La caída de Kaenri'ah // CHILUMI (Genshin Impact) // TERMINADA

Capítulo 3

El suave sonido del instrumento inunda los oídos de los presentes en la sala y hace de esta un lugar más acogedor. Los pequeños dedos se deslizan con delicadeza sobre las teclas del piano, presionando con la fuerza y precisión concreta. Tecla tras tecla, se forma una melodiosa armonía que hipnotizaría a cualquiera.

Una mano enguantada en tela de cuero marrón con detalles en tonos dorados pasa la página de la partitura frente a ella, para que así pueda seguir apoyándose en esta sin la necesidad de apartar las manos para cambiar de página. Su profesor le corrige la postura, indicándole que su espalda debe estar más recta y ella pone en práctica el consejo, echando los hombros hacia atrás mientras sigue con la canción.

A pesar de saber la melodía de memoria y de tocarla todos los días como práctica, nunca se cansa de ella. La armonía del sonido de esta la relaja y la transporta a otro mundo, uno donde libre en todos los aspectos.

Inspira aire profundamente y vuelve a apretar las teclas con más ánimo. Cierra los ojos y se vuelve a sumergir en la música. Cuando los vuelve a abrir se encuentra en una amplia llanura cubierta de vegetación, allá donde mira no se puede apreciar ningún límite. Comienza a pasear entre las flores, y se agacha a coger unas bellas margaritas voladoras y se las acerca a su rostro para poder aspirar su olor. Una sonrisa se forma en su rostro y se tumba sobre el pasto, cerrando los ojos para dejarse llevar por la suave brisa.

Cuando los vuelve a abrir se encuentra frente al piano de nuevo, aunque su bella sonrisa aún no abandona su rostro. Su maestro Zhongli le indica que ya es suficiente por hoy y abandona su puesto en la banca para acercarse al lugar donde su hijo y el hermano de Lumine se encuentran estudiando.

El largo cabello castaño de Zhongli se mece a los lados acompañando el movimiento de su cuerpo al caminar. La rubia se levanta para seguirlo y se esconde tras su espalda para intentar darle un pequeño susto a los chicos que se encuentran centrados en sus libros. En su campo de visión solamente se encuentran los amplios anchos de su mentor, ocultos por la chaqueta de vestir de tonos negros, marrones y dorados que éste porta.

Cuando casi están llegando Lumine se adelanta en sigilo por la espalda de estos y emite un leve grito detrás de ellos, mientras apoya sus manos en los hombros de ambos. Aether da un pequeño salto en su sitio de la impresión mientras que Xiao solamente la mira de manera desinteresada. Ella sabe que los sentidos de él son muy agudos, por lo que no esperaba asustarlo mucho, aunque la esperanza de poder hacerlo algún día sigue ahí.

Xiao se gira de nuevo hacía su libro y Lumine le dedica una mirada aburrida. El de cabellos verdosos nunca había sido alguien muy hablador, exceptuando los momentos en los que estaba con Aether.

Desde pequeños este siempre había acompañado a su padre a la mansión del duque, con la intención de estar presente en las clases de este, por lo que ya se conocen desde hace mucho tiempo. Si bien él y el rubio siempre han estado más unidos entre ellos que con Lumine, Xiao nunca había dejado de lado a esta, a su manera.

La rubia se deja caer en uno de los sillones frente a ellos, con Zhongli posicionándose en el que se encuentra a su lado. Este comienza a resolver dudas de su hijo mientras que Aether prestaba atención de forma interesada. A la rubia nunca le han interesado los temas religiosos, aunque no por ello significa que no sea creyente. Su maestro era una clara prueba de ello.

No es un misterio el hecho de que Zhongli es un arconte. Es decir, una persona cercana a los dioses y que en un futuro lejano podrá convertirse en uno de estos. A pesar de que Kaenri'ah no esté bajo el mando de ningún dios, si existe el conocimiento de muchos de estos y también se conoce la existencia de Celestia, la morada de estos seres extraordinarios. Estos mismos son los que eligen quien tiene el derecho de poder aspirar a esta ciudad y son marcados desde el nacimiento.