Una historia sobre Rachel Parker (Harry Osborn)

26

Cuando me di cuenta el sol entraba por la ventana, estaba recostada en el pecho de Harry, y la computadora se había apagado, vi la hora y eran las siete de la mañana.

—Harry, Harry—Le dije moviéndolo intentando despertarlo.

En eso destapé un poco su camisa para ver mejor su cuello porque tenía una marca extraña de color oscuro, pero Harry despertó y lo volví a tapar.

—¿Qué hora es?—Me preguntó abriendo apenas los ojos.

—Guarda silencio—Dije poniendo mi mano en su boca para callarlo—Son las siete de la mañana, si May te ve aquí, me mata.

—Me hubieras callado con un beso—Rió un poco—Además no hicimos nada malo.

—Ya lo sé, pero no va a ver bien que te tenga aquí tan temprano y en mi cuarto—Le expliqué.

—¿Reach?, ¿estás bien?, tenemos que ir a la escuela—Escuché a Peter del otro lado de la puerta.

—Sí, no tardo mucho—Respondí—Me desperté algo tarde.

—Creo que tendré que salir por la ventana—Me dijo Harry en voz baja con una sonrisa.

—Y rápido, tengo que cambiarme—Lo apuré.

—¿Tengo que irme antes?—Me preguntó con su cara de perrito triste.

—Sí, Harry, tienes que irte antes—Dije empujándolo y entonces salió por la ventana.

Me vestí lo más rápido que pude, no desayuné porque ya era un poco tarde, Peter tenía bastante rato apurándome.

Me despedí de May, me dio mi almuerzo pero apenas iba a salir de casa con Peter y tocaron la puerta.

—Yo abro—Dijo Peter de inmediato.

Y era Harry, lo vi con los ojos bien abiertos, ¿no ya se había ido?

—¿Qué haces aquí, Harry?—Pregunté.

—Pasaba por aquí por unos asuntos, y aproveché a venir para ir a la escuela junto a mi mejor amigo—Respondió mirando a Peter.

—Estos son los reales—Dijo Peter chocando los cinco con Harry—¿Y tu mochila?

—La olvidé pero de todas formas tengo los libros en la escuela, así que no hay problema—Respondió como si nada, sería un buen actor.

—Pues vamos—Dijo Peter saliendo de casa—Llegamos tarde.

—¡Saludos de mi padre tía May de Peter!—Gritó Harry antes de que yo cerrara la puerta.

Caminamos hacia la escuela y quizás Harry me volteaba a ver algunas veces, pero él platicaba con Peter de cosas de ellos, realmente eran muy buenos amigos.

Al llegar a la escuela me despedí tanto de Harry como de Peter, creo que era tiempo de contarle a Peter lo que tenía con Harry.

Si es que teníamos algo.

Me senté donde siempre, saludé a Heather, pero no estaba Viktor, se me hizo un poco raro porque siempre hablaba de la puntualidad y no faltar, pero quizás solo se quedó dormido así que no le tomé importancia.

Pasaron facil unos veinte minutos, el reloj del aula sonaba como todos los días, pero en ese momento lo empecé a escuchar más lento, sabía que algo estaba apunto de ocurrir, y justo empezó a dispararse agua del techo y se había encendido la alarma contra incendios.

Todos corrimos hacia afuera, pero me detuve porque pensé en Harry y Peter, así que subí por las escaleras buscándolos, la gente corría pero no podía ver a Peter y a Harry por ningún lado.

Entonces cerré los ojos por un momento e intentar "sentir" de donde había venido el peligro.

En ese momento corrí lo más rápido que pude hasta llegar al laboratorio, pude ver a un hombre con un disfraz gigante de metal como si fuera una especie de águila o buitre, el hombre araña estaba peleando junto a él, Harry estaba tirado atrás del hombre araña, parecía que era a él a quien quería lastimar.

—¡Dame al chico, arañita!—Gritó el hombre con disfraz de ave mientras peleaba y disparaba con una especie de láser.

—Creo que deberías regresar con mamá paloma al parque de donde vienes—Respondió el hombre araña esquivando todos los movimientos.

Me acerqué e intenté ayudar a Harry a levantarse y salir de ahí, pero Peter me gritó.

—Reach, ¡Vete de aquí!—Me gritó bastante fuerte el hombre araña.

En ese momento el hombre con traje de ave dejó de disparar y tirar golpes y se me quedó viendo a mí mientras ponía el brazo de harry a través de mis hombros.

Yo podía jurar que esos ojos ya los había visto y admirado antes, pero en ese momento solo quería sacar a Harry de ahí.

—Tenemos que irnos Harry—Dije en voz baja.

Pero en ese momento ese hombre tomó al hombre araña del cuello y lo lanzó hacia un lado, me tomó a mí y empezó a volar lejos.

Pude ver a la distancia como al laboratorio entraba Viktor, si esos ojos no eran los de Viktor, ¿de quién eran?

—¡Tenías que llevártelo a él, no a ella!—Fue el último grito que escuché, Harry estaba muy débil para gritar, y Peter seguía inconsciente, en ese momento había olvidado que un hombre con disfraz de pájaro de metal me estaba llevando por los cielos, necesitaba saber si Peter estaba bien, si mi hermano estaba bien.