—¿A qué se refiere?
Observé la boca de Freddy abrirse para hablar pero fue entonces el estruendo de una puerta cerrarse lo que nos desconcerto. Freddy me miró y luego hacia atrás mío; dándome la vuelta, vi a Jack caminando a paso apresurado hasta que tomó mi mano para entrelazar nuestros dedos, tiró ligeramente de mi, acercándome a su cuerpo para rodearme la cintura con firmeza.
—Necesito... Joder, necesitó tanto olerte—. Siento su pecho subir y bajar por las adrenalina ¿habrán estado discutiendo? ¿Qué había sucedido en esa habitación?
—Llevatelo Jack. Hablaré con tu madre.
Jack afirmó con la cabeza y al segundo siguiente ya estábamos saliendo del enorme edificio. La mano de Jack tiembla, su agarre sobre la mía 'ta potente, y definitivamente no deja circular bien la sangre, pero no siento dolor, al contrario, me duele el pecho por verlo de ésa manera. Me ayudó a subir a su auto y subió él, saliendo del estacionamiento, sólo una vez estuvo en la autopista, apretó sus dedos sobre el volante.
—Jack—. Suspiré, sin saber muy bien que hacer. Nunca he visto a un alfa así, aunque tampoco soy muy experto en la materia de conocerlos. —¿Qué tienes? Dime por favor, quiero ayudar.
—Espera, sólo espera—. Alzó su mano hacia mi dirección, estirando el índice como intentando callarme. Obedecí, no suena enojado, pero está agitado. —Necesito que esperes.
—Espero, yo espero—. Mordi mi labio inferior, observando como el no despega su mirada del camino, con su ceño fruncido y sus cejas curvadas hacia abajo. Enojo, ira, fastidio, el olor no tardó en llenar el auto. Mi omega tembló y tense mi cuerpo, no nos gusta nuestro alfa enojado, así que no tarde en soltar en un pequeño susurro la duda principal.
—Hice... ¿Hice algo malo?
—No, tú no—. El auto sigue avanzando a velocidad, por suerte ya es muy tarde, no me he fijado en la hora desde que salí de su casa pero esperó que sean más de las doce. —Yo—. Siguió, así que sólo o miré, dejando que tomé su tiempo. —Yo soy el idiota que creyó que ella entendería, pero no pasó.
—¿Tu mamá? ¿Es eso?—. Observé las venas marcarse ligeramente en su mano por la nueva tensión producida y lo tomé como un sí. —¿Éso haces? ¿Estás conteniendote?—. Jack no dijo nada y tampoco hizo falta, cada detalle de su reacción encajó perfectamente.
Para éste instante sé que Jack es el alfa con quien deseo pasar cada segundo de mi vida. La noche ha sido larga, muchísimo, él y yo no hicimos lo que planeamos, pero he conocido tanto de su mundo, que éste último detalle sólo me ayudó a comprender que Freddy tenía razón, yo también veo a Jack como mi alma gemela.
Y el tampoco es un alfa perfecto.
Y es que en realidad... No existe un prototipo del ser perfecto, no estándar, ni un manual para hacerlo al pie de la letra. No somos alfas, betas y omegas, somos personas.
Jack me ha demostrado que yo no soy un fenómeno por ser diferente, las diferencias son buenas, ahora mismo él es diferente y amo cada una de sus particularidades.
Pero si tuviese que usar esa palabra en una oración, diría que Jack es la persona perfecta para mi.
Él marca la diferencia de unas manera hermosa, una que acelera mi corazón con cada recuerdo de todo lo que me he enterado ésta noche. No tuvo una madre y un padre que estén inculcándole una creencia, de hecho tiene una madre que intenta lograr en él la perfección que no tiene su propia vida, sin darse cuenta de que éso no está en los deseos de su hijo.
Jack es más bajo que los demás alfas, no busca pelea para sentirse alguien superior, no te impone que hacer o que no hacer y tampoco le llama la atención presumir la cantidad de omega que tiene a sus pies. El quiere a Manolo y sabe tratarlo, no es torpe, es cuidadoso, listo y cauteloso. No se rinde, no se siente mejor que nadie y por sobre todo, es el mismo alfa que ahora está a mi lado, intentando calmarse a si mismo para no responderle a su madre apesar que ya está en la edad en que todo alfa cree que nadie puede pasarte por encima.
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𝒯𝒽ℯ 𝓅ℯ𝓇𝒻ℯ𝒸𝓉 ℴ𝓂ℯℊ𝒶 (editando)
FanficCuando eres la perfecta definición del omega imperfecto, pierdes todo pensamiento positivo de encontrar algún día el amor de tú vida. Gustabo García tiene 20 años, un hijo de tres años y un lazo roto debido a su ingenuidad. ¿Qué alfa querría encarga...