GiyuuSane Oneshot's

🔞Placeres.

Solo sexo entré estos dos porque se me apetecía.
***
Sanemi gimió sobre la boca de Giyuu, intentando apartarlo un poco, sentir los dedos largos del azabache sobre su pene lo hacía retorcerse y doblegarse del placer, estaban en el sofá de su apartamento divirtiéndose un poco, un vez Giyuu sintió pegajosa su mano decidió mirar al albino.

—Usa tu boca— Giyuu le susurro al oído, para luego sentarse en el sofá mientras que observaba como el contrario se bajaba y se arrodillaba— venga abre.

—está caliente— Sanemi agarro el pene del azabache entre sus manos para acomodarse mejor entre las piernas y empezar con su trabajo, la saliva empezó a caer por las comisuras de los labios del albino el cual decidió pasar la lengua por el falo ensalivando el miembro, dejando caer hilos de saliva y presemen combinados.

Para Giyuu la escena era como presenciar el paraíso, podía ver al albino chupando y metiéndose su miembro en aquella boca tan pequeña que tenía, no se hizo esperar mucho hasta que el sonido de la saliva acumulándose empezara a hacer presencia, Giyuu acarició el cabello del albino sonriendo mientras que sentía la humedad de la boca del contrario encima suyo.

—¿quieres que acabe en tu boca?— Giyuu sonrió de lado cuando escuchó el sonido de afirmación del contrario, el cual se movió un poco más adelante para recibir todo, y así fue después de un poco de lamidas el sabor agrio (pero no tanto) llegó hasta la garganta del peliblanco—Saca.

—Mmm...— el semen empezó a desbordarse de los labios del albino, el cual intentaba no tragarlo pero el azabache bruscamente lo agarró del mentón para observarlo.

—Traga.— Sanemi acepto para luego mostrarle la lengua a su novio, el cual sonrió gustosamente para luego limpiarle los labios con sus pulgares—Que lindo, tan obediente.

—Merezco un premio— ambos volvieron a unir sus labios para darle lugar a retirarse la ropa lentamente, Giyuu iba rozando con las yemas de sus dedos cada cicatriz, el tacto de las suaves manos trazando un camino sobre su piel lo erizaba.

Sus pómulos se encontraban colorándose de un color rojo mientras que el albino se sentaba encima de las piernas del azabache, al separarse ambos labios goteaban una suave capa de saliva ante el chupeteo de estos mismos, algo hinchados y rojos, para Giyuu ver a su novio en tal estado no hacía más que excitarlo.

Sanemi era como un Dios griego esculpido, su rostro estaba algo abochornado, sus músculos relajados, y tenía una gran erección cubierta por la tela delgada de su ropa interior, Giyuu empezó a besarle el cuello suavemente chupando y mordiendo algunas zonas ejerciendo de vez en cuando fuerza para hacer marcas rojizas que próximamente tomarían el color purpura como un hematoma.

Sus labios rozaban por todo el torso sintiendo como el pecho de Sanemi se inflaba ante el aire caliente que retenia por el placer ejercido mediante a la acción de chupar zonas sensibles, el azabache únicamente empezó a pasar la punta de su lengua por los pezones erizados de aquel sacándole por fin esos jadeos que tanto esperaba mientras que con un poco de fuerza apretaba los muslos del contrario dejando marcados sus dedos, las caderas de Sanemi solo empezaron a moverse un poco ejerciendo una fricción entre el trasero del albino y el miembro del azabache.

—¿Estas necesitado eh?— Sanemi se erizo al escuchar la ronca voz de Giyuu en su oído mientras que aquel subía sus manos hacia la cintura del albino— puedo hacerte subir hasta el cielo en pocos minutos cariño.

—Pruébalo entonces amor.

Giyuu rió un poco haciendo sonrojar al contrario mientras que soltaba su cabello, tumbó con delicadeza a su pareja en el suave sofá mientras que quedaba entre sus piernas, por instinto Sanemi rodeó la cadera del contrario con sus piernas para atraerlo más mientras que volvían a besarse con suavidad, Giyuu solo acarició el rostro de su novio mientras que con su otra mano terminaba de desvestirlo, dejándolo totalmente desnudo y a su Merced.

—¿tienes lubricante?

—Claro que si, e incluso condones creo que ya deberías saber eso a esta etapa de nuestra relación— ambos soltaron una risa mientras que Giyuu estiraba su mano para sacar de una mesa al lado del sofá del contrario un pote de lubricante en base de agua y unos condones.

—Te amo— Sanemi se ruborizó para luego besar la mejilla de su pareja, su mirada se fijó en cómo este abría el envase para verter entre sus dedos un poco de lubricante para poder acomodarse mejor.

La dilatación fue lenta pero placentera, Giyuu podía deleitarse de la imagen de su novio retorciéndose y gimiendo solo por un par de dedos, tocando con suavidad su punto g, Sanemi por su lado se sentía en el cielo, los dedos largos de su pareja siempre lo hacían sentir demasiado bien, entrando y saliendo mientras que se curvaban perfectamente para encontrar su punto.

—M-mierda Giyuu basta me voy a correr— Giyuu solo hizo caso omiso a la situación para golpear nuevamente el punto del contrario haciéndolo correr pocos segundos después.

—Voy a entrar.

—E-espera Giyuu estoy sensible— esto no detuvo a Giyuu aunque con lentitud abrió el paquete del condon suavemente con sus dedos para luego ponerlo por toda la extensión sintiendo la mirada hambrienta del albino—V-vale pero no seas tan rudo imbecil.

—Tranquilo.

Giyuu se puso bien entre sus piernas para poner su pene en la entrada del contrario y empujarlo con suavidad, hasta que estuvo completamente dentro.

—Joder.

—G-Giyuu— Sanemi apretó sus ojos dejando salir unas pequeñas lágrimas para luego sentir las suaves manos de su novio retirándolas—Estoy bien, idiota.

—Lo se...abrázate a mi— Sanemi se confundió pero rodeó con algo de rareza el cuello de tomioka con sus brazos, hasta que sintió como este sostenía sus caderas y los embestía con fuerza, Sanemi solo apretó sus labios ante el movimiento respirando con rapidez.

Y así fue.
Los movimientos eran bruscos y rápidos pero sin lastimar al albino que solo sentía como de vez en cuando un poco de saliva escapaba de su boca ante el placer, su entrada era embestida con fuerza que lo hacía tocar el cielo, pero Giyuu no se quedaba lejos sentir como su pene era aprisionado por las paredes anales de su pareja y como se contraían por el placer ocasionado.

—¡Ah! Mierda mierda Giyuu— Sanemi casi gruñó cuando el azabache volvió a tocar su prostata—Basta me correre otra vez.

—Te haré correr toda la noche si es necesario— Sanemi gimió cuando nuevamente volvió a correrse, para luego sentir como Giyuu salía con brusquedad y le daba la vuelta— ahora es mi turno cariño.

Sanemi puso su rostro en uno de los brazos de sofá jadeando aire caliente, sentir como Giyuu volvía a entrar lo hizo arquear su espalda, Giyuu volvió a moverse con fuerza una y otra vez golpeando de vez en cuando su interior con tanta fuerza que hacía sacudir su cuerpo, hasta que finalmente el azabache llegó al orgasmo.

—Aquí duraremos hasta mañana.

—¿Qué? Giyuu no seas idiot-¡ah!

(...)

Rengoku corrió hacia el baño hasta que vio como sus dos amigos estaban en aquel lugar, Sanemi se veía molesto mientras que Giyuu pasaba maquillaje por el cuello del albino.

—¡Hola! ¿qué hacen?— la pareja se sobresaltó viendo al rubio mirarlos con emoción.

—le tapó chupones a Sanemi.

—Te voy a matar Giyuu.

***
Algo corto no pidan mucho estoy terminando corte de universidad 😿