¿Alcohol o destino? ShikaSaku.

Una boda pequeña.

Una boda pequeña.

Su boda fue muy pequeña; solo estaban ellos, Ino, Sai, Shizune, Chouji, Yoshino y Kurenai con su hija, Mirai.

A Shikamaru le preocupaba que fuera muy poco, pero ver a Sakura tan feliz traía paz a su corazón. Ella había simplificado todo en una simple frase.

"Mis padres están muertos, no tengo equipo. Solo necesito a la cerda, Sai y Shizune; me hubiera gustado que también este Tsunade-sama, pero con horas de anticipación es muy difícil que llegue; No te preocupes Shika, con ellos y contigo soy feliz."

Para cuando vio a quien seria su esposa entrar a la pequeña capilla sintió su corazón acelerarse, traía un vestido blanco corto, sencillo y un pequeño velo en su cabeza; lo único extravagante, por así decirlo, en su vestuario, era un broche celeste de Ino, que la misma rubia había colocado en ella, gritando algo de que Sakura necesitaba algo azul, prestado y viejo para un feliz matrimonio. Después de haber reprimido a la mejor amiga de ambos tanto para que no hablara de más, ni preparara una gran boda, ni similares, lo mínimo que podían dejarla hacer era eso.

La pelirosa entro de la mano de Sai, quien tenia una mueca extraña en la cara, que Ino a su lado, como si testigo, le dijo que era su verdadera sonrisa.

La misa fue corta, y tanto el cura como el juez prometieron ser sumamente discretos, Chouji se encargó de tomar fotos, y terminando el pequeño evento, fueron a comer una parrillada al restaurante de siempre.

Fue una comida tranquila y hermosa, donde no faltaron las risas y la armonía. Kurenai, Shizune y Yoshino hablaban tranquilamente del futuro que le deparaban al reciente matrimonio, Mirai y Chouji hacían una competencia de quien come más con Ino como árbitro; la feliz pareja estaba en la esquina, Sakura reía de la pequeña competencia que habían armado, mientras Shikamaru la miraba fijamente. Al lado de Ino, Sai estaba concentrado pintando a su amiga con su esposo.

Luego, todos se retiraron, mientras los recién casados iban al cementerio, a presentar sus respetos a los padres de Sakura, al padre de Shikamaru y a Azuma.

Para culminar el día, fueron a la mansión, y ayudaron a Yoshino a mudar todo a la casa secundaria del clan, que era para el líder que finalizaba su mandato, en este caso, solo seria para su madre. De forma silenciosa y desapercibida para todo el clan, mudaron las pertenencias de la mujer.

-Este será nuestro hogar- Le dijo a ella mientras entraban a la mansión principal.

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Al otro día, Shikamaru fue a la torre Hokague para presentar el certificado de matrimonio que Kakashi, como Hokague, debía firmar para validar la unión.

El peliplata recibió el papel que el Nara le entrego, y a grandes rasgos lo leyó, estaba el nombre de su asistente, de Chouji, de Sakura y de Ino. Le resulto raro ver el nombre de su ex alumna, pero asumió que era la testigo de la alumna de Azuma, así que simplemente lo ignoro; firmo y sello el papel, y se lo devolvió al dueño.

-Felicitaciones Shikamaru. No esperaba verte casado, pero me alegro por ti. – Sonrió bajo la máscara el hombre.

- Y por mi esposa- completo él.

-Si bueno, no somos tan cercanos como para estar feliz por ella, pero si tu lo dices- se encogió de hombros, volviendo a tomar los papeles que estaba leyendo antes de que entrara el joven. Ino había sido alumna de su amigo, eso era lo más cercano que había sido de ella, por lo que estaría mintiendo si decía que estaba genuinamente feliz por ella.

Shikamaru negó con la cabeza, y se alegro de que Sakura no estuviera ahí para escuchar esas palabras, que le hubieran dolido demasiado, sabiendo por todo lo que había pasado su pelirosa esposa con su ex equipo.

-Gracias Hokague-sama- respondió en un suspiro, y se fue de ahí. Le había prometido a su esposa ir de compras, no fallaría a su promesa el primer día como matrimonio.