Capítulo 2

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Apoyada en la barandilla del balcón de su habitación, Lumine observa aburrida el cielo despejado de su ciudad natal. No tiene otra cosa mejor que hacer que apreciar el suave movimiento de las nubes. Cierra sus ojos e inhala profundamente, inundando sus pulmones de aire puro mientras se deja llevar por el sonido de las calles. El bullicio provocado por los carros de caballos y las personas que aprovechan el claro día para ir a comprar o simplemente dar un paseo la relajan.

Después del baile solamente habían sido días tranquilos, donde no había mucho que hacer aparte de las clases que compartía junto a su hermano. Aun que esa tranquilidad no ha durado mucho, ya que tras los nefastos intentos de su padre por encontrar en el baile a un prometido que su hija no repudiara, su padre al fin ha encontrado uno, con el que ha convocado una audiencia ese mismo día.

A pesar de que Diluc Ragvindir es un chico apuesto, anhelado por muchas jóvenes, no le interesa demasiado. Un hombre alto, de largos cabellos de tonos rojizos y con un porte sofisticado y misterioso a partes iguales. Un hombre introvertido y serio, y firme rival del príncipe Kaeya. El hijo de uno de los comerciantes de vino más ricos de la ciudad, el maestro Crepus. Desde que Lumine tiene memoria, en la mirada de Diluc hay un odio letal dirigido hacia Kaeya, y viceversa.

Unos golpes en la puerta la hacen volver a la realidad y pasando sus manos por la falda de su vestido para alisar las posibles arrugas que podrían haber provocado estar en la posición en la que se encontraba, hecha una última mirada a su imagen en el espejo y termina de abrir la puerta. Para la ocasión, utilizaba un simple vestido blanco que tapaba sus pies, con una fina tela de encaje negro que comenzaba en su pecho y comenzaba a abrirse en la parte del abdomen, hasta acabar cubriendo solamente la parte trasera del vestido.

Noelle, la acompañante oficial de Lumine, le indica que el invitado especial ya ha llegado y su padre reclama su presencia. Bajan las escaleras y se dirigen hacia el despacho de su padre mientras mantienen una charla amena. La chica de cabello grisáceo es hija de unos antiguos trabajadores de su padre, por lo que han mantenido una amistad desde hace muchos años.

Esta se retira con una leve reverencia frente a la entrada de la habitación y le da ánimos a Lumine, mientras que esta, soltando un suspiro rendido, abre la puerta para adentrarse en la sala. Dainslef se encuentra sentado en su sitio particular, entablando una educada conversación con Diluc, quien se encuentra sentado frente a su escritorio.

Al percatarse de su presencia ambos se levantan para recibirla. Dainslef se acerca hacia ella para dejarle un beso en la frente y posa una mano sobre sus omóplatos, indicándole que camine hacia delante. Diluc se encuentra parado en el sitio, con las manos a su espalda en un gesto cortés. Cuando están los suficientemente cerca le extiende una mano, para que ella deje una de las suyas sobre la de el, y se acerca esta a sus labios mientras la mira fijamente. Siente como esos fríos ojos castaños intentan descifrar su alma y un escalofrió recorre su espina dorsal, erizando los vellos de su nuca.

Una vez hechas las presentaciones, Dainslef invita a ambos a dar un paseo por los jardines de su propiedad, con el fin de conocerse un poco mejor. A regañadientes, la rubia asiente hacia su padre y conduce al invitado hasta estos.

Comienzan una leve charla mientras recorren los caminos de piedra del jardín, aun que por mucho que el muchacho lo intente, solo recibe respuestas cortas y cortantes, por lo que acaba desistiendo y mantiene el incómodo silencio que inunda a ambos. Siente una punzada en su nuca, y sin necesidad de darse la vuelta sabe que su padre los esta vigilando desde lo alto del balcón de su hogar.

No sabe como, pero ambos acaban sentados en un banco de piedra con vistas hacía la ciudad, aún sin saber como sacar un tema de conversación para hacer la situación menos tensa.

La caída de Kaenri'ah // CHILUMI (Genshin Impact) // TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora