Capítulo 8

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- No puedo más.

- Oh por dios, si no llevas ni diez minutos.

- Pero estoy harta, me duelen los dedos.

- Mala perdedora. - susurra Childe por lo bajo mientras tapa con su mano una sonrisa de superioridad que amenaza con salir a la luz.

- ¿Qué acabas de decir?

Mierda, él de verdad creía que no lo había dicho en voz alta, pero ahora Lumine lo mira con furia y con ambas manos apoyadas en sus caderas. El pelirrojo le dedica una sonrisa nerviosa mientras se rasca la mejilla, aún evitando su mirada. Sabe que la paciencia no es precisamente una de las cualidades de su acompañante, por lo que no le gusta irritarla con frecuencia, aunque esto es lo que siempre acaba haciendo.

La rubia se deja caer al suelo mientras tira el arco a un lado, pasando uno de sus brazos por su frente para secarse el sudor. Hace unos días Ámber y Childe habían hecho una competencia amistosa de tiro con arco y ella había quedado asombrada al ver la habilidad del ojiazul, por lo que le había pedido ayuda. Este, asombrado por descubrir algo que a la de ojos ambarinos se le diera mal, había aceptado sin dudarlo.

Llevaba mucho tiempo practicando ella sola para intentar mejorar en esta disciplina, pero nada había dado frutos, por lo que siempre acababa de la misma manera; ella estresada por no acertar su objetivo, flechas rotas y una rubia a la que nadie se podía acercar. Y ahora esta aquí, intentando relajarse para no explotar, con los dedos adoloridos y subiéndole el ego a un idiota.

- Una vez más Lumine. Sino técnicamente estarías admitiendo que soy mejor que tú.

Gira su cabeza de forma brusca hasta cruzar miradas con el más alto y entrecierra los ojos. ¿Acaso esta intentando irritarla y desafiarla? Porque si es así está funcionando. Se levanta del suelo mientras agarra el arco con furia y se sacude la ropa de entrenamiento, para después acercarse hasta el pelirrojo y estirar el brazo, pidiéndole más flechas. Esta se las tiende con una sonrisa ladeada y se aparta para dejarle su espacio.

Se coloca a una distancia del maniquí de paja y se pone en posición. Separa las piernas, pone la espalda recta y coloca el arco en posición. Tensa la cuerda y centra la flecha. Cerrando uno de sus ojos intenta apuntar esta en la dirección indicada para asestarle un golpe al maniquí. Inspira, dejando su mente en blanco y deja escapar el aire, para después soltar la cuerda y dejar que la flecha salga disparada. Baja el arco para fijarse bien en el recorrido de esta y pega un pisotón furioso al suelo cuando ve que esta solo a rozado un poco uno de los brazos del maniquí, acabando detrás de este junto a las otras tantas flechas que había lanzado con anterioridad.

De fondo, una risa rompe el ambiente tenso y hace que Lumine se ponga más furiosa aún. Deja el arco en el suelo, por que sabe que si lo tira tal vez no controle la fuerza con la que lo hace y lo acabe rompiendo, para después acercarse al pelirrojo que se esta secando pequeñas lágrimas a causa de la risa. 

Cuando esta frente a él comienza a golpearle el pecho, con la fuerza justa para no hacerle demasiado daño, pero que sienta un poco de dolor. Childe levanta los brazos, intentando proteger su torso de los golpes que esta recibiendo de la más pequeña, aunque sigue sin dejar de reír.

- Ya ya, por favor.

- Eres un tonto, deberías de estar ayudándome en vez de reírte de mi. 

Al ver que Lumine no tiene la intención de para esa lluvia de golpes que le esta propinando, sujeta a la menor por sus muñecas, obligando a esta a elevarlas a ambos lados de su rostro. Childe se acerca más aún a esta con una sonrisa petulante, hasta el punto de que las narices de ambos están a punto de rozarse.

La caída de Kaenri'ah // CHILUMI (Genshin Impact) // TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora