·°| Especial |°·

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—¿Estás seguro de esto, Horacio?—. Pregunte por milésima vez, recibiendo una afirmación de mi mejor amigo, resulta que le platique de mi relación con Jack, a lo cual él me hizo tantas preguntas, incluso me pregunto si mi alfa la tiene grande, obviamente no le dije que sí, solo yo puedo saber sobre éso.

—Vamos, te ves hermoso hombre, si él no reacciona ante ésto, tal vez no es el indicado—. Éso me hizo reír, la verdad no estoy muy seguro sobre ésto, a Horacio se le ocurrió debido a que Conway y yo hoy hacemos un mes de ser novios, así que mi queridísimo amigo me dijo que hiciera ésto como aniversario de un mes.

—O tal vez no le gustan estas gilipolleses—. Comenté, no es que ésto me quedé mal, en realidad me queda de puta madre y no quiero opacar a los demás omegas.

—Le encantará, si yo fuese alfa ya te hubiese dejado embarazado—. Afirmó con una sonrisa coqueta, mientras movía las cejas con picardía, yo sólo negué mientras reía, como amo a este hijo de puta.

Horacio llamó al taxi, a lo cual yo me puse un abrigo largo que lograba tapar mi cuerpo hasta las rodillas, empieza el plan; "Feliz aniversario, Jack". ¿Cómo reaccionaría? Tal vez le de un infarto al viejo.

Al llegar al pent-house del abuelo, le pagué al taxista y bajé del taxi; al entrar fui recibido por Volkov, el cual sabía del plan ya que me ofreció su ayuda a cambió de una cita con Horacio, si tan sólo supiera que mi mejor amigo gusta de él.

—Adorne el cuarto tal y como querías, ahora mismo me dirijo a la empresa para hacer los trabajos por Conway—. Me comentó al estar frente a la puerta del cuarto de Jack, sin embargo antes de entrar, sostuvo mi muñeca y soltó feromonas de alfa, tratando de intimidarme. —Más te vale haber conseguido la maldita cita si no quieres terminar muerto—. Éso me hizo enfadar, no lo parecerá pero soy una persona de palabra, voltee a verlo. —No me importa que seas el omega de Conway.

—Mira, ruso de los cojones—. Hablé mientras quite su mano de mi muñeca. —A mi no me gusta faltar a mi palabra ¿comprendes? Así que deja de soltar tus malditas feromonas, que de sólo olerlas, me dan ganas de vomitar.

Escuché como soltó un leve gruñido y sin más, se salió de el pent-house de mi alfa, comencé a recorrerlo; soltando feromonas para marcar mi territorio, Jack no tardará en llegar.

Me metí a su habitación, en la cual hay pétalos de rosas rojas, me quite el abrigo para luego meterlo a su armario, viendo que lo demás estuviese en orden, al confirmarlo, me acomode sobre la cama y justo en ése momento escuché como se abría la puerta principal.

—¿Gustabo?—. Logré escuchar la voz mamadisima de mi alfa, causando que una corriente eléctrica me recorra la espalda, comencé a sentir mojada mi parte trasera, es increíble que su voz me ponga en éste estado.

Me puse de cuclillas en su cama, colocando mis manos entre mis piernas, cinco segundos pues pude ver a Jack cruzar ésa puerta. Al verme pude notar su expresión de asombró, a lo cual yo hice un puchero, mientras comenzaba a jugar con mis manos, tratando de parecer inocente.

—¿Acaso ésto no le gusta a daddy?—. Joder, ahora sabra porque me llaman Gustabo con B de bombón.

Comencé a oler las feromonas del señor mayor, provocando que suelte un ligero jadeo. Conway se acercó con pasos lentos hacía la cama; al estar enfrente de mi, me agarró del mentón para acercarme a su rostro.

𝒯𝒽ℯ 𝓅ℯ𝓇𝒻ℯ𝒸𝓉 ℴ𝓂ℯℊ𝒶  (editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora