19

361 26 9
                                    

Entramos a la pizzeria y nos sentamos aunque un poco incómodos por lo que acababa de suceder.

—¿A qué se refería ese tipo?—Me preguntó Harry algo curioso.

—La verdad no estoy muy segura—Dije fingiendo ver el menú.

—¿No quieres hablar de eso?—Me preguntó en voz baja.

—No lo sé, creo que en este momento no—Respondí—La verdad ni yo tengo las cosas muy claras.

En ese momento Harry me tomó de la mano de forma suave y me dijo tiernamente.

—Sino quieres hablar de eso ahora lo entiendo, espero puedas hacerlo en otro momento.

Sinceramente yo estaba sorprendida, Harry podía ser algo tierno a veces, pero no tanto.

—De verdad muchísimas gracias Harry, has sido un gran amigo para mí, eres fabuloso, y...—Pensé que más decir—Deseo que siempre estemos el uno para el otro—Le sonreí.

Nos sonreímos mutuamente, eso pasaba a menudo, como en el parque cuando le lanzamos comida a las palomas y casi siempre lo hacemos al mismo tiempo como si estuviéramos coordinados y nos volteamos a ver sonrientes; o cuando Heather en el almuerzo dice algún chiste, Harry y yo siempre nos volteamos a ver para ver la risa del otro; aunque dicen que eso también lo hacen las personas que son muy buenos amigos.

—¿Qué van a ordenar?—Nos preguntó la mesera.

—Pide lo que quieras—Me dijo Harry mirándome.

—Nos puede dar una pizza de extra queso, por favor—Le dije a la mesera amablemente.

—¿No van a querer nada de beber?—En ese momento miré a Harry.

—Yo quisiera una pepsi, y a la señorita podría traerle un jugo de durazno—Dijo, y en cuanto la mesera se fue, Harry me miró—Un jugo porque sigues estando chiquita.

—Me sigues diciendo chiquita cuando nos llevamos literalmente un año—Respondí haciéndome la indignada.

—Para mí lo estás—Me dijo con su voz coqueta, creo que mi gusto culposo es que me hable así.

—Mejor háblame de las cosas que te gustan, Harry—Dije viéndolo muy bien—A decir verdad, en el tiempo que te conozco nunca me has dicho lo que te apasiona o ese tipo de cosas.

—Me gusta la ciencia, creo que lo sabes—Dijo alzando la cabeza—El día que mi padre ya no pueda, yo tomaré el control de su empresa y entonces así, Oscorp será la mejor compañía que haya existido jamás.

—Me dejaste muy sorprendida—Dije comiendo uno de los panes que estaban en la mesa y dejan como colación—Yo quiero ser cantante, quizás empezar cantando en los semáforos o en lugares como este, con la esperanza que algún manager me ves y se sorprenda—Dije riendo.

—Si te casas conmigo nunca tendrás que pensar en tocar en un semáforo—Volvió a usar su voz coqueta.

—Ay, Harry—Dije riendo—Eres muy chistoso a veces.

En ese momento llegó nuestra pizza y bebidas.

—Que disfruten su comida—Dijo la mesera antes de retirarse.

—Muchas gracias—Le respondí y empecé a buscar en mi mochila—Creo que tengo algo de dinero para pagar una parte.

—Reach, te dije que yo invito—Me contestó Harry insistente.

—Por lo menos voy a pagar mi jugo—Dije buscando hasta el fondo, pero se me resbaló la mochila, se cayeron todas mis cosas y entonces empecé a levantarlas del suelo.

Harry me ayudó a levantar las cosas que traía en la mochila, no era mucho lo que llevaba, solo era una libreta, dos libros, mis audífonos, entre otras cosas.

Pero vi como Harry levantó una bolsa con polvo blanco y se le quedó viendo un segundo, en ese momento se la arrebaté y lo guardé muy rápido en el interior de la mochila.

Harry se me acercó y me dijo un poco enojado y confundido.

—Rachel, ¿te drogas?—Por su cara creo que no se lo creía.

—Es solo un polvo de vez en cuando—Contesté un poco apenada—Los beatles lo hacían.

—Rachel, ¿no sabes lo que eso te puede provocar?, ¿qué tal y un día te da una sobredosis?—Harry estaba casi gritándome.

—Harry, no eres Peter, ni mi tío, y mucho menos May cómo para decirme qué hacer—Señalé—Soy suficientemente madura para saber qué está bien, y qué mal.

—Responder "los beatles lo hacían" no se me hace una respuesta muy madura—Me miró—Mira, en serio, te lo digo por tu bien, no sé en qué lugares hagas eso, pero te puedes encontrar gente que se pueda aprovechar de ti, y—Paró de hablar y tuvo una cara pensativa un momento.

—Yo estoy bien, te lo asegu—No pude terminar de hablar porque Harry me interrumpió muy enojado.

—¡ESE ESTUPIDO SE APROVECHÓ DE TI!—Me gritó bastante enojado parándose de su asiento—¡Y TE LO DIJO EN TU CARA!—Toda la gente del lugar se nos quedaba viendo.

—Harry, tranquilízate—Dije un poco preocupada—Siéntate y hablemos esto.

Ni siquiera yo estaba segura de lo que Harry pensaba, pero ahora las piezas encajan muy bien, pero no podía dejar que Harry actuara sin pensar.

Harry en ese momento vio todo el alboroto que había hecho, porque la gente del lugar que la mayoría eran familias no paraban de vernos.

—¿Cuándo ocurrió?—Me preguntó Harry muy serio.

Yo no estaba demasiado segura, quizás las drogas me dificulten recordar fechas.

—Creo que ese día que te enojaste conmigo por teléfono—Dije en voz baja—Cuando me hablaste y yo estaba en esa fiesta en casa de Heat...—Pero entonces vi a Harry y él estaba ¿llorando?—¿Estás bien Harry?—Pregunté preocupada.

—Yo estaba enojado contigo—Dijo secándose una lágrima—Debí estar para ti.—En ese momento Harry me tomó de las manos—A partir de este momento, quieras o no, yo te voy a cuidar.

Puso su silla al lado de la mía y me dio un beso tierno, yo lo seguí porque nunca había oído a Harry tan sincero, eso era lo que yo siempre había querido.

—Te quiero mucho Reach—Dijo sin separar su cabeza de la mía.

—Yo igual te quiero muchísimo Harry—Le respondí en voz baja para que solo él pudiera escuchar.

Después de unos segundos nos volvimos a separar y solo nos sonreímos.

—Es mejor que no comamos esta pizza que se esta enfriando—Me dijo Harry viéndome—Los asuntos pendientes serán después de la comida.

Y en ese momento empezamos a comer la pizza que estaba ya algo fría, pero con algunas miradas con sonrisas de vez en cuando.

Una historia sobre Rachel Parker (Harry Osborn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora