Una historia sobre Rachel Parker (Harry Osborn)

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Durante todo ese rato, después del dolor, y el miedo claro, me sentía plena, había olvidado todas las preocupaciones, había olvidado a Peter, a Harry, a May, a Heather, y hasta había olvidado a Ben. No sabía si eso estaba bien, pero me sentía realmente muy bien.

Hasta que sentí como un golpe interno, de esos que sientes cuando te das cuenta que necesitas un descanso.

Cerré y abrí los ojos, estaba en la cama de Heather.

—¿Qué pasó?—No podía procesar todo, habían pasado como cincuenta minutos a lo mucho.

—Reachy, te estuve buscando para darte el sándwich y no te encontré, perdóname—¿Heather tenía los ojos llorosos?—según los que estaban en la fiesta, nadie sabía dónde estabas, hasta que todos se fueron y me iba a dormir, te encontré aquí... Sin pantalón y no despertabas y—Empezó a hablar más rápido—Luego me dijeron que no ibas a despertar—Entonces Heather empezó a llorar y me abrazó—Estoy tan feliz que despertaras.

—No fue tan malo—Dije siguiéndole el abrazo—No sé que tomé pero fue de las mejores sensaciones de mi vida—Dije con una enorme sonrisa.

—Por favor, júrame que no volverás a tomar nada de eso—Me dijo Heather bastante angustiada al parecer, agarrando mi cara y viendo a los ojos.

—Te lo juro Heath—Y le di una sonrisa, pero, ¿le estaba diciendo la verdad?

—Muchas gracias, no sé qué haría si algo te pasara—Me dio un beso en la mejilla y se sentó al lado mío.

—¿Qué hora es?—Pregunté mientras buscaba mi teléfono, lo encontré en la repisa de al lado de la cama.

—Son las 11:00 a.m.—Entonces vi mi teléfono, no lo podía creer, May me iba a matar.

—No puede ser—Me levanté lo más rápido que pude, me despedí de Reach y salí lo más rápido que pude.

—Adi...—Ni siquiera dejé a Heather despedirse, pero esta situación era de vida o muerte.

Apenas podía procesar lo que vi anoche, lo que me dijo Heather, era demasiado, y ahora tener que llegar y que May se dé cuenta que no estoy, podría entrar por la ventana y fingir que seguía durmiendo, de por sí me la pasé todo el mes ahí.

Vi a May afuera.

Rodeé la calle, corrí todo lo que pude y fue más que suficiente, escalé la pared y entré a mi habitación, entonces ya más tranquila me recosté en mi cama y agarré mi teléfono.