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No sabía por dónde empezar, era novia del director de la empresa, entonces tenía acceso a todos los archivos, tenía todos los avances de la cura desde que la empezaron hace años, ¿pero qué es lo que falló?

Pasaron quizás dos horas desde que Harry tuvo ese gran ataque, entré nuevamente a su oficina y todo estaba hecho un desastre.

Él estaba sentado de espaldas a su escritorio, me acerqué para verlo.

Tenía los ojos rojos del enojo, sus marcas eran notoriamente más grandes.

—¿Estás bien cariño?—Pregunté en voz baja pero a distancia de él.

—Ven—Dijo extendiendo su brazo y mirándome.

Me acerqué y me dio un abrazo mientras se ponía a llorar.

—Perdóname—Escuché entre sollozos—Soy un estúpido—Pero lo interrumpí.

—No lo eres mi cielo—Dije sentándome en sus piernas y acariciando su cara—Es entendible que hayas reaccionado de esa forma, no es tu culpa, nada es tu culpa—Le dije con una sonrisa.

—Gracias por todo, en serio—Dijo todavía sin soltarme—Puede que me haya acortado más la vida—Sacó muchas más lágrimas—Quiero pasar mi vida contigo, y que tú pases tu vida conmigo, quiero poder casarme un día contigo, darte una familia, muchos momentos, pero no creo poder—Sollozó poniendo su cabeza en mi pecho.

—Podrás hacer todo eso y más—Le respondí alzando su cabeza—Lo vamos a solucionar, y un día podremos hacer todo lo que quieras, juntos.

—Casémonos—Dijo de inmediato mirándome con una sonrisa.

Yo creí que estaba bromeando al principio y solté una risa, pero esa sonrisa se veía muy sincera.

—¿Estás bromeando Harry?—Pregunté riendo.

—No lo estoy, casémonos, esperarte en un altar para verte de blanco es lo que quiero hacer antes de morir—Dijo muy en serio.

—No lo sé Harry, tengo diecisiete, me falta un año de escuela todavía—No estaba muy segura de esa propuesta.

—Yo tengo dieciocho, mucho dinero, nunca te va a faltar nada—Dijo dándome un beso—No tienes que dejar la escuela para casarte, ademas cuando muera te vas a quedar con todo.

—No quiero que nos casemos porque es algo que quieres hacer antes de morir, cielo—Dije acariciando su cara—Lo haremos cuando sea el momento indicado—Luego lo miré a los ojos con una sonrisa—Además eso se pide con un anillo, tontito.

—Voy a estar en eso—Me dijo sonriente—Pero vas a ser mi esposa.

Nos dimos un beso y después Harry me dijo que tenía que resolver algunos asuntos por los que lo habían llamado urgentemente, entonces yo me quedé en su oficina.

Empecé a ver todos los archivos acerca de la cura, no puedo decir que entendía todo, los mejores científicos eran los que trabajaban en eso, claro, habían algunos pasantes, pero todos muy buenos en el área, yo no tenía casi experiencia en cosas de ese estilo, pero entonces, intenté abrir mi mente, pensar inteligentemente, pero fuera de lo que ya tenían.

No se me ocurría nada, mi mente estaba en blanco, entonces al mover mi brazo tiré un lapicero al suelo, pero estaba bastante lejos como para solo agacharme, así que lo atraje con una telaraña.

Y ahí surgió la idea, un foco dentro de mi cerebro se prendió.

Desde que esa araña me mordió, soy muchísimo más fuerte, nunca me enfermo, me curo más rápido, cura, eso era lo que necesitaba, quizás con algo de mi sangre que trae el gen de araña, Harry podría curarse.

Era una genio.

Solo había un pequeño problema, ¿cómo sacar esa sangre sin delatarme?, no podía llegar con sangre con gen araña así de la nada.

Todos conocían al hombre araña, solo tenía que hablarlo con Peter y así podría llegar como el hombre araña y darle algo de su sangre para crear una cura.

Justo en ese momento Harry entró a la oficina.

—Te tengo buenas noticias—Le dije sonriente y entusiasmada—¿Qué habilidades tiene el hombre araña?

—Tiene súper fuerza, lanza telarañas, trepa muros, se columpia muy cool—Dijo Harry confuso.

—Se cura rápido—Dijo alzando mi cabeza—La cura está en su sangre.

—¿Cómo a nadie se le ocurrió?—Dijo abriendo bien los ojos y luego acercándose a mí—¡Eres una maldita genio!—Gritó y seguido me plantó un gigante beso—Solo tenemos que intentar contactar al hombre araña y pedirle algo de su sangre, él salva gente.

—Quizás Peter pueda, creo que lo conoce, hablaré con él—Le dije mirándolo demasiado feliz—Seremos muy felices juntos.

—En serio, te amo—Dijo Harry abrazándome muy fuerte.

Puede sonar raro, pero era la primera vez que Harry decía "te amo", ya habíamos pasado por mucho, él solía ser muy cursi, pero nunca lo había oído decir esa palabra.

—Yo también te amo muchísimo, Harry—Respondí sin quitar mi cabeza de su hombro.

Una historia sobre Rachel Parker (Harry Osborn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora