𝒯𝒽ℯ 𝓅ℯ𝓇𝒻ℯ𝒸𝓉 ℴ𝓂ℯℊ𝒶 (editando)

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Perdón por no actualizar éste tiempo, lo que pasa es que mi abuela... O bisabuela falleció y afecto mucho a mi família, fuimos a todos los rosarios y apoyamos a preparar la comida para los mismos, así que, aquí estamos de nuevo :).

—Gustabo, amor ¡Ya es hora de ir a estudiar!

No duermo, escuche con claridad el grito de mi madre mientras doy la milésima vuelta sobre la cama, con las frazadas ya en el suelo. Terminé por mirar el techo, soltando un largo suspiro, mientras llevó una de mis manos a mi vientre, acariciándolo. Tan plano, tan igual que un día o una semana antes, ¿Cómo es que he dejado que sucediera esto?

Si, fue mi culpa por olvidar tomar los malditos supresores, pero tengo diecisiete años, nadie espera que eso pase tan pronto... Menos cuando Greco no me dejo respirar una vez llegamos a su casa. Es su culpa, claro que es suya, aunque es más mía por ser un idiota y no pensar en lo que podía suceder.

¿Qué nombre suena más bonito? Me gusta Manolo, porque significa hombre valiente. Siempre me imagine a mi hijo como el alfa más hermoso de todos, fuerte, inteligente, capaz, pero a la vez con una sensibilidad que a mí me encantaría que tuviera: o podemos ponerle Greco Junior. No, vamos a ponerle Manolo, amor, lo que tú quieras. ¿Enserio? Gracias amor, te amo.

Me imaginó esa charla con mi alfa, aunque sé que lo más probable es que no se tome bien la noticia, ni él ni nadie, mis padres seguro querrían que me mude con él y aún ni he acabado el bachiller, tampoco quiero perderlos, los amó mucho, a ellos y a la tarada de mi hermana, aunque a última parte puedo guardármela para mí.

Pase la yema de dos de mis dedos por la mordida en mi cuello y suspire, al final, se supone que tarde o temprano me mudare a vivir con Greco y darle todos los hijos que desee, eso debería de sonarme bien, hacer feliz a mi alfa es mi razón de vivir ¿Por qué tengo tanto miedo? Cuando Greco me mordió, mis papás se pusieron muy felices, incluso Mónica se puso algo celosa ¿Qué mejor que tener a tu pareja eterna a los diecisiete años? Hicieron una fiesta, aunque yo no quería porque vaya que dolió esa mordida.

Esperé la magia, los juegos artificiales, la sensación en mi corazón llenándose de felicidad y lo único que sentí fue un hueco creándose en mi pecho y un inmenso dolor en el cuello. No se lo dije a nadie, sonreía e intentaba aparentar que todo iba perfecto, incluso con Greco, quien me presumió ante cada uno de sus amigos como el trofeo de una noche de bolos.

Quizás es que lo real es muy alejado de lo que te imaginas por mordida, lazo y amor eterno.

—¿Gustabo? Hijo, te estoy gritando, cielo ¿Por qué no me haces caso?

La cabeza de mi madre se asomó por la puerta y suspire, acurrucándome más en mi propio cuerno, asegurándome de no presionar mi vientre cuando me encogí tanto en mis piernas que mis muslos llegaron a mi abdomen. Ella camino y se sentó a mi lado, llevando una de sus manos a mi cabello, acariciándolo.

Mi madre es la más hermosa omega del mundo. Una sonrisa preciosa, ojos que iluminan cualquier oscuridad y una personalidad demasiado bondadosa. Ella ama a mi padre, Mónica y a mí. Mi papá también es un alfa muy respetado, admirado y majestuoso, cualquiera se lo imaginaria como un caballo, el más esplendido semental. Siendo una pareja como ellos lo son, ¿Qué queda para Mónica y para mí? Mi hermana mayor sueña con ser como mi madre, y yo, al ser omega hombre, solo deseo encontrar a alguien que me ame siendo... Así.