Alcohol, porque ninguna buena historia empieza con una ensalada.
¿Alguna vez sintieron que su cuerpo ya no les respondía? ¿Que su cansancio mental, en su alma, era tanto, que su cuerpo se rendía a él y simplemente no se levantaba más?
Eso era lo que Sakura sentía en ese momento.
Se había despertado, nuevamente, aquella madrugada. Mirando el reloj, comprobó que tenía razón, apenas eran las 3, agradeció entonces mentalmente no tener ningún turno al otro día en el hospital.
De todas formas, no se sorprendió por no poder dormir. Últimamente, si lograba hacerlo por cuatro horas, era un logro.
Su mente agotaba por completo su cuerpo con distintos pensamientos, y su acabado cuerpo ya no tenía fuerzas para levantarse y hacer algo para callar su mente.
Se colocó en posición fetal, abrazándose a sí misma, y sorpresivamente para ella, comenzó a reírse. Todas las lágrimas que tenía ya las había derramado en innumerables noches, estaba seca, perdida en la tristeza al punto que reía.
Fue esa madrugada, que la realidad explotó en su rostro. No necesito una escena, no que alguien se lo dijera, simplemente, luego de años, su mente acepto la realidad que se había negado a reconocer, ellos no la querían.
Sorpresivamente, su cuerpo recupero algo de fuerza luego de repetir aquella línea mentalmente un par de veces. Se colocó la ropa que vestía normalmente, y salto de la ventana de su habitación.
Termino en un bar oscuro, en las calles menos agraciadas de Konoha. Levanto cuatro dedos al bar tender, y este le dejo la misma cantidad en vasitos de sake frente a ella.
Este es por Kakashi, pensó. Nunca la habría entrenado, nunca le había prestado atención. Si bien la cuido, no pensó dos veces en dejarla atrás cuando acepto el puesto de hokague de la aldea, dejándola como el último miembro del equipo 7, y tampoco le costó subestimarla, aún después de que ella probará su valía en la guerra, sacándola de la lista activa de ninjas. Levanto la medida de alcohol, permitiéndole bajar por su garganta.
Este es por Naruto, dijo. Quien creía que era su hermano, y quién luego de la guerra decidió dejar la aldea de un día para el otro, sin avisarle a nadie. Nuevamente, empino el contenido para tratarlo.
Este es por Sasuke. Se río. La situación de Kakashi podrían decirle que era culpa de ella, que era muy sensible y dependiente, la de Naruto, le dirían que él no tenía ningún deber de avisarle que se iría. ¿Pero la de Sasuke? Volvió a reír.
Luego de la guerra el Uchiha le había pedido que lo esperara, para luego desaparecer por cuatro años, sin visitarla, sin enviar una mísera carta. Eso si no entraban a mencionar cada vez que la había lastimado antes de eso.
Se llevó a los labios el tercer shot de sake.
No permitió que su chacra purificará el alcohol, técnica que había aprendido de su maestra, quería que le pegara, tan duro como pudiera.
Miro el último vaso. Ese es por mí, declaro. Es por la ingenua Sakura de 12 años que quería encontrar una familia en su equipo, por la de 13 que entreno duro para alcanzarlos. Por la de 16 que los había amado y confiado en ellos, por la que confío en las palabras de Sasuke, finalmente, por la Sakura de 20 años, que había caído por fin en la realidad, que ellos no la querían, o por lo menos no lo hacían con la misma fuerza que ella a ellos.
Luego de tomar ese último vaso, paso a pedirle una botella directamente al chico que la atendía. Cuando la termino pidió otra, y otra más luego de esa.
Estaba por llevar la tercera botella a sus labios, cuando sintió que alguien de la quito de las manos.
A su lado, Nara Shikamaru se encontraba parado, mirándola fijamente a los ojos.
No sé avergonzó de que él la viera en esas condiciones, no sería la primera vez tampoco. Cuando los dos trabajaban para Tsunade el chico la había llevado en peores condiciones que la actual a su departamento, también lo había hecho cuando salían con Ino y ambas se emborrachaban, confiando en que el perezoso castaño las llevaría a salvo a sus respectivos hogares.
Estaba por hablar, cuando vio como el chico empinaba el alcohol que le había robado. Eso sí era raro, Shikamaru no bebía a menos que no supiera que hacer, y ese hombre siempre sabia que hacer, no por nada era llamado genio.
- Que tan mal está la situación? - le pregunto.
- Acaban de rechazar mi propuesta de casamiento- la risa ronca que liberó fue sarcástica.
- Iré a golpearla por ser la mujer más idiota de este mundo - Y no mentía. Sakura había llegado a conocer al joven Nara, sabía que era un buen hombre, que se preocupaba por los que quería. Quien sea que lo rechazara, debía ser la mujer más estúpida.
- Tendríamos problemas con Suna si hicieras eso- el chico rio otra vez de la misma forma, mientras se sentaba al lado de ella en la barra. Lo había hecho de forma cansada, prácticamente cayendo sobre del asiento, demostrando lo mal que lo tenía la situación.
- Quiero verlos intentarlo, Gaara me debe muchos favores como para atreverse a algo como eso- levanto la pera, demostrando confianza y poder en sus palabras.
- ¿Tu qué haces aquí a esta hora? - luego de un silencio cómodo, en el que Shikamaru se sintió apoyado por la pelirosa, se atrevió a preguntar.
- Acepte que por más que grites tu amor, eso no va a hacer que los otros te devuelvan lo mismo- esta vez, ella fue la que río sin humor, demostrando en aquellos transparentes ojos verdes el dolor que sentía por decir aquellas palabras
Esa noche nació algo más que camaradería entre ellos, porque ella sabía que quien lo había rechazado era Temari, y él sabía que ella estaba ahí, sufriendo una vez mas por aquello que la atormentaba desde los 16 años.
Ambos estaban ahí ahogándose en alcohol para curar sus heridas.
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¿Alcohol o destino? ShikaSaku.
Fiksi PenggemarCuando Shikamaru mas necesito de su novia, ella lo abandono por miedo al compromiso. ¿Ahora donde conseguiria una esposa para que el clan no caiga? Cuando Sakura se cansa de esperar a Sasuke, busca quien podría ayudarla a salir del estilo de vida qu...