Vergüenza al clan.

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Vergüenza al clan.

Cuando Hiashi apareció por la puerta, Shikamaru lo estaba esperando en la sala de la casa principal; lo que si el Nara no se esperaba era que el Hyūga trajera un sequito de miembros de su clan, además de a sus dos hijas

-Shikamaru-san- Saludo. - Lamento que nos encontremos en estas circunstancias. - Le reconoció.

-Yo también lo hago Hiashi-san- Respondió el Nara.

-Siempre lo reconocí como el heredero al titulo de tu padre Shikamaru-san, imagine entonces mi sorpresa cuando me manda a obligar a traer a mi hija para que la castiguen- el tono cada vez era menos cordial.

- Imagine la mía cuando su hija ataco a mi esposa embarazada- rebatió entonces.

-Lamento eso- digo entonces, y Shikamaru pudo ver que las palabras del hombre no eran falsas- Pero he hablado con mi hija, ella me explico la situación, y por los valores y reglas de mi clan, necesito que entienda que no puedo castigarla ni entregarla-

Hiashi era un hombre duro y honesto. Si estaba diciendo lo que decía, no era porque quería evitarle un reto a su descendencia, sino porque realmente creía que no podía hacerlo.

- ¿Podría pedirle que me dijera los motivos que pueden llevar a un ninja a atacar a una civil embarazada, Señor Hyūga? Porque no soy capaz de justificar esa acción- Cada vez los humos subían mas y las posibilidades de resolver el problema de forma pacifica se agotaban.

-Los valores Hyūga defienden a la familia y el honor por encima de cualquier cosa. Mi hija Hinata estaba luchando por su familia y el honor que se le fue atacado. Debería controlar a su mujer-

-No entiendo porque me dice que controle a mi mujer, cuando usted no puede predicar con el ejemplo. Su esposa murió porque usted no supo protegerla, no permitiré que lo mismo suceda con la mía. - Las palabras de Shikamaru fueron tan duras que incluso el otro patriarca perdió la mueca de impasibilidad que lo caracterizaba.

≥ Si usted no puede controlar a sus hijas, señor, deje que alguien más capaz lo haga.

-Imagino que te refieres a ti mismo- el tono burlón no paso desapercibido para ninguno de los presentes, los últimos comentarios de ese joven lo habían molestado de sobremanera.

-Me encantaría hacerlo, pero conozco las leyes, es por eso que me comunique con el Hokague, para que evaluara la situación entre nuestros clanes- esa información tomo desprevenido al hombre, mas aun cuando el peliplata entro a la sala.

-Hiashi-san- lo saludo. - No pude evitar escuchar la conversación, ya sabe, oídos de ninja- se rio sin gracia- Y que sorpresa escuchar que defiende a la niñata que ataco a mi alumna, mi alumna que esta embarazada de mi nieta- las cejas plateadas se iban juntando a medida que las palabras salían de su boca, Kakashi estaba muy enojado.

-No creo que pueda ser un buen juez Hokague-sama, usted no será imparcial- trato de intervenir otro de los Hyūga presentes en la habitación, pero rápidamente calló cuando el Hatake volvió a tomar la palabra.

- ¿Y? - La descares del hombre dejo a todos con la boca abierta. Parecía que poco le importaba tener una reputación de Hokague justo. – Mi niña fue atacada, y tu hija pagara por eso Hyūga- el respeto con el que había comenzado Kakashi se iba perdiendo a medida que avanzaba la conversación. ¡Por amor a Kami, habían atacado a Sakura! - Yo que tú me inclinaría ante Hanabi, quiero que sepas que solo por su intervención es que no estoy exiliando al clan completo-

Hiashi estaba en un aprieto. Volteo a ver a sus hijas, Hanabi miraba el suelo, en señal de respeto, ¿Acaso era verdad lo que le decían? pensó que raras veces su hija menor intervenía en algo que no le competía, por no decir nunca. Sus ojos perlas se movieron a la mayor, Hinata estaba mirando sus manos, sacando con sus uñas la mugre que tenía entre las demás, como si eso fuera lo más interesante del mundo, y no se estuvieran juzgando sus acciones. Él, como patriarca, no podía permitir que su apellido se manche aún más.

