ventana y luego la puerta del cuarto con seguro para que no entrara nadie y viera a Harry.

—Es muy acogedora y linda—Dijo Harry sentado en mi cama—Es como tú.

—No seas tonto—Reí—Ni siquiera la he limpiado.

Me senté a su lado en mi cama y tomé mi laptop para buscar alguna película en internet, las románticas eran mis favoritas.

—Creí que íbamos a ver una de terror, es de noche—Mencionó Harry.

—Me dan miedo—Le respondí.

—Pues esa es su gracia—Dijo viéndome con su cara de perrito triste, la cual sabe que no me puedo resistir.

—Tú ganas—Dije dándole en computador para que él buscara la película.

Harry de inmediato buscó una película de payasos, yo no la había visto pero sabía que me iba a dar algún susto.

La vimos con audífonos puestos para no hacer demasiado ruido, habían algunas veces que sentía que me quedaba dormida pero los sustos de la película me despertaban.

Una historia sobre Rachel Parker (Harry Osborn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora