Una historia sobre Rachel Parker (Harry Osborn)

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Salí de Oscorp para buscar a Peter, últimamente mi relación con Peter ya no era la más cercana, nos llevábamos todavía muy bien, claro, pero nos hemos alejado poco a poco, este último tiempo la he pasado todos los días y casi todo el día con Harry, a casa técnicamente solo llego a dormir, aunque algunas veces me he quedado a dormir con Harry, Peter por otra parte no sé donde está en la mayor parte del tiempo, ya no hablamos sobre nuestros días, no me cuenta sobre sus hazañas, y tampoco le cuento las cosas nuevas que descubrí cada día.

Mi relación con May era el mismo caso, seguía contándole cosas de vez en cuando, pero ya no de la misma forma, para mí ella era como una madre y nos amamos muchísimo, pero admito que he sido yo quien se ha alejado poco a poco.

Llamé a Peter para saber donde estaba, pero no lo encontraba por ningún lado, ni tampoco contestaba mis llamadas, solo caminaba por las calles y viendo los edificios con esperanza de verlo columpiarse.

Hasta que de pronto todo se puso oscuro, las luces del centro de la ciudad se habían apagado, oí algunos gritos y corrí hasta llegar de donde los escuchaba, vi a Peter peleando con un sujeto azul que, ¿sacaba rayos?, la ciudad no podía estar más llena de gente mala y extraña.

Por un momento creí que podía pasarle algo a Peter en esta ocasión, mi sexto sentido estaba algo confundido, pero Peter después de salvar gente y dejar inmóvil al hombre eléctrico, vi como habló con Gwen, y antes de que él se fuera le grité.

—¡HOMBRE ARAÑA!—Grité bastante fuerte, no podía llamarlo por su nombre cuando traía su traje.

En ese momento Peter volteó y se acercó a mí.

—Reach...—Contestó abrazándome—¿Qué pasa?, ¿Te pasó algo?

—No, solo que—Pensé un momento como decirlo—Necesito hablar contigo de algo importante, por favor, ¿podemos hablarlo en casa?

—Ya casi no estás en casa...—Lo oí en voz baja—Claro, Reach, ya llego y me cuentas lo que quieras—Dijo dándome una palmada en la espalda y yéndose columpiándose.

Ahora tenía que caminar, sería más conveniente tener un traje y solo columpiarme hasta casa.

Al llegar saludé a May como de costumbre, me dio un beso en la mejilla y subí rápido a la habitación de Peter, lo encontré recostado en su cama.

—¿De qué quieres hablar?—Preguntó.

—Es sobre Harry—Dije de forma directa.

—¿Qué tiene que ver Harry?—Preguntó ahora muy dudoso.

—Harry está muriendo—A eso Peter solo movió la cabeza diciendo que esa parte estaba clara—Terminaron su cura pero fue un fracaso y tienen que empezar de cero—Peter solo bajó un poco la cabeza, era su mejor amigo y sé que eso debió ser fuerte—Yo no lo podía dejar solo, y no voy a permitir que me deje sola.

—¿A qué viene esto?—Peter quería que llegara al grano.

—Necesita de nuestra sangre—Expliqué—Los genes de araña van a fortalecer su cuerpo, matar su enfermedad, le dije que mi hermano podía contactar al hombre araña—Dije sonriéndole—Yo no puedo darle mi sangre porque no podría justificar que mi sangre tiene genes de araña, debe venir de alguien público, el hombre araña.

—Reach...—Dijo Peter mirándome de forma seria—No puedo hacer eso.

En ese momento mi sonrisa se esfumó por completo.

—Peter no te entiendo...—Lo miré enojado—Harry es importante para mí, ¡es tu mejor amigo!—Grité—¿Por qué simplemente no puedes?

Peter se acercó a mí.

—Mira Reach, Harry igual es importante para mí, no sabía cuando o cómo enseñarte algo—Me dijo viéndome directamente—Casi no hablamos, quizás ya no sea el mejor hermano... Pero respecto a lo que dices de Harry, nuestra sangre no le servirá, papá dejó un vídeo explicando que el gen araña había sido combinado con sus propios genes, y por eso solo iba a ser compatible con nosotros, sus hijos.

No sabía que hacer en ese momento.

—Pero puedes darle algo de tu sangre—Dije casi com lágrimas—Pueden modificarla en el laboratorio, hacer algo.

—No va a funcionar Reach, si pudiera hacer algo para salvar a Harry, te juro que lo haría—Me vio serio.

—Entiendo—Le respondí y salí rápido de su habitación.

Entré a mi habitación y Harry me había llamó, no sabía cómo explicarle eso.

—¿Harry?—Dije al teléfono.

—Hola, chiquita—Me saludó Harry tierno como siempre—¿Hablaste con Peter sobre lo del hombre araña?

—No he podido hacerlo, ya casi no nos hablamos mucho—Mentí—Pero lo haré, te lo prometo.

—Solo llamaba para preguntarte eso—Me respondió—Estoy bastante ocupado, lleno de trabajo, quisiera ir a tu casa, pero estoy lleno de asuntos.

—No te preocupes cielo—Le contesté—Yo iré a verte mañana, y creo que ya me voy a dormir, te quiero muchísimo.

—Espero descanses, yo también te quiero muchísimo, buenas noches—Me dijo de forma linda y colgó.

Realmente no iba a dormir, son vacaciones, solo podía pensar mil formas en cómo decirle a Harry que ya no tenía ninguna idea de cómo curarlo, y en esas mil formas iba a salir decepcionado, no podía pensar en nada más.