¿Alcohol o destino? ShikaSaku.

¿Estoy más gorda?

¿Estoy más gorda?

A dos meses de matrimonio, Shikamaru podía notar que Sakura había perdido todo el pudor que alguna vez había tenido hacia él.

En ese momento, su pelirosa esposa estaba en ropa interior, colocando crema sobre su cuerpo. A él personalmente le gustaba verla cuando hacia eso luego de bañarse, era como una especie de rutina en su matrimonio, donde él se acostaba en la cama para observarla, le parecía sexy y excitante.

-Cariño- ella lo llamo por ese apodo que en algún momento había comenzado a usar y ya era costumbre. - ¿Crees que estoy más gorda? -

La pregunta lo tomo por sorpresa, y automáticamente respondió que no. Ella tenía un cuerpo hermoso y estructural gracias a las largas horas de entrenamiento que como ninja vivía. Sus piernas eran largas, un poco gordas, pero por lo bien marcadas que estaban, su vientre estaba completamente plano y culminaba con unos pechos de tamaño mediano, que el corpiño que estaba usando en ese momento los dejaba alzados y provocadores.

-No, estoy segura que subí dos kilos desde que estoy embarazada- ella lo contradijo.

-Eso es imposible Sakura... – comenzó a negarle lo que decía, cuando cayo en cuenta de lo que ella le había dicho- ¿Espera, estas qué? -

-Embarazada- respondió ella con una sonrisa.

Shikamaru salto de la cama y en menos de un segundo ya estaba de rodillas frente a ella, observando su vientre con fascinación.

- ¿Cuándo? ¿Cuánto tiempo tiene? - las preguntas salían de su boca sin parar. La risa de ella provocaba que su panza vibrara, pero él podía ver como estaba tan plano como siempre.

- Estoy de dos meses, por eso no se nota aun, quizá para el tercer o cuarto mes, depende de cada mujer-

-Espera, hace dos meses... entonces fue..-

-Así es, hicimos al bebe en nuestra primera vez- se rio con ternura al ver a su esposo besar una y otra vez el lugar donde estaba el niño.

- Me haces feliz Sakura- le dijo él en un susurro apenas audible, mientras acariciaba el lugar donde estaba su hijo o hija con su mejilla. Luego, se paro y la abrazo, besándola con pasión.

Entre caricias y besos fueron caminando hasta la cama. Shikamaru se sentó primero mientras deslizaba sus besos por sus pechos y estómago. Deslizo su tanga hasta que este cayó al suelo, y continuo con el camino de besos hasta llegar a la vagina de ella.

La pelirosa gemía de placer; con sus manos tiraba levemente de el cabello de él, que lo traía suelto en ese momento.

Shikamaru con una mano la deslizo por la pierna de ella, animándola a engancharla en su hombro para tener una mayor apertura y acceso. Mordisqueó los puntos sensibles de ella que a esta altura tan bien conocía, excitándose mas al escuchar sus quejidos de placer.

Cuando ella llego a su orgasmo, las piernas le fallaron, cayendo sobre él, que la atrapo en la alzada. La acostó en la cama, y se colocó encima de ella. Se quito la remera, y si era posible su miembro creció aun mas al ver como ella se mordía el labio y deslizaba sus suaves dedos por su pecho.

Rápidamente se sacó el pantalón y los boxers, para guiar su miembro a la entrada de ella, cuando estaba por entrar, freo en el acto.

- ¿Y si le hago daño al bebe? - se acojono a último momento.

- No lo harás cariño, ahora quiero que me cojas- bufo ella entre la risa y la excitación.

Él asintió y puso manos a la obra, deslizándose dentro de ella y comenzando el vaivén que les daría placer a ambos.

La amaba tanto, esos meses juntos solo sirvieron para que confirmara aún más sus sentimientos por ella. Le encantaba todo lo que ella tenia para ofrecerle, sus dulces besos, sus mimos matutinos, la forma en la que ella estaba al pendiente de él, las sonrisas que le regalaba todos los días, el amor que veía en sus ojos cuando él tenia un detalle para ella, sus mejillas sonrojadas, y sobre todo, esas expresiones que tenía cuando tenían sexo. Todo en ella le encantaba.

Luego de amarse, estaban desnudos en la cama, con Sakura recostada sobre su pecho.

-Yo creo que será una niña- confeso su anhelo.

-Si tu crees eso, es porque así será. - le sonrió ella.

-Ojalá tenga tus ojos- a miro fijamente, aquellos luceros que tanto amaba.

Si alguien le hubiera preguntado a Shikamaru si hubiera podido prever todo lo que había sucedido en el último tiempo, aun con su desmesurada inteligencia y capacidad estratégica, él tendría que decir que no.

Pero eso no quitaba lo feliz que se sentía en ese momento, abrazado a su esposa a quien amaba, y esperando un hijo.