Volvió a rotar su mirada a los hombres a los que se estaba enfrentando, sabía que el Hatake no hacia amenazas en vano, el Nara tampoco, y ambos estaban lo suficientemente enojados como para irse a las manos en cualquier momento, ¿Acaso realmente Hinata había actuado sin fundamentos?

-Como ya le dije al líder Nara, nuestro clan no puede castigar a mi hija por pelear por lo que por derecho le corresponde, su familia y su honor- decidió confiar en su primogénita.

-Por favor, permítele a tu hija explicar que es lo que paso por su cabeza para atacar a mi esposa- con burla, Shikamaru le pidió, porque sabia lo que ella diría, y quería ahorrarse el escucharlo, pero al parecer no podría.

Hinata, que estaba tras su padre, justo al lado de su hermana, tomo la palabra.

-La matriarca Nara- dijo con desprecio- Es una puta que quiere seducir a mi futuro esposo, solo reaccione a sus provocaciones-

-Oh, pero si la has educado tan bien Hiashi, ese es definitivamente el lenguaje de una señorita- la burla en el tono del Hokague molesto a los portadores del Byakugan presentes, el peliplata estaba siendo hipócrita teniendo en cuanta que "su niña" pelirosa, era la primera en escupir insultos e irse a las manos, igualmente, nadie se atrevió a decirlo.

-Ese futuro esposo del que hablas es Naruto, ¿verdad? - le cuestiono el Nara, ignorando todo lo demás que ella había dicho.

-Así es- asintió ella.

-Mande a llamar a Uzumaki también, para aclarar este malentendido de una vez por todas- siguió el Nara, lo que puso pálida a Hinata. Incluso Hiashi dudo de que justo mandara a llamar a ambos, intuyo que aquello estaba un poco preparado, pero ya estaba en el baile, ahora debían tratar de salir lo más airosos de la situación que se pudiera. Mentalmente, agradeció que Naruto estuviera ahí, para defender el honor de su hija.

Pobre hombre, nunca hubiera visto venir lo que sucedería cuando el que creía era su yerno, hablara.

- Por favor, entra a la sala Naruto- lo llamo, a lo que unos segundos después, el rubio entro a la sala. - ¿Estuviste escuchando de lo que hablamos? - él asintió- Por favor, ilumínanos entonces-

-Yo, no soy el prometido de Hinata-chan. Ni siquiera le pedí alguna vez ser novios Dattebayo- susurro la ultima palabra, estaba entre indignado, enojado y sorprendido por lo que se enteraba ahí. - Si intercambiamos cartas, pero fue porque quería saber como estaban las cosas por aquí mientras viajaba, pero ella no cumplió su palabra, no me dijo de cosas importantes, como el casamiento de Sakura-chan, o que tendría una sobrina-

-Naruto-Kun, no mientas- las lagrimas caían por el rostro de la Hyūga, si él seguía hablando, se caería la hermosa red de mentiras que había trasado en los últimos años, el amor a distancia que les había hecho creer a todos, la historia de los amantes separados que se intercambiaban cartas esperando reencontrarse.

-Yo no miento, Tu mentiste, y atacaste a Sakura-chan que es como una hermana para mí. No te reconozco- fue lo ultimo que dijo, para luego voltear a ver a los dos patriarcas y al Hokague. - Si está bien, me retiro. - al recibir el asentimiento del peliplata, se dio media vuelta y se fue, estaba dolido con todo lo que había sucedido, sentía que era en parte su culpa.

-Entonces Hyūga-san, ahora ¿Está listo para discutir el castigo de su hija? - Lo llamo el Nara.

El mencionado agacho la cabeza, sería el hazmerreír de la aldea, y todo por confiar en su hija, quien le había mentido todo este tiempo. ¡Por Kami, la había defendido!, defendió a un ninja que ataco a una civil embarazada y desarmada, esto le costaría caro, a su clan y a su honor. 



Nota autora:

Me levante y dije, ¿Cuántas notificaciones pueden haber? 244. 

Tan feliz que les cargo un capítulo mas de esta y de "Los modales hacen al hombre".

Los adoro. 

Saludos, Jo. 

¿Alcohol o destino? ShikaSaku.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